Respetar cada una de sus personalidades, dedicarles tiempo exclusivo y evitar vestirlos igual son algunos de los retos que deben asumir los padres.
l embarazo me generaba muchas expectativas, pero cuando el doctor hizo la ecografía, mi sorpresa fue doble y sentí un poco de miedo”, cuenta Diana, la feliz mamá de Santiago y Matías, dos niños idénticos que actualmente revolotean por toda la casa, van a colegio y alegran la vida de sus padres.
Desde esa ecografía, Diana y su esposo asumieron que tendrían gastos y retos dobles. Por ejemplo: ¿sería conveniente vestirlos igual? ¿tendrían los mismos gustos o temperamentos? ¿cómo distribuirían su tiempo, los horarios, las rutinas? ¿irían al mismo jardín, colegio, salón de clases? Y la más sorprendente: ¿serían capaces de identificarlos?
Las respuestas a estas inquietudes se han ido dando con el tiempo. Santiago y Matías son físicamente idénticos, pero su mamá los reconoce perfectamente, de eso no hay duda. Cada etapa ha traído su afán y cada duda su respuesta. “Yo leo mucho sobre la crianza de múltiples, pues existen muchas investigaciones que nos aportan respuestas, además, estoy en la Liga de los Múltiples, una red de apoyo creada en Colombia por Juan Pablo Berna y su esposa María Danuta Galazka, quienes tienen trillizas.
La Liga de los Múltiples agrupa a más de seis mil familias de Colombia, en donde hay cerca de 12.000 partos múltiples al año, según datos de la entidad.
“Lo primero que deben saber los padres de familias múltiples es que sus hijos pueden ser idénticos o parecidos, pero que cada uno es un individuo con identidad propia y que, como tal, se deben respetar”, explica Berna, presidente de la Liga.
“Desde que les dan la noticia que esperan dos, tres, o más bebés, las familias tienen un estrés enorme, porque muy seguramente es un embarazo de alto riesgo”, explica el doctor Darío Botero, pediatra puericultor adscrito a Colsanitas. “Como me lo dijo el papá de unos mellizos, ser padres de múltiples es un caos maravilloso”.
Dos seres iguales, dos mundos diferentes
“Desde la panza yo sentía que mis gemelos tenían una personalidad distinta”, cuenta Diana. Uno era más inquieto, se movía todo el tiempo, el otro era más tranquilo. Ahora que han crecido sé que son como el ying y el yang: uno es imprudente, tiene mucha energía, es extrovertido; el otro es calmado, introvertido; cada uno tiene sus gustos en materia de comida o juegos, por ejemplo”.
Sobre la base de esta individualidad, explica Juan Pablo Bernal, se debe basar la crianza.
Joan Friedman, psicoterapeuta y reconocida experta en crianza de familias múltiples, (ella es gemela idéntica, madre de cinco hijos, dos de ellos mellizos) autora de varios libros sobre el tema, indica en sus conferencias que las “necesidades emocionales de cada uno de los chicos es distinta”.
Por ello, añade el doctor Botero, “la psicología moderna recalca la necesidad de tener la claridad de que son parecidos físicamente, pero cada uno es un ser humano diferente”.
Así pues, la época en la que los gemelos, los mellizos o trillizos se vestían igual, comían lo mismo, practicaban el mismo juego o deporte, iban al mismo salón de clase y tenían los mismos amigos, pasó.
Por ejemplo, a Matías y Santiago los llevaron a salones diferentes el primer día de clase. Uno de ellos lloró, pero sus profesores manejaron la situación, los reunieron nuevamente en el recreo y así sucedió por tres días. Cuando querían verse, lo permitían. Al cabo de esos días todo se calmó. Cada uno iba a su salón sin problemas, hicieron nuevos amigos y generaron sus propias dinámicas. Está demostrado, según los estudios especializados, que cada uno debe desarrollar autonomía e independencia, aunque exista siempre un vínculo fuerte entre los hermanos.
Han pasado casi dos meses en el colegio y la situación es normal: llegan felices a casa. Cada uno tiene su propio grupo de amigos. Diana reconoce que esa separación le dio más duro a ella, sin embargo confía en el colegio y sus docentes porque saben lo que hacen: “El colegio tiene experiencia con situaciones similares, de hecho, tiene otra pareja de mellizos de la misma edad”.
Para el pediatra y puericultor Darío Botero, es ideal que desde el embarazo se vaya creando una relación con cada uno para que cuando nazcan no los críen igual porque cada uno va a tener una personalidad propia: “Cada uno va a plantear un reto diferente porque la crianza individualizada es satisfactoria, más demandante, pero necesaria, para que cada uno de los hijos tenga una realización personal acorde con sus fortalezas y debilidades”.
Se refiere a las mismas tareas que asume Diana con sus hijos. Ella tiene claro que sus gemelos tienen una personalidad y unos gustos diferentes, a pesar del parecido físico.
“La crianza individualizada permite el desarrollo de cada niño de acuerdo con sus características, porque hay que tener claro que todos somos diferentes. Por ejemplo, no es saludable que tengan nombres parecidos, que los llamen ‘mellos’ o que los vistan igual”, dice el doctor Botero.
Según los estudios de pediatras, psicólogos y educadores se ha demostrado la necesidad de que ellos mismos se puedan identificar como diferentes. “La psicología moderna recomienda que cada uno tenga ropa diferente para que vayan creando una imagen propia de sí mismos y gane su espacio dentro del grupo, sin depender del otro. La idea es que se muestre como el líder que puede llegar a ser cada uno”.
Seguramente tendrán fortalezas y debilidades distintas, explica el pediatra, por lo cual no se les debe exigir lo mismo. Si uno tiene destrezas para el deporte, es posible que el otro sea menos atlético, pero tenga inclinaciones por las artes y en esa medida no se puede exigir lo mismo a cada uno de los hijos.
"La psicología moderna recalca la necesidad de tener la claridad de que son parecidos físicamente, pero cada uno es un ser humano diferente”.
Cuando el caos llega a casa
Los padres que tienen hijos múltiples necesitan establecer ciertas normas y hábitos que les permitan organizar el tiempo, los cuidados y la atención personalizada en casa. Además, se deben llenar de paciencia y amor en mayor medida. El apoyo y testimonios de familias similares es vital.
Por ello, recomienda el fundador de la Liga de los Múltiples, Juan Pablo Bernal, preparar una red de apoyo con anticipación, incluso desde el embarazo, para organizar tiempos, hábitos, rutinas y horarios.
Por lo general, explica Bernal, los bebés múltiples son prematuros, pues el embarazo es de alto riesgo y muy seguramente necesitarán convertirse en padres canguro. “Una vez salgan de esa etapa, la demanda de tiempo, recursos y ayuda debe organizarse con una red de apoyo de la familia o cuidadores. Los retos son muchos y distintos, por eso hay que estar preparados”, explica.
Es recomendable llevar un control de alimentación, cambios de pañal y baño. Para que no les pase como a algunos padres que en esos primeros días de atención en casa terminan alimentando dos veces al mismo bebé.
Un tiempo para cada quien
Después, cuando van creciendo y sus necesidades son otras, Bernal recomienda lo que él llama los tiempos de exclusividad, una tarea que coordina con su esposa. Por ejemplo, el papá sale a jugar con el niño al que le gusta el fútbol, mientras mamá se queda con el hermanito, que disfruta más leer o pintar. “Es una estrategia para que cada niño se sienta como hijo único y disfrute a solas de papá o mamá”.
Su experiencia con tres niñas de seis años le ha demostrado que estas tácticas funcionan muy bien. En su casa, por ejemplo, hay un día exclusivo para cada una en la semana. Eso disminuye las peleas, que son normales entre hermanos, sobre todo de la misma edad. La otra recomendación: que los padres nunca comparen, como ya han demostrado los especialistas, es necesario considerar a cada uno como un ser con características, fortalezas y debilidades propias.
Tenga en cuenta
Organice una red de apoyo para la casa desde el mismo momento en el que se entera de que será madre de más de un bebé.
Considere que cada uno de los bebés es un ser independiente que buscará su autonomía e irá construyendo su propia identidad. No son personas iguales, solo parecidas físicamente que nacieron al mismo tiempo.
Reconozca en cada uno sus debilidades y sus fortalezas, no compare ni piense que deben hacer las mismas cosas o tener los mismos gustos.
Cuando entren al colegio, procure que estén en salones distintos, ello les dará la opción de crear su propio grupo de amigos, convertirse en seres autónomos. Igual, los gemelos, mellizos o trillizos siempre tendrán una relación fuerte, incluso cuando sean adultos.
Procure no vestirlos igual, se trata de que cada uno construya la imagen de sí mismo; cuando sean más grandecitos, permita que escojan su ropa.
Más información: www.laligadelosmultiples.com
Dejar un comentario