El Instituto Distrital de Turismo de Bogotá tiene en etapa de implementación un plan piloto para prevenir la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes, abordando el problema con capacitaciones, políticas públicas y campañas de sensibilización.
En un esfuerzo por fortalecer la protección de los menores el Instituto Distrital de Turismo de Bogotá (IDT) lanzó el pasado 05 de junio, un plan orientado a combatir la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes (ESCNNA). Este plan busca no solo prevenir esta problemática, sino también promover una cultura de seguridad y responsabilidad en el sector turístico de Bogotá. Según cifras oficiales, entre el año 2020 y 2024, en Bogotá se reportaron en total 579 personas menores de edad afectadas por delitos de explotación sexual comercial. Por eso combatir y detener la explotación sexual de menores se ha convertido en una prioridad para las autoridades y organizaciones involucradas del sector del turismo.
Respondiendo al crecimiento significativo en la actividad turística de Bogotá, que en el 2023 recibió a 12.347.876 turistas, el IDT ha implementado un plan piloto en barrios clave de la ciudad, como Quinta Paredes. Este sector fue escogido por su alta concentración de turistas y su reconocimiento como un centro de negocios y eventos, dada su cercanía a Corferias y al aeropuerto El Dorado. La zona cuenta con 2.922 empresas activas, 193 prestadoras de servicios turísticos registradas en el Registro Nacional de Turismo (RNT) y nueve establecimientos educativos, según el IDT. Por eso Quinta Paredes fue elegida como la primera de varias zonas de la ciudad para implementar esta estrategia de prevención, con la expectativa de replicar los esfuerzos
“Bogotá ha experimentado un auge turístico en los últimos años, posicionándose como un destino muy atractivo; esto arroja importantes réditos económicos y sociales a la ciudad. Sin embargo, este crecimiento se ve amenazado por flagelos como la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes, que hoy buscamos combatir, de la mano de varios actores públicos y privados”, aseguró el director de Turismo Bogotá, Andrés Santamaría con quien conversamos sobre estas medidas.
¿Cuáles son las acciones que lanzó el IDT para prevenir la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes (ESCNNA) en el sector turístico?
Establecimos un primer piloto en el barrio Quinta Paredes, desde Corferias y Ágora hasta el Centro Comercial Gran Estación, abarcando las localidades de Teusaquillo y Puente Aranda. Hay acciones a corto, mediano y largo plazo, pero en general, se busca fortalecer la señalización y la información para que los turistas sepan cómo reportar casos de ESCNNA, mejorar la coordinación entre las diferentes entidades responsables de proteger a los niños, niñas y adolescentes, capacitar al personal de hoteles, restaurantes y agencias de viajes en la identificación y reporte de estos casos, mientras se implementan campañas de sensibilización dirigidas a turistas, población local y el sector turístico. Dentro de estas campañas, se destaca la campaña nacional de prevención de ESCNNA, Ojos en Todas Partes que busca incentivar la denuncia de estos casos a través del numeral 122.
Este proyecto, que servirá de modelo para otras áreas turísticas, queremos replicarlo en cinco zonas adicionales de la ciudad: Zona T, Parque de la 93, La Candelaria, Ciudad Bolívar y Usaquén. Estas iniciativas son un paso fundamental hacia la promoción de un turismo responsable y seguro en Bogotá.
¿Cuáles son las estrategias más comunes empleadas por los explotadores para captar a las víctimas de la ESCNNA en el sector turístico, y cuáles son las principales consecuencias de esta problemática para las víctimas?
En el contexto del turismo en Bogotá, la ESCNNA se manifiesta a través de varias dinámicas preocupantes. Los explotadores buscan captar a sus víctimas haciendo falsas promesas de trabajo, dinero o regalos. También pueden recurrir a la violencia, amenazas o intimidación para forzar a las niñas y adolescentes a cumplir con sus pretensiones. La explotación ocurre en lugares diversos como hoteles, moteles, casas de citas, calles y parques turísticos, donde la falta de vigilancia y denuncia facilitan la perpetración de estos crímenes.
Las consecuencias para las víctimas son graves y abarcan daños físicos, psicológicos y sociales. Las víctimas sufren de trauma, vergüenza, estigmatización y un profundo sentimiento de culpa. Además, suelen ser excluidas de sus comunidades y enfrentan serias dificultades para reintegrarse a la sociedad.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta Bogotá en la lucha contra la explotación sexual de menores en el turismo, y cómo se están abordando estos desafíos?
Uno de los principales desafíos es la falta de conocimiento y sensibilización sobre la ESCNNA, lo que hace a las personas más vulnerables y dificulta la detección y denuncia de estos delitos. Entre 2020 y 2024, Bogotá reportó un total de 579 menores de edad víctimas de explotación sexual comercial. Del total de denuncias, el 48 % están relacionadas con la utilización o facilitación de medios de comunicación para ofrecer servicios sexuales de menores, lo que refleja las tendencias actuales de captación digital para la explotación. Según UNICEF, “la era digital ha incrementado los riesgos para los niños, facilitando la explotación y la trata a través de plataformas digitales y redes sociales”.
El sector turismo en Bogotá reconoce estos riesgos y ha implementado acciones preventivas, como el bloqueo de canales de comunicación con contenido de abuso sexual, además de reportar información relevante a las autoridades competentes. Un aspecto alarmante es que el 69% de las víctimas son niñas y adolescentes, lo que evidencia que la explotación sexual comercial afecta de manera desproporcionada a las mujeres jóvenes, perpetuando la violencia sexual de género.
¿En qué consisten las capacitaciones al personal de los hoteles, restaurantes y agencias de viajes para identificar y reportar casos de ESCNNA?
La capacitación cubre una hoja de ruta detallada sobre cómo identificar y reportar casos sospechosos de ESCNNA incluyendo identificación de señales de alarma, el marco legal y activación de protocolos establecidos. Además, se deben implementar campañas de sensibilización dirigidas a turistas, la población local y el sector turístico, utilizando medios de comunicación y redes sociales para destacar la gravedad del problema, sus consecuencias y cómo reportar casos sospechosos.
Por esto mismo se está trabajando en la mejora de la señalización y la información disponible para turistas sobre cómo hacer reportes. En caso de sospechar de un caso de ESCNNA, puede comunicarse con la línea 122, la plataforma virtual ¡A denunciar! o la línea gratuita nacional de la Fiscalía General de la Nación 01 8000 919 048. Además, puede reportar el caso directamente al ICBF línea 141 o a la línea de emergencias 123.
Andrés Santamaría Garrido es abogado de la Universidad Javeriana de Bogotá, con una maestría en Políticas Públicas de la Universidad de Macquarie y estudios en Harvard. También cursó un diplomado en Derechos Humanos en la Universidad de Lund, Suecia, con una beca de ASDI.
¿Cómo se están utilizando los medios de comunicación y las redes sociales para educar y movilizar a la población en contra de este problema?
Para combatir la explotación sexual comercial de menores, se están realizando campañas de sensibilización a través de redes sociales y medios de comunicación. Se han creado contenidos para educar al público y promover la denuncia de este problema. En la página web del Instituto se encuentra la cartilla completa directrices para los actores del turismo sobre prevención, código de conducta y causas de estos delitos.
Algunos de los puntos principales expuestos en la cartilla en relación al código de conducta es la prohibición del ingreso de menores a establecimientos turísticos con fines de explotación, denunciar casos a las autoridades competentes y tener protocolos internos de prevención en hoteles, restaurantes y otros espacios donde se pueda presentar la ESCNNA.
¿Cuál es el propósito del nuevo sistema de información para el reporte, monitoreo y seguimiento de casos de ESCNNA en el turismo?
Bogotá ha experimentado un auge turístico en los últimos años. Sin embargo, este crecimiento se ve amenazado por el flagelo de la ESCNNA. Con un eficiente monitoreo y seguimiento a posibles casos, vamos a impactar posibles subregistros y a enfocarnos en las zonas donde se evidencian más casos.
Justamente, la Defensoría del Pueblo emitió la Alerta Temprana 004 del 2024 para las localidades de Tunjuelito, Antonio Nariño, Los Mártires, Puente Aranda, Santa Fe, La Candelaria, Teusaquillo, Chapinero y Barrios Unidos. En esta alerta temprana se advierte un riesgo por la vinculación, uso y utilización de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, principalmente para fines de explotación sexual comercial y explotación laboral.
En cuanto a los programas educativos para jóvenes, ¿qué contenidos se están desarrollando y cómo se integran en el entorno escolar?
Estamos colaborando con distintas organizaciones de la sociedad civil para desarrollar material educativo dirigido a estudiantes de los colegios de la ciudad empezando por los nueve establecimientos educativos ubicados en Quinta Paredes, para ayudar a los jóvenes a identificar riesgos y tomar medidas para proteger su dignidad y evitar la explotación sexual. El objetivo es prevenir estos delitos y fomentar una cultura de denuncia que reduzca el subregistro de casos de ESCNNA en la ciudad.
Además de las consecuencias ya mencionadas por la ESCNNA, ¿qué impacto podría tener este problema en el turismo de la ciudad?
La ESCNNA no solo perjudica a las víctimas y sus familias, sino que también tiene un impacto negativo en el turismo. En primer lugar, daña la imagen de la ciudad generando una percepción de inseguridad que puede disuadir a los turistas de venir. Además, la presencia de explotadores en áreas turísticas afecta negativamente a la comunidad local, generando un ambiente de miedo y desconfianza. En cuanto a los niños y niñas víctimas del delito, normalmente son excluidos, limitando sus oportunidades de desarrollo. Todos estos factores contribuyen a una imagen negativa y puede provocar pérdidas económicas significativas para el sector turístico al reducir la demanda y afectar a los negocios vinculados al turismo.
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