En el tratamiento del cáncer de seno la intervención quirúrgica es una gran herramienta. Cuando hay una detección oportuna, tanto la mastectomía como la cirugía conservadora cuentan con una tasa alta de supervivencia que las respalda. Aquí todo lo que necesita saber sobre esta intervención.
La mastectomía es una cirugía usada para extirpar el tejido del seno cuando hay cáncer o alto riesgo de desarrollarlo. Puede incluir la extirpación de distintos tejidos en diferentes porcentajes, incluyendo la glándula mamaria, el tejido mamario graso, el pezón, la piel, los ganglios axilares y hasta la musculatura pectoral, dependiendo de factores como las condiciones de la enfermedad y la anatomía de la paciente.
Según cifras oficiales del Ministerio de Salud del 2022, el cáncer de mama es el tipo más frecuente de cáncer en Colombia. Sin embargo, la doctora Ana María Fidalgo, mastóloga y cirujana adscrita a Colsanitas, señala que hoy en día la mastectomía por cáncer es cada vez menos frecuente, pues el cáncer se está detectando más temprano y esto permite que se pueda tratar con métodos menos extremos. “Con todas las terapias sistémicas que hay, se hacen cada vez menos procedimientos quirúrgicos radicales. Sin embargo, cuando el cáncer está muy avanzado a menudo debemos hacer la mastectomía”, explica la médica. Entre las terapias sistémicas más usadas se encuentran la radioterapia y la quimioterapia.
Además, cuando el tumor maligno es pequeño y está localizado, es posible recurrir a la cuadrantectomía o cirugía conservadora de mama, para no extirpar todo el seno, sino únicamente el tumor y un borde del tejido sano que lo rodea.
La mastectomía también puede realizarse de manera preventiva cuando hay un riesgo alto de desarrollar cáncer de mama, aunque esta cirugía es aún menos frecuente que la mastectomía por cáncer.
La mastectomía para el tratamiento del cáncer
La mastectomía puede ser una opción de tratamiento para muchos tipos de cáncer de mama en distintos estadios, especialmente los estadios I, II y III, cuando el cáncer todavía no ha hecho metástasis, es decir, no ha afectado otras partes del cuerpo.
El médico puede recomendar una mastectomía cuando una paciente tiene varios tumores en distintas zonas de la mama, o cuando las pruebas han mostrado señales de la enfermedad en todo el seno.
Mientras más temprana sea la detección del cáncer, menos tejidos se verán afectados y menos invasiva deberá ser la intervención. “Puede ser que en una etapa temprana solo sea necesario extirpar la glándula mamaria y se pueda preservar la piel y el pezón”, explica la doctora Fidalgo, lo cual además facilita la reconstrucción posterior del seno. “Mientras que con un cáncer avanzado es necesario extirpar la piel con el pezón y los ganglios”, añade.
Los ganglios axilares pueden ser más de 20 y son el primer tejido al que se puede extender el cáncer de seno, por eso es fundamental monitorearlos antes y durante la cirugía. Aunque en la mayoría de cirugías no es necesario removerlos, hay casos en los que es necesarios extraer algunos o varios.
Por todo esto, además del diagnóstico temprano es fundamental iniciar el tratamiento oportunamente para no dejar que el cáncer avance. La doctora Fidalgo recomienda empezar con el tratamiento adecuado a más tardar dos semanas después del diagnóstico. A veces puede ser necesario iniciar con un tratamiento farmacológico antes de la cirugía. “Una paciente en un estadio avanzado puede necesitar quimioterapia para reducir el tumor, y este tratamiento puede durar varias semanas”, explica la doctora. También puede suceder que después de la intervención quirúrgica la paciente aún necesite algunas sesiones de radioterapia para combatir la enfermedad.
La mastectomía profiláctica
Según la doctora Fidalgo, el cáncer de mama de origen genético es bajo y representa alrededor del 10 % de los casos.
Tener un familiar que haya padecido cáncer de seno no es prueba suficiente de que la paciente sea portadora de una mutación genética de alto riesgo. Para poder evaluar esto es necesario realizar un estudio genético. Aunque las mutaciones de mayor riesgo se encuentran en los genes BRCA1 y BRCA2, en realidad hay alrededor de 40 genes implicados en la aparición de cáncer de mama. Por eso, según la doctora Fidalgo, es necesario revisar cada caso y evaluar el perfil genético, teniendo en cuenta la historia médica de cada una.
La mastectomía profiláctica, que se puede realizar en los dos senos o en uno —en los casos en los que ya hubo una extirpación previa por cáncer— puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad hasta en un 90 % y se suelen preservar la piel y el pezón.
La doctora Fidalgo explica que a la hora de considerar una intervención de este tipo, no hay que olvidar que la mastectomía profiláctica es una cirugía de alto riesgo quirúrgico, y requerirá de una cirugía reconstructiva posterior. Además, una mujer interesada en este procedimiento debe tener en cuenta el impacto que tiene la mastectomía en la autoimagen, pues su bienestar emocional puede llegar a verse afectado. Por esta razón se recomienda que en todas las mastectomías las pacientes puedan contar con el acompañamiento de un profesional de la salud mental.
La cirugía reconstructiva del seno
El proceso de reconstrucción del seno después de una mastectomía es complejo y a menudo necesita de varias intervenciones. Aunque idealmente debería iniciar justo después de la extirpación, es muy importante considerar las preferencias de la paciente, pues algunas mujeres eligen recuperarse primero antes de iniciar con la reconstrucción.
Este proceso debe ser liderado por un cirujano plástico reconstructivo que trabaje de la mano con el cirujano mastólogo que realizó la mastectomía. El momento de inicio de la reconstrucción también está sujeto al estadio de la enfermedad. Puede ser que las pacientes con enfermedades extensas necesiten de otros tratamientos posteriores, y haya contraindicaciones a la hora de iniciar la reconstrucción inmediatamente.
El proceso de reconstrucción también dependerá del tipo de mastectomía que se realizó. Cuando es posible rescatar la piel y el pezón, es usual usar implantes. En este caso se puede usar una prótesis expansora para ayudar a estirar la piel. Esta prótesis funciona como una pequeña bolsa que se irá llenando de líquido gradualmente hasta conseguir el volumen necesario. Entonces la prótesis podrá ser reemplazada por un implante.
También es posible reconstruir el seno usando tejidos del propio cuerpo de la paciente provenientes del abdomen o la espalda. Aunque este tipo de reconstrucción puede parecer más atractiva a primera vista, la doctora Fidalgo señala que hay que tener en cuenta que en algunos casos la utilización de estos colgajos requiere de más cirugías, así como intervenciones más prolongadas y más tiempo de recuperación que la reconstrucción con implantes. Además puede dejar cicatrices también en los lugares de donde se sacó el tejido.
Para reconstruir el pezón, es posible usar piel de otra parte del cuerpo o también dibujarlo por medio de un tatuaje, una técnica sencilla y efectiva con la que se pueden conseguir buenos resultados.
La buena noticia es que la cirugía junto con los tratamientos sistémicos que se usan hoy en día han mostrado ser una herramienta efectiva en la lucha contra el cáncer de mama. Según un estudio del 2017 liderado por el Brigham and Women''s Hospital de Boston, Estados Unidos, se calcula que la tasa de supervivencia a 10 años en mujeres que se sometieron a mastectomías y cirugías de conservación de seno es de cerca del 89 %.
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