La meditación es una práctica que beneficia el cuerpo y la mente. Además, no requiere de ningún equipo o inversión. Separe unos minutos de su día y empiece a meditar con estas recomendaciones.
Lejos de ser una práctica ligada exclusivamente con la espiritualidad, la meditación es una técnica milenaria usada para desarrollar conciencia del presente. Este ejercicio, además de ser práctico debido a que puede hacerse en cualquier momento o lugar, tiene grandes beneficios para el cuerpo y la mente.
Investigaciones de la American Psychological Association (APA) y la Sociedad Norteamericana de Neurociencia, entre muchas otras instituciones, han demostrado que la meditación es una de las mejores prácticas para reducir síntomas relacionados con la depresión, la ansiedad y el estrés. También está demostrado que la meditación ayuda a fortalecer el sistema inmune, reduce la presión sanguínea al igual que el ritmo cardiaco, y es útil para controlar el dolor. Su práctica mejora la calidad del sueño, genera conciencia de las emociones y facilita la concentración. La lista de beneficios es larga y se sigue ampliando día a día, a medida que se publican más resultados de investigaciones.
Traemos cinco recomendaciones para empezar a meditar que seguramente le simplificarán su inicio en esta bella práctica.
1. No hay una sola forma de meditar
Si usted ha intentado meditar y ha fallado, puede que el problema no sea suyo, simplemente no ha encontrado el tipo de meditación que mejor se acomoda a sus necesidades. Antes de empezar a meditar infórmese sobre estas variaciones en las técnicas y ensaye la que más se ajuste a sus requerimientos. Pruébala durante varios días, y en caso de que no se sienta cómodo, siempre podrá tratar con otra técnica.
Los tipos de meditación más comunes son: mindfulness o de atención plena, guiada, de enfoque en un solo punto, con mantras, trascendental, Metta o de amor bondadoso, combinada con yoga, de visualización, entre otras.
2. La respiración es a clave de la meditación
Aún prevalece la creencia errónea que afirma que la meditación se trata de poner la mente en blanco. De esta creencia surgen muchas frustraciones al intentar meditar, pues eliminar los pensamientos es imposible. Lejos de esto, la meditación busca crear conciencia en el presente sin eliminar ningún pensamiento y dejando pasar todas las ideas sin aferrarse concretamente a ninguna. Será cada vez más fácil dejar de intentar controlar sus pensamientos y simplemente mirarlos, en cuanto trabaje en la parte esencial de ese proceso: el control de la respiración.
Hacer respiraciones conscientes no sólo le permitirá facilitar cualquier ejercicio de meditación, sino que además es la fórmula ideal para recobrar la concentración en caso de distraerse.
3. La comodidad es esencial
El objetivo de meditar es lograr tranquilizar la mente, tener mayor control de los pensamientos y reducir sensaciones negativas. Sin embargo, nada de eso puede ser posible si no se siente cómodo. Aún cuando meditar requiere de disciplina y práctica, de ningún modo debe verse como una obligación.
Si le está costando meditar, busque un lugar en el que se sienta cómodo, no siempre debe hacerlo sentado sobre un tapete, puede optar por un espacio abierto o incluso puede meditar en su cama. Así mismo, busque ropa cómoda, ponga música relajante, use un aceite esencial y busque una buena postura. Es un mito que la meditación sólo puede hacerse sentado en posición de flor de loto.
4. Empiece de menos a más
Otro de los problemas más comunes cuando se empieza a meditar es que se cree que si la meditación no se hace por periodos de tiempo prolongado, no sirve. Basta con 15 minutos al día para que la práctica comience a mostrar su poder. No se fuerce a cumplir metas de tiempo, especialmente si son sus primeros intentos, ya que esto puede generar frustración y hacer que abandone la práctica. Empiece meditando entre tres a cinco minutos cada día, y conforme vaya mejorando la técnica, aumente el tiempo de forma gradual.
Aunque el tiempo no es una variable determinante en la meditación, la constancia sí lo es. Si usted quiere obtener los beneficios, debe convertirla en una rutina. Separe un espacio para esta práctica como si se tratara de una reunión de trabajo, solo que en este caso, es una reunión con usted mismo.
5. Apóyese en la tecnología
Para nadie es un secreto que la tecnología está relacionada con el incremento de sensaciones estresantes. Y aún cuando parezca que va directamente en contravía con los objetivos de la meditación, la tecnología es una herramienta útil para guiarse en esta práctica. Basta con buscar en Google o Youtube “meditaciones guiadas” para encontrar contenidos que pueden ayudarle a empezar a meditar. Sin embargo, las opciones no terminan ahí, hay una gran variedad de podcast y apps que le podrán ser útiles.
Podcast que recomiendo: Aprende a Meditar, Dormicast, Meditada y Durmiendo Podcast. Apps, algunas de las favoritas son: Headspace, Zen, Calm o Pura Mente.
* Periodista de Bienestar Colsanitas y de Bacánika.
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