Los adultos mayores del barrio El Triunfo, en Bosa, encontraron en la comunidad de cuidado compasivo una manera de compartir sus sentimientos, ayudar a otros y cuidar de sí mismos.
“Muchas veces pensamos Quisiera ayudar a otras personas, pero no tengo nada para dar, y algo tan simple como escuchar ya es un apoyo. Como sociedad tenemos las herramientas para ser más solidarios, pero no las buscamos y están más cerca de lo que creemos”, dice Leonor López, líder comunitaria del barrio El Triunfo de la localidad de Bosa, al suroccidente de Bogotá. En este barrio, los adultos mayores han logrado tejer redes de apoyo que hoy se han convertido en una segunda familia para muchos. Se resisten a la soledad y a vivir en una ciudad tan frenética como Bogotá sin tener una tribu que los contenga cuando lo necesiten. Según la administración distrital, entre el 2020 y el 2023 se reportaron 3.000 casos de abandono de adultos mayores en calles y hospitales
Por eso, la Fundación Keralty, con su programa Colombia Contigo, Ciudades Compasivas, llegó hasta esta zona para crear un espacio que promoviera el cuidado y la compasión, así como lo ha hecho antes en otras ciudades como Manizales, Ibagué, Santa Marta, Villavicencio, Cartagena y Pasto. De acuerdo con Constanza González, directora del proyecto, “fortalecer la participación alrededor del cuidado y promover la conciencia acerca de los recursos propios y del territorio moviliza a las personas a construir redes autogestionadas para sus propias necesidades”.
En El Triunfo las reuniones comenzaron hace un año y medio, cuando Ferney Camacho, coordinador del programa Bogotá Contigo: Ciudad Compasiva, con apoyo de la Secretaría Distrital de Integración Social, se acercó a Leonor y a Carlos, dos líderes del barrio, y a Julio, el presidente de la Junta de Acción Comunal, para explicarles un proyecto en el que el cuidado es la herramienta principal en la búsqueda del bienestar de la comunidad. Desde ese momento se abrió el camino que ha liderado Leonor y al que cada vez se suman más adultos mayores.
Hoy la comunidad guiada por Ferney y Katherine Freile (promotora comunitaria del programa) está compuesta por 15 adultos mayores que residen en el barrio y sus alrededores. También reciben apoyo de Julio y su hijo Manuel, de diez años, a quien le han enseñado valores como el cuidado, el respeto, y uno de los propósitos fundamentales de la comunidad: la autogestión. “Desde que existan ganas, se pueden conseguir esas soluciones para transformar el entorno. Ya sean medicamentos, camas hospitalarias o la pavimentación de una de nuestras vías”, menciona Carlos, uno de los miembros del grupo.
Sembrar para dar y aprender a recibir
Embellecer y proteger su territorio es una de las misiones del equipo. Por eso se reúnen tres veces a la semana en el garaje de Leonor para bordar, tejer cobijas, preparar sancochos comunitarios, hacer actividad física, hablar y escuchar. Pero hay una actividad que cambió el rumbo del grupo, una herramienta que les genera calma y paz y les permite desahogarse al tiempo que son productivos: la huerta del barrio.
“A veces vamos dos días a la semana o, incluso, casi todos los días porque nos ayuda bastante y es gratificante ver el reflejo del trabajo colectivo. Por lo general, terminamos expresando nuestros sentimientos en la huerta al tiempo que sembramos y regamos las plantas. Se siente la armonía en este lugar”, dice Leonor mientras exhibe las lechugas, las coles, los pepinos, los tomates y las hierbas aromáticas que acaba de cosechar.
“Fuerza es lo que sobra”
Esta frase se ha convertido en un mantra para todos porque les recuerda que la suma de sus virtudes y cualidades les permite ser más fuertes. “Hemos aprendido a colaborar, pero también a pedir ayuda porque esto resulta clave para la estabilidad de nuestra salud mental”, dice Carlos.
El programa de la Fundación Keralty busca promover en cada barrio, localidad y ciudad el valor del "nosotros" y el poder de una comunidad que fortalece sus vínculos y que está dispuesta a colaborar con quienes necesitan ayuda, amor y respeto. “Este programa nos interesa mucho porque nos demuestra que, al visibilizar el potencial que tienen las personas mayores y su nivel de compromiso con su salud mental, la ayuda y autoayuda y el amor y el conocimiento, junto con sus experiencias de vida, logran caminar hacia su bienestar”, menciona Ferney Camacho. Bogotá Contigo: Ciudad Compasiva es un reflejo de cómo personas de distintas edades pueden influir activamente en la toma de decisiones y en actividades en las que la empatía realmente genera una transformación en beneficio de todos.
Parte del equipo de Ciudades Compasivas Keralty y siete integrantes de la comunidad de cuidado de El Triunfo. De izquierda a derecha. Arriba, Constanza González (directora del programa), Ferney Camacho (coordinador del programa), Moisés Gómez (equipo de comunicaciones) y Carlos Carranza (líder de la comunidad). Abajo: Dioselina Vargas, Marina Barrera, María Antonia Torres, Alba Mariela Ortega, Herlinda Parra y Leonor López (líder de la comunidad).
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