Para las personas VIH positivas, la sexualidad puede convertirse en un dolor de cabeza.
Juan De La Mar, activista VIH positivo, entrevista a la médica sexóloga Alexandra Caballero quien comparte importantes reflexiones sobre este tema.
Recibir un diagnóstico de VIH puede significar un cambio de vida para muchas personas. En algunos casos se presenta como un momento de duelo o pérdida, en el que se deben replantear las prioridades; sin embargo con el acompañamiento de profesionales y grupos de apoyo, puede convertirse en una oportunidad para adquirir nuevos hábitos y tener un conocimiento más profundo y cuidadoso de la propia salud.
Juan De la Mar fue diagnosticado con VIH positivo hace seis años y desde ese momento ha recibido acompañamiento de la doctora Alexandra Caballero, magíster en salud sexual y directora de Sexpositiva, una plataforma educativa que plantea una visión positiva de la sexualidad. La experta resuelve algunas preguntas sobre la sexualidad de las personas diagnosticadas con VIH positivo.
¿Cómo se afecta la experiencia de la sexualidad para una persona que recibe un diagnóstico VIH positivo?
Lo primero a tener en cuenta es que toda persona que tenga actividad sexual penetrativa sin protección puede infectarse con el VIH. La experiencia de la sexualidad ante el diagnóstico de VIH varía en función de la edad del diagnóstico, el género de la persona, del estado de pareja, el estadio de la infección; si se tienen hijos, entre otros.
Las personas con diagnóstico de VIH positivo tienen poca información sobre las diversas maneras de relacionarse sexualmente y no identifican fácilmente una persona que pueda guiarlas. De otra parte, las acciones en respuesta al VIH priorizan a los hombres que tienen sexo con hombres, invisibilizando a los otros grupos poblacionales que viven con el virus, como las mujeres, las personas trans y la población que tiene prácticas heterosexuales en general. La experiencia de la vida sexual no se contempla dentro del tratamiento clásico del VIH, ni en las campañas de comunicación y es un error, pues se desconoce la actividad sexual y al placer como parte importante de la calidad de vida de todas las personas
El diagnóstico de VIH positivo genera un impacto emocional en quien lo recibe, la vida ya no puede seguir siendo la misma. Afloran una serie de emociones como negación, ansiedad, estrés, depresión, sensación de vulnerabilidad, ira, frustración, incertidumbre: incluso puede albergar ideas suicidas. En este primer momento, es frecuente que la sexualidad pase a un segundo plano, pues es probable que la infección se haya adquirido después de un encuentro sexual, por lo que pueden emerger sentimientos de culpa y rechazo hacia esta actividad.
¿Qué rol juega la comunicación con las parejas sexuales después de recibir este diagnóstico?
Retomar la vida sexual es un paso importante luego del diagnóstico y requiere de un estado de responsabilidad y madurez. La situación ideal sería iniciar el tratamiento lo más pronto posible, para así evitar complicaciones y lograr la indetectabilidad. Cuando el virus es indetectable entonces es intransmisible.
El mejor momento para comunicar sobre el VIH a una pareja, es cuando considera que se encuentra en un espacio libre de estigma y discriminación. Después de la adherencia al tratamiento la persona puede continuar con todos los aspectos de su vida, incluida la actividad sexual. Esta es una de las máximas de la sexualidad responsable: “me cuido, te cuido”.
¿Cuáles son las prácticas sexuales seguras que se pueden tener en las que no hay riesgo de infección por VIH?
Las relaciones sexuales penetrativas son las implicadas en la infección por VIH, entonces aquellas relaciones sexuales sin penetración como la masturbación propia o mutua, estimulación de pezones, cibersexo, caricias íntimas, frotamiento, estimulación manual, uso de juguetes sexuales o aquellas que no incluyan contacto con los fluidos corporales de la pareja son seguras.
La práctica sexual segura por excelencia es el uso del condón. En la actualidad existen dos tipos: externo, que es el más conocido; e interno, también llamado condón femenino, que se puede utilizar en relaciones vaginales o anales.
¿Cuáles son los métodos de prevención para tener relaciones sexuales penetrativas?
Específicamente para el VIH existe un método para eliminar el riesgo de infección llamado PrEP (profilaxis de preexposición) que utiliza medicamentos antirretrovirales. La Organización Mundial de la Salud recomienda una dosis diaria a hombres y mujeres que estén en riesgo considerable de adquirir el VIH. Es importante realizar una prueba de VIH antes de iniciar el tratamiento, pues el PrEP está diseñado para personas que no son portadoras del virus.
Si ha tenido una relación de riesgo, debe hacer uso del método de emergencia PEP (profilaxis ostexposición) dentro de las primeras 72 horas luego de la relación. Para esto se debe informar lo más pronto posible al proveedor de salud. Si está ante riesgos contínuos la mejor opción es ingresar a un programa de PrEP.
En ambos casos, las instituciones prestadoras de salud se encuentran habilitadas para realizar la asesoría y suministrar el medicamento.
Como lo mencionó, existe evidencia científica que demuestra que cuando una persona tiene carga viral indetectable, no transmite el VIH ¿De qué manera contribuye esto a mejorar la vivencia de la sexualidad para las personas VIH positivas?
En los paquetes de prevención combinada del VIH, el tratamiento es una de las estrategias de prevención. Según el reporte de ONU SIDA del año 2018 Indetectable=Intransmisible. La salud pública y la supresión de la carga vírica del VIH: “para muchas personas que viven con el VIH, la noticia de que ya no pueden transmitir el virus les ha cambiado la vida. Además de poder elegir entre tener relaciones sexuales con o sin preservativo, al tener la supresión viral se sienten liberadas del estigma que conlleva vivir con el VIH”.
Estos estudios promueven el uso de la medicación, y por otra parte, buscan reducir el estigma relacionado con el VIH; es por esto, que los activistas y los profesionales de la salud queremos que se vea a la infección por VIH como una enfermedad crónica, en la que se puede experimentar una vida sexual placentera, libre de riesgos y de violencia, reconociendo que la sexualidad se expresa en pensamientos, deseos, fantasías, erotismo, placer y las relaciones sexuales de diferentes tipos.
¿Por qué es importante para las personas que vivimos con VIH recibir acompañamiento de especialistas en salud sexual y reproductiva?
El acompañamiento ayuda a disminuir los niveles de incertidumbre, orientar sobre las maneras en las que se puede continuar con la vida afectiva y erótica, enriquecer las prácticas sexuales, aumentar el autoestima sexual y tener una visión positiva de la sexualidad, resignificando el placer como elemento primordial de la actividad sexual y aumentando la calidad de vida hasta conseguir eliminar el estigma y discriminacion asociados al VIH
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