A la hora de alimentarnos es más importante conocer las necesidades de nuestro cuerpo, sus características y sus condiciones, que la tendencia de moda.
Piense que su cuerpo es la casa de sus sueños y que así como todas las casas, necesita iluminación, aire, cuidado y limpieza. Pero no todas las casas necesitan lo mismo y en la misma medida. Hay casas con más iluminación natural que otras, por eso las más oscuras necesitan lámparas o luces adicionales. Algunas cuentan con grandes ventanas y otras necesitan ventiladores o aire acondicionado. Todo esto lo evaluamos antes de mudarnos, pero también vamos haciendo adecuaciones a medida que pasa el tiempo y surgen nuevas necesidades.
Pues nuestro cuerpo funciona de manera similar. Necesitamos respirar bien, hacer ejercicio, comer, descansar, tener un proyecto de vida. Todo esto en diferentes cantidades según la etapa de la vida y según las características de nuestro cuerpo que dependen de la herencia genética y de las condiciones ambientales, entre otros factores.
Todas estas variaciones hacen que algo tan fundamental como la elección de nuestra comida, necesaria para el correcto funcionamiento de nuestras células, deba hacerse con base en las necesidades de nuestro cuerpo, nuestra propia casa.
Por supuesto, sabemos que todas las personas necesitamos, entre otras cosas, vitaminas, proteínas y minerales presentes en distintos alimentos, ¿pero qué tanto tenemos esto en cuenta la hora de preparar o comprar comida? Para la doctora Dirdi Nariño, magister en medicina biológica y en nutrición y metabolismo clínico, el objetivo principal de una alimentación balanceada en cualquier etapa de la vida es mantener un óptimo estado de salud.
Actualmente circulan mucha información sobre trucos para bajar de peso, tener mayor energía o aliviar malestares emocionales; una de las más sonadas es el ayuno intermitente: abstenerse de comer durante un periodo determinado, una costumbre antigua que se ha utilizado en diferentes culturas por afinidad ideológica religiosa, política o de salud.
Sin embargo, el ayuno intermitente se desaconseja para niños porque se encuentran en etapa de desarrollo; para mujeres en embarazo o lactancia; para personas con hipoglucemia, migraña, síncope vasovagal, diabetes insulinodependiente e hiperuricemia (aumento en la concentración de ácido úrico en sangre). Y está contraindicado en pacientes con algún grado de desnutrición, trastornos de la conducta alimentaria y enfermedades renales o hepáticas avanzadas.
Sobre esto, la Nutricionista de Colsanitas, Carolina Pinzón, explica que “el cuerpo tiene unos requerimientos energéticos para que los órganos vitales funcionen... el cuerpo ya tiene de por sí un ayuno fisiológico, entonces restringir o no darle al organismo la energía indicada para que realice los ciclos energéticos que necesita para funcionar, para mí no es recomendable”.
No se trata de desacreditar una de estas opciones, pues algunas pueden tener efectos positivos, según las recomendaciones médicas de cada caso. Lo fundamental es tomar esta decisión con base en la información precisa sobre las necesidades de nuestro cuerpo para no incurrir en un error que nos termine enfermando en lugar de darnos el alivio que buscamos. El alimento es el combustible de cada órgano, por eso deberíamos preguntarnos, ¿lo estamos eligiendo correctamente?
En Bienestar Colsanitas nos interesa el cuidado de la salud desde toda perspectiva, por eso le recomendamos profundizar en temas relacionados con la alimentación, con estas lecturas: nutrición para una vejez saludable, el ayuno: una tendencia para revisar, las ventajas de despedirse de los alimentos ultraprocesados, en busca de la comida saludable y alimentación saludable para evitar problemas de desarrollo.
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