El cultivo y consumo de aceite de palma genera dudas alrededor de sus impactos en el medio ambiente y la salud. Aclaramos algunas de ellas.
El aceite de palma se ha convertido en un ingrediente común en los hogares colombianos. Sin embargo, su consumo genera inquietud por sus efectos negativos en los hábitats de muchas especies nativas y sus implicaciones en la salud. Dos expertos explican y aclaran las dudas más frecuentes alrededor de la producción, uso y consumo de este producto.
Colombia produce anualmente 1,8 millones de toneladas de aceite de palma crudo, según Fedepalma.
Impactos medioambientales
La expansión de cultivos de aceite de palma en el país enciende las alarmas de los ambientalistas por la afectación de los ecosistemas producto de la tala de árboles a gran escala. Actualmente, hay cultivos de palma de aceite en 161 municipios de 21 departamentos del país, lo que convierte a Colombia en el cuarto productor de aceite de palma en el mundo y el primero en América, de acuerdo con cifras de Fedepalma.
Ahora bien, ¿por qué hay una producción tan extendida de aceite de palma en el país? Por sus altos rendimientos y ganancias, en comparación con otros cultivos nativos como el chontaduro y el ñame. Además, hay una gran demanda, por parte de los países desarrollados, de biocombustibles, lubricantes, cosméticos y alimentos derivados de la palma de cera.
"Los daños al medio ambiente son el resultado de prácticas extractivistas y extensivas que afectan el agua, el suelo, la flora y la fauna"
Juan Felipe Zapata, asesor científico del Consultorio Sociojurídico de Protección a los Animales de la Universidad de Antioquia, explica que los daños al medio ambiente por el cultivo de palma de cera son similares a los de cualquier proceso de agricultura extensiva o explotación agropecuaria extensiva, “que se caracterizan por prácticas sumamente agresivas para el aprovechamiento de los recursos naturales disponibles, afectando el suelo porque provocan incendios que eliminan bosques, exterminan especies animales y vegetales y contaminan el agua”, apunta.
Además, Zapata aclara que los impactos negativos sobre el medio ambiente asociados a la producción de este tipo de aceite no son exclusivos de este rubro, sino de la combinación de varias prácticas extractivistas y extensivas asociadas a la ganadería, la minería y la cosecha de otros productos vegetales de manera industrializada: “Las soluciones deben ir encaminadas a la legalización, la tecnificación y el control”, comenta.
El efecto en los animales
De acuerdo con Zapata, la mayoría de las especies amenazadas por la deforestación y pérdida de hábitats se concentran en las regiones de los Andes y Chocó, donde se han reportado impactos negativos en animales como venados, tatabros, saínos, guatín y conejos. En la región de los Llanos, donde también hay vastos cultivos de palma, las especies más afectadas son el armadillo de cola desnuda, el sabanero y el ocarro, la tayra, el hurón, el jaguar y el pecarí de collar y de labio blanco.
Buen aceite
Se cree que el aceite de palma es perjudicial para la salud porque aumenta el riesgo cardiovascular, debido a su alta concentración de ácidos grasos saturados. Sin embargo, Alejandra González Camargo, nutricionista adscrita a Colsanitas, explica que “el aceite de palma no tiene concentraciones de ácidos grasos como el mirístico o el láurico, que de acuerdo con la ciencia sí predisponen al aumento del colesterol malo (LDL). El de palma es un buen aceite, a diferencia del de coco, que es como el monstruo de todos los aceites vegetales que se venden en la industria”.
Además, comenta que el aceite por sí mismo no es dañino, sino que generalmente en productos como galletas, panes o ponqués se mezcla con otro tipo de grasas vegetales o animales, junto con altos contenidos de azúcar. Y eso es lo que aumenta el riesgo cardiovascular.
La recomendación es consumir el aceite de palma sin que haya pasado por muchos cambios; es seguro para frituras, cocciones o aderezos, por supuesto con moderación: “Hay que evitar los aceites vegetales en presentación margarina, porque en el proceso se rompen todos los enlaces de los ácidos grasos que provienen del aceite y les ponen ciertas dosis de hidrógeno para que se rellenen, es decir, transforman las grasas líquidas en grasas sólidas, y eso sí es perjudicial para la salud cardiovascular”, explica González.
Los beneficios de consumir aceite de palma.
De acuerdo con la doctora González, consumirlo de manera constante y de una forma natural tiene beneficios para la salud, como contribuir a la absorción de vitaminas liposolubles como la D, E, K y A. Al ser una grasa, representa un buen aporte de calorías, requeridas en una dieta saludable. También tiene buenas concentraciones de carotenos, precursores de la vitamina A, indispensable para el cuidado visual y del sistema inmune. Y como tiene altas concentraciones de tocotrienoles, ayuda a la absorción de la vitamina E, y como antioxidante tiene efectos protectores contra el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
-Este artículo hace parte de la edición 183 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa en este enlace: https://www.bienestarcolsanitas.com/images/PDF%20ED/Bienestar183.pdf
* Periodista de Bienestar Colsanitas.
Dejar un comentario