La llegada de la Navidad supone para la mayoría de los niños una época en la que reciben numerosos obsequios de padres, familiares y seres queridos. En ocasiones suelen ser tantos, que no se logra despertar en ellos un interés genuino y duradero. ¿Cómo aprovechar estas fechas para fomentar y desarrollar sus valores y no hábitos de consumismo? Le contamos.
Se ha vuelto habitual que los padres entreguen a los niños tres, cuatro y hasta más regalos que, sumados a los que les da el resto de familiares y seres queridos, terminan abrumándolos y causándoles desinterés. Al cabo de pocos días o minutos, ese juguete probablemente termine arrumado en una esquina, junto con todos los demás.
Es por ello que expertos recomiendan no atiborrar de regalos a los niños en esta Navidad pues, aseguran, son prácticas que contribuyen al consumismo y los puede convertir en caprichosos o avaros. Sugieren, más bien, aprovechar estas fechas para fomentarles valores como la solidaridad, la humildad, el perdón y la empatía por los demás.
En los colegios colombianos, los maestros se esfuerzan cada año en desarrollar actividades dirigidas a que, aun a temprana edad, los niños entiendan que lo más importante es el acto de brindar alegrías a otros.
“Dar, por encima de recibir; entender que si no hay muchos regalos o no llegó el que deseaba, no pasa nada; porque lo verdaderamente importante es compartir en familia y comprender que cualquier acción, como un abrazo o un simple dibujo, puede significar mucho para otro”, dice Yen Durán, profesora de primaria de la Secretaría de Educación de Bogotá.
Durán cuenta que ha participado en diversas actividades dirigidas a “reforzar la bondad y generosidad en los niños, respetando la creencia religiosa de cada familia: un año hacemos novenas, otro cantamos villancicos, o hacemos cartas con promesas para el próximo año. Esas promesas tienen que ver con ser mejores hijos, mejores nietos, mejores hermanos o amigos. Son cosas simples, pero que desarrollan la humildad de los niños y ayudan a determinar quiénes podrían llegar a ser en el futuro. Este año me conmovió muchísimo un alumno que en su carta al Niño Jesús, pidió una mamá. La de él falleció no hace mucho de una enfermedad”.
¿Cómo hacer que un juguete no sea mejor que la gratitud, respeto y solidaridad?
Diana Ortiz, miembro del comité de política pública en prácticas parentales y crianza sin violencia del Colegio Colombiano de Psicólogos, afirma que una manera de empezar es hablándoles a los niños con claridad. “La Navidad es una temporada culturalmente importante para una parte de la humanidad, no para toda. Hay que compartirles la historia de las respectivas tradiciones. Esto nos dará la oportunidad también como adultos, de entender que es una época en la que los regalos no son el centro, ni siquiera son necesarios”, explica.
Aunque es difícil no regalarle un juguete a un niño en estas fechas, la especialista en psicología educativa aconseja hacerlo con mesura y coherencia. “Lo importante es no caer en excesos ni recargarlos con regalos innecesarios. Conocer sus verdaderos gustos y necesidades ayuda a simplificar esa escogencia y evitar que, como adultos, caigamos en estereotipos tradicionales de regalar muñecas a las niñas o pelotas a los niños”, comenta Ortiz.
“Ahora, si el propósito que buscamos es fomentar en ellos la acción de dar por encima de recibir, debemos involucrarnos todos y hacer cambios significativos en el hogar, la escuela, la sociedad; desvincular la época y empezar hacerlo todo el año; disponer de acciones que ellos puedan empezar a copiar; enseñarles que todo lo que hacemos debe tener un propósito, de modo que cuando le den un abrazo a un anciano, lo hagan de manera genuina y no como una extensión nuestra, para hacer lucir tiernos o especiales nuestros propios regalos”, enfatiza la psicóloga Ortiz, quien también es docente en la Universidad EAN.
Sin embargo, si el obsequio que se va a dar es para un niño hospitalizado o que padece alguna enfermedad crónica o degenerativa; lo didáctico y educativo son buenas opciones. Incluso podría dársele cualquier juguete, por muy extravagante que sea, siempre y cuando no comprometa su estado de salud.
El pediatra Fernando Castillo Romero, adscrito a Colsanitas en la Clínica Universitaria Colombia, sugiere que la Navidad se viva de una forma sencilla en la habitación del hospital. “No se trata únicamente de dar un presente material, porque en esos momentos nuestros pacientes pueden estar muy débiles y no aptos para jugar; además pueden tener restricciones en su dieta. Lo aconsejable van a ser la compañía y valores de solidaridad y empatía que puedan transmitir sus amigos y seres queridos”.
Tips de los especialistas
- Conocer las particularidades, intereses y necesidades de los niños.
- Evaluar el mensaje que se pretende dar a los niños con el obsequio. Los libros o juegos didácticos son excelentes opciones.
- Dar algo que en realidad necesiten o que deseen mucho.
- Evitar los excesos. Mejor no regalar por regalar.
- Acordar con familia y amigos qué podría regalar cada uno.
- Escoger aquellos que sean amigables con el medio ambiente.
- Regalar sus juguetes viejos y en buen estado a otros niños fomenta la empatía, la solidaridad y el afecto.
- Invitarlos a hacer algo para que se lo regalen a alguien más, así sea un dibujo.
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