Así puede identificar una infección por hongos

Los hongos se encuentran en el aire, el suelo, las plantas y el agua; incluso, en el cuerpo humano, donde pueden dar lugar a infecciones en la piel y las uñas o comprometer órganos vitales como los pulmones y los ojos.

Aunque existen distintos tipos de infecciones, las más comunes son:

Infecciones superficiales: afectan la piel, las uñas y el cabello. Algunos ejemplos son: pie de atleta, tiña, candidiasis vaginal y onicomicosis.

Infecciones invasoras: afectan órganos internos como los pulmones, el cerebro y los ojos. Son más comunes en personas con un sistema inmunitario débil.

Causas

Las infecciones por hongos son causadas por el crecimiento fúngico excesivo en el cuerpo. Las personas inmunosuprimidas (con baja capacidad para combatir infecciones) son más propensas a los hongos “oportunistas” como el Cryptococcus, el Histoplasma y el Aspergillus, que pueden producir una infección grave.

Las condiciones que pueden aumentar el riesgo de desarrollar una infección son:

• Humedad: los hongos prosperan en ambientes y zonas húmedas del cuerpo como la ingle, las axilas y los interdigitales (espacio entre los dedos).
• Calor: los hongos se propagan mejor en ambientes cálidos.
• Uso de antibióticos sin prescripción: los antibióticos pueden eliminar las bacterias que ayudan a controlar el crecimiento de los hongos.

Síntomas

Pueden variar según el tipo de infección y la ubicación. Algunos síntomas comunes son:

• Erupciones cutáneas: enrojecimiento, picazón, inflamación, escamas o ampollas.
• Cambios en las uñas: engrosamiento, decoloración, fragilidad o descamación.
• Molestias vaginales: picazón, ardor, flujo vaginal anormal o dolor durante las relaciones sexuales.
• Síntomas respiratorios: tos, fiebre, dificultad para respirar o dolor en el pecho.

Diagnóstico

El diagnóstico de las infecciones por hongos se realiza mediante un examen físico, por observación directa de las lesiones y, en ocasiones, por medio de exámenes de microscopio o cultivos para identificar el hongo causante y el medicamento (antifúngico) al que es susceptible.

Tratamiento

El tratamiento depende del tipo de infección y la gravedad. Los más comunes incluyen medicamentos antimicóticos que se pueden administrar por vía tópica (cremas, ungüentos, lociones), oral o intravenosa.

Es importante eliminar la humedad, por ejemplo, en los espacios entre los dedos, en donde se facilita la acumulación de sudor y se favorece la presencia de los hongos, así como tener en cuenta que el tratamiento puede requerir varias semanas, incluso meses. De no tratarse, podría convertirse en una infección crónica, en la que el hongo puede volverse resistente a los medicamentos, dificultando la curación. 

Infecciones más comunes

Las infecciones superficiales por hongos en la piel son las más comunes. Según el infectólogo de Colsanitas Carlos Álvarez, la mayoría de la población ha experimentado en algún momento de su vida este tipo de infección. En menor medida, le siguen aquellas que afectan las uñas o el cuero cabelludo y, por último, las infecciones que comprometen órganos más profundos, que son las más graves y pueden llegar a tener consecuencias letales, como sucede en el caso de la criptococosis.

Estas son las infecciones más comunes:

Cándida o candidiasis

(Causada por el hongo Candida sp)

Este hongo vive en casi todas partes, incluso dentro del cuerpo. Por lo general, el sistema inmune lo mantiene bajo control, pero cuando se multiplica puede causar infecciones importantes. En los recién nacidos se suele presentar en la zona del pañal, debido a la humedad, y producir lo que comúnmente se denomina pañalitis (la irritación de la piel causada por este hongo).

Cuando los bebés crecen puede producir candidiasis oral o muguet, infecciones en los niños pequeños que causan lesiones en la boca. En las mujeres también pueden presentarse como infección vaginal, caracterizada por irritación y cambios en el color del flujo vaginal. En este caso no se considera una enfermedad de transmisión sexual, pero puede transmitirse a través del sexo oral o vaginal.

Criptococosis

(Causada por los hongos Cryptococcus neoformans o Cryptococcus gattii)

El Cryptococcus es el hongo que causa más infecciones graves en todo el mundo, pues sus dos especies se pueden reproducir cuando la persona inhala sus esporas. La infección puede resolverse por sí sola, mantenerse localizada en los pulmones o diseminarse por todo el cuerpo. 

La infección por Cryptococcus neoformans se observa con mayor frecuencia en individuos que toman medicamentos corticosteroides (prednisona, dexametasona, triamcinolona, betametasona, beclometasona, fluocinolona y fluticasona), los que han recibido un trasplante de órganos o quienes están bajo tratamiento con medicamentos de quimioterapia para el cáncer o han sido diagnosticados con VIH. Por otro lado, el Cryptococcus gattii puede afectar a personas con un sistema inmunológico sin alteraciones.

Tiña o dermatofitosis

(Causada por los hongos Trichophyton, Epidermophyton y Microsporum)

Se manifiesta en la superficie de la piel por medio de dermatofitos (mohos que requieren queratina para su nutrición), así que puede aparecer en cualquier región del cuerpo que no tenga pelo, exceptuando las palmas de las manos y las plantas de los pies. Tiene mayor prevalencia en las zonas húmedas y cálidas, y se manifiesta como un área escamosa en forma de anillo que genera picazón en la piel o cambios en el color de la uña. 

La tiña puede aparecer en el área de la barba, cerca al cuero cabelludo, en las extremidades, la ingle, los pies y las uñas, causando, en estos últimos dos casos, la onicomicosis y el pie de atleta.

**Con la asesoría de Carlos Álvarez, médico infectólogo y epidemiólogo adscrito a Colsanitas, e información de la revista Elsevier y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC)