Ocho frutas colombianas para incorporar en una dieta equilibrada

La privilegiada ubicación geográfica de Colombia abarca distintos pisos térmicos y se manifiesta de manera extraordinaria en la riqueza de frutas exóticas que se dan en sus diferentes regiones. Según un estudio de la Universidad Nacional, es el país con mayor diversidad de pasifloras con 170 especies reportadas y algunas de las más conocidas son la maracuyá, la gulupa o la cholupa. La variedad de sabores, colores, formas y tipos de frutas las convierte en un deleite para los sentidos, además de ofrecer múltiples beneficios para la salud.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), "el consumo de frutas y verduras juega un rol importante en la prevención y tratamiento de enfermedades no transmisibles como la diabetes, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer". 

Aún cuando en el país tenemos existe una amplia variedad de frutas a lo largo del año como la papaya, el banano, la naranja, las fresas, entre muchas otras, también contamos con una amplia lista de frutas exóticas que se dan en distintas regiones y que varían en sabor, versatilidad de uso en preparaciones y beneficios para la salud.

Región: Huila, Región Andina.
Cultivo: Crece incluso a más de 2200 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m), pero especialmente entre los 500 y 1300 metros, en temperaturas que oscilan entre los 26 y 32 °C.

La cholupa tiene una cáscara dura y rugosa de color verde o marrón. Su pulpa es jugosa y de color amarillo anaranjado, con muchas semillas pequeñas. Es dulce y ácida, similar al maracuyá, pero tiene un sabor menos intenso. Es rica en vitamina C, antioxidantes y fibra, lo que le atribuye propiedades digestivas y refrescantes.

Además, la cholupa es una excelente fuente de minerales como el potasio y el magnesio, que son esenciales para el buen funcionamiento del sistema nervioso y muscular, así que su consumo regular puede contribuir a fortalecer el sistema inmunológico. Se utiliza en la preparación de bebidas refrescantes y postres.

Región: Región Caribe.
Cultivo: Crece a nivel del mar y en altitudes de hasta 500 m.s.n.m, en temperaturas que oscilan entre los 25 y 30 °C.

El corozo es un fruto de climas cálidos y húmedos. Puede ser pequeño y redondo, de color rojo oscuro o negro cuando está maduro, y con una piel lisa y brillante. Su sabor es agridulce y distintivo y es rico en antioxidantes, vitaminas A y C, y minerales como el hierro, que es beneficioso para el sistema inmunológico y la salud cardiovascular.

Se conoce por su versatilidad en la gastronomía colombiana, ya que se utiliza para hacer jugos, postres e incluso licores. Además de sus propiedades nutritivas, se valora por su capacidad para mejorar la digestión y proporcionar energía natural con su contenido de azúcares naturales. Es apreciado por su aroma característico y se destaca como un ingrediente tradicional en diversas recetas regionales.

Región: Chocó y regiones húmedas del Pacífico colombiano.
Cultivo: Prefiere climas cálidos húmedos, crece en altitudes de hasta 500 m.s.n.m, con temperaturas entre 25 y 30 °C.

El borojó es un fruto redondo de color verde oscuro o marrón cuando madura, con cáscara gruesa y rugosa, y pulpa marrón gelatinosa. Es dulce y ácido, con un sabor fuerte. Se le atribuyen propiedades afrodisíacas por su riqueza en proteínas, vitaminas del complejo B, hierro, calcio y antioxidantes.

Es valorado por su capacidad para aumentar la energía y mejorar la resistencia física. En la medicina tradicional colombiana, se utiliza como un tónico natural para combatir el cansancio y revitalizar el cuerpo. Además de sus propiedades nutricionales, el borojó es apreciado por su sabor único y se incorpora en batidos, dulces y otros productos alimenticios locales.

Región: Amazonas y otras regiones tropicales de Sudamérica.
Cultivo: Es de climas cálidos y húmedos, y crece a altitudes de hasta 500 m.s.n.m. con temperaturas entre 22 y 28 °C.

El arazá es un fruto redondo y amarillo, y tiene una cáscara fina y lisa. La pulpa es jugosa y amarilla, y su sabor es agridulce similar al maracuyá, pero más suave y perfumado. Contiene alto contenido de vitamina C y antioxidantes, por lo que se le atribuyen propiedades digestivas y refrescantes.

Es un fruto rico en compuestos antioxidantes como los polifenoles. Estos antioxidantes ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo, reducen el estrés oxidativo y potencialmente protegen al cuerpo contra enfermedades crónicas y el envejecimiento celular. Es ideal para disfrutar en diversas preparaciones culinarias y como parte de una dieta equilibrada.

Región: Boyacá y zonas templadas, Región andina.
Cultivo: Crece en altitudes de 600 a 2000 m.s.n.m. en climas templados, en suelos bien drenados y con temperaturas entre 15 y 25 °C.

La feijoa es un fruto ovalado y verde, con una piel áspera y una pulpa blanca y gelatinosa. Su sabor dulce y ácido recuerda a una mezcla de piña, guayaba y menta. Rica en vitamina C, fibra y antioxidantes, es beneficiosa para la digestión y el sistema inmunológico.

Es rica en flavonoides y carotenoides, antioxidantes que pueden ayudar a proteger contra enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer, y que tienen propiedades antiinflamatorias que pueden beneficiar la salud muscular en casos de contusiones. Su uso es muy versátil y está en preparaciones como jugos, postres e incluso licores.

Región: Caribe y regiones cálidas.
Cultivo: Prefiere climas cálidos y húmedos, crece a altitudes de hasta 1.000 m.s.n.m. con temperaturas entre 20 y 30 °C.

El zapote es un fruto grande, ovalado y marrón, con una piel áspera y una pulpa naranja y suave, que contiene grandes semillas negras. Dulce y cremoso, su sabor recuerda a una mezcla de batata y calabaza. Es rico en fibra, vitaminas A y C, y antioxidantes, lo que lo hace beneficioso para la digestión y la salud ocular.

Destaca por su capacidad para regular la presión arterial alta y por ser una excelente fuente de fibra que mejora la salud intestinal al facilitar la eliminación de desechos. Además, sus propiedades antiinflamatorias pueden aliviar dolores reumáticos y sus contenido mineral, fortalecer el sistema óseo.

Región: Santander, Región Andina.
Cultivo: Crece en altitudes entre 1500 y 3000 m.s.n.m. con preferencia por climas templados y húmedos, con temperaturas entre los 10 y 20 °C.

La curuba es un fruto alargado y verde, con piel fina y una pulpa anaranjada o rosada, llena de pequeñas semillas negras. Dulce y ácida, con un sabor que recuerda al maracuyá pero más suave. Rica en vitamina C, antioxidantes y fibra, es beneficiosa para la digestión y el sistema inmunológico.

Sus antioxidantes ayudan a neutralizar los radicales libres, lo que ayuda a prevenir el riesgo de enfermedades relacionadas con el envejecimiento prematuro. Además, la vitamina C presente en la curuba, y los carotenos que se convierten en vitamina A, estimulan la síntesis de colágeno, crucial para la cicatrización de heridas.