Atender las emociones y las señales de un recién nacido es lo más importante en esos primeros días de vida donde reina la incertidumbre. Aquí unos valiosos consejos para mejorar el sueño del bebé.
Dormir es uno de los anhelos más comunes de las familias cuando llega un recién nacido. Aunque hay algunas tácticas que pueden funcionar, lo más importante es entender que el sueño de un recién nacido se regula con el paso del tiempo, va mejorando hasta conseguir las horas de sueño acordes a su edad, sin despertarse. La paciencia es el mejor aliado en este proceso. Aquí compartimos algunas medidas que pueden ayudar a las familias que se estrenan como mamás y papás en este propósito.
Para todos los bebés
Asegúrese de que la cuna del bebé cumpla con las normas de seguridad. Retire mantas, peluches o juguetes colgantes donde se pueda enredar; evite ponerle mucha ropa y mantenga confortable la temperatura de la habitación.
Los primeros dos meses
- En este período se crea la rutina del sueño. Para ayudarle a distinguir el día de la noche, asegúrese de que reciba luz natural durante el día y en la noche no encienda la luz y reduzca los ruidos y voces.
- Después de alimentarlo, es probable que el bebé parezca inquieto porque entra en una etapa conocida como "sueño activo". Esta puede durar entre 30 y 40 minutos hasta que entra en un sueño más profundo, que se conoce como "sueño tranquilo". Acompáñelo y ayúdele a calmarse con caricias y frases amorosas, así le ayuda a llegar al sueño profundo.
Entre los dos y los seis meses
Cumpla el horario de sueño establecido y no despierte al bebé para alimentarlo, a menos que el pediatra lo indique. Recuerde ubicarlo boca arriba y en una superficie plana sin almohadas para dormir, pues la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda esta posición para reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
A partir de los seis meses
Durante estos meses es común que el bebé se despierte durante la noche. Esto no quiere decir que deba alimentarlo, encender la luz o sacarlo de su cuna. Al contrario, procure mantener las condiciones confortables para cuidar su sueño.
- Este artículo hace parte de la edición 189 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.
Dejar un comentario