Desde el 25 de marzo del 2022, estos animales introducidos ilegalmente al país fueron declarados especie invasora por el impacto ambiental que han ocasionado en el ecosistema que hoy habitan.
El pasado 11 de abril se presentó un nuevo accidente que involucra a un hipopótamo. Esa vez sucedió en la vía que comunica a Medellín con Bogotá y dejó lesiones leves en los ocupantes del carro y al animal muerto. El hecho avivó el debate sobre el manejo que se le está dando a esta problemática desde la esfera local y nacional, pues no ha sido suficiente para garantizar la seguridad de los animales y las personas en el territorio.
En Colombia hay 22 especies consideradas invasoras, es decir fueron introducidas en un ecosistema distinto al habitual y fueron capaces de adaptarse y colonizar nuevos territorios para reproducirse. En el caso del hipopótamo, al no encontrarse con un controlador natural o un predador, la tasa de mortalidad es muy baja y su población ha crecido considerablemente, pues las estimaciones más recientes dan cuenta de entre 181 y 215 ejemplares.
Según un estudio realizado por el Instituto Alexander Von Humboldt y la Universidad Nacional con el apoyo del Ministerio de Ambiente, esta especie además representa una amenaza para los manatíes y chigüiros. En consecuencia, el informe propone “implementar una extracción de alto nivel mediante el sacrificio. Sin embargo, como el hipopótamo es una especie muy carismática, este enfoque no está exento de polémica. A corto plazo, es necesaria la creación de estrategias sólidas para comunicar a las partes interesadas y al público en general la urgencia de controlar esta especie exótica establecida, así como llevar a cabo encuestas de seguimiento bien diseñadas de esta población de hipopótamos introducida”.
Aun con este panorama, es fundamental evitar el fortalecimiento de los estigmas sobre los animales y mantener el foco en la responsabilidad que tienen las administraciones local y nacional para disminuir el riesgo. Sobre esto, el profesor Juan Felipe Zapata asesor científico del Consultorio Sociojurídico de Protección a los Animales de la Universidad de Antioquia con doctorado en biología, explica que “la estigmatización de una especie afecta al resto de especies y hace ver a los animales negativamente, promover la idea de que son peligrosos envía el mensaje errado sobre los animales (exóticos o silvestres)”. Y agrega que “este accidente desafortunado es fruto de la falta de planeación y la falta de acciones por parte de las instituciones y el gobierno, la no atención de estas situaciones en favor de entender el fenómeno y mejorar la coexistencia supone un riesgo para todas las especies (humanos y no humanos)”.
Por su parte, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, ha hecho un llamado a las instituciones para que se autorice y acelere el permiso para enviar 60 de estos animales a países como India y México. Hasta ahora no se han pronunciado el presidente Gustavo Petro ni la ministra de Ambiente Susana Muhammad para establecer un plan de acción oportuno, antes de que sucedan nuevos accidentes.
*Bienestar Colsanitas.
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