Clasificada como un conjunto de síntomas neurológicos, la niebla mental es un estado que puede afectar a personas con diversas enfermedades o condiciones de salud.
Un año después del inicio de la pandemia, la revista The Lancet publicó una investigación sobre el deterioro cognitivo en pacientes que mostraron síntomas neurológicos similares después de varios meses de haber tenido covid.
Según el estudio, por lo menos un tercio de los afectados fueron diagnosticados por primera vez con enfermedades como depresión, ansiedad, demencia y párkinson. Otro estudio de la revista especializada Medical Science Monitor encontró que “muchos pacientes con covid de larga duración presentan alteraciones en sus funciones ejecutivas manifestadas en cambios de comportamiento, falta de atención, dificultad para expresarse verbalmente, problemas de memoria y confusión”, un estado al que se le denominó niebla mental.
Sin embargo, esta no es una disfunción cognitiva nueva y tampoco lo fue en el 2020. Mucho antes del covid, los neurólogos ya hablaban de “niebla mental” como un conjunto de sensaciones subjetivas que podrían servir de advertencia ante la posibilidad de daño neuronal.
En general, las causas son variadas y poco relacionadas entre sí. La falta de sueño, el embarazo, las enfermedades de base como la fibromialgia o la consecuencia de un ataque cerebrovascular son algunas de ellas. La niebla mental sigue siendo un término poco definido que intriga a la comunidad científica.
Covid de larga duración
De acuerdo con Angela Sierra, neuropsicóloga asociada al Programa integral Post-Covid de Colsanitas, cada vez se hace más evidente que existe una relación directa entre los pacientes que padecieron covid (sobre todo los que presentaron pérdida del olfato) y los que fueron diagnosticados con problemas cognitivos. “Cuando comienza la infección, el virus se extiende a otros órganos cercanos desde las mucosas de la nariz, boca y garganta, afectando estructuras del cerebro como el hipocampo y el giro cingulado, que están relacionados con la memoria”, y añade, “aunque el virus se haya ido tras unos días, la infección ya habrá causado un proceso inflamatorio que puede durar semanas e incluso meses, dando lugar a cambios en la estructura cerebral”. Otra teoría dice que el virus afecta el proceso de neurogénesis, es decir, la producción de nuevas neuronas.
Además del covid, hay enfermedades infecciosas como el VIH y la sífilis que están relacionadas con daño neuronal a pesar de que el origen de la infección no está dentro del cráneo o en sus inmediaciones. “Debido a que los virus y las bacterias pueden viajar por el torrente sanguíneo, es muy usual que infecten diferentes órganos”, dice la neuropsicóloga.
Amnesia de las madres
De acuerdo con un artículo publicado en 2022 en la revista Current Psychology, eventos específicos como el embarazo, el parto y el posparto afectan la funcionalidad cognitiva, dando origen a un estado de embotamiento mental bautizado popularmente como “momnesia”. Durante la investigación, se realizaron pruebas cognitivas a grupos de mujeres en diferentes etapas del embarazo y después del parto, mostrando resultados inferiores en algunos parámetros al compararlos con otro grupo en el que se encontraban mujeres no gestantes.
Para Darío Jácome, neuropsicólogo clínico y profesor universitario de Unisanitas, “esto se debe a que durante el embarazo las mujeres experimentan cambios hormonales muy fuertes que se traducen en perturbaciones en la actividad neuronal”. Hormonas como la prolactina, la oxitocina y la progesterona, que son liberadas en cantidades elevadas durante el embarazo, obligan al cerebro de las madres a enfocar toda su atención en el bebé, haciéndoles perder interés en otras preocupaciones del día a día.
Además, se ha comprobado que el estrés y la falta de sueño, circunstancias comunes en personas que cuidan de recién nacidos, afecta la conexión entre neuronas, reforzando esa sensación de embotamiento.
El factor emocional
“Después de que las consecuencias directas de la pandemia disminuyeron, los especialistas en salud mental hemos venido presenciando el efecto de una nueva pandemia producto de la anterior: la de la depresión y la ansiedad”, comenta la doctora Sierra. Y es que, sin importar el origen de la niebla mental, siempre existirá una gran influencia de la psique en los procesos neurológicos. “Generalmente los pacientes diagnosticados con trastornos mentales y cognitivos poscovid son pacientes que, debido a factores físicos y psicosociales, dejaron de dormir bien y empezaron a tener pensamientos obsesivos y a vivir en un estado de alerta, empeorando su capacidad cognitiva y, por consiguiente, su depresión y ansiedad”, agrega.
Como dichos trastornos mentales también producen secuelas a nivel neuronal, al final esa relación de causa y efecto converge en un único punto: la niebla mental.
De la misma manera, cuando llega el embarazo, el parto o incluso la menopausia, existen alteraciones en el estado de ánimo de las mujeres que no son provocadas solamente por el efecto de las hormonas. Para algunas pacientes, estas vivencias implican una carga emocional fuerte, pues se enfrentan a grandes cambios que producen incertidumbre. “Por ejemplo, para muchas pacientes, el fin de su etapa reproductiva tiene connotaciones negativas porque significa la entrada a la vejez, con sus implicaciones sociales y psicológicas”, señala el doctor Jácome.
Otros tipos de vivencias negativas como duelos, rupturas amorosas y problemas familiares y profesionales también pueden ser causas probables para los síntomas anteriormente mencionados. “Cuando nuestro cerebro está orientado hacia una misma idea todo el tiempo, rumiando escenarios posibles e imaginarios, su atención por otras actividades se reducirá”, explica la doctora Sierra.
Recomendaciones
Si alguna vez ha sentido alguno de los síntomas descritos anteriormente y le parece que estos afectan su vida personal y social, lo mejor siempre será acudir con un especialista. Este se encargará de hacerle pruebas neurológicas y una evaluación cognitiva. Posteriormente podrá sugerirle ejercicios, psicoterapia o recetar medicamentos si lo considera necesario. Aunque no existe una solución milagrosa para este tipo de padecimientos, el tratamiento usualmente ayuda a restablecer las capacidades del paciente.
Entre otros consejos para disminuir o evitar la niebla mental, el doctor Jácome recomienda mantener un cerebro saludable. “Hábitos como el ejercicio físico, una correcta hidratación y una alimentación balanceada, rica en verduras y ácidos grasos como el omega 3, son esenciales”.
Cuando se trata del bienestar de la mente, no hay nada más positivo que vigilar nuestros niveles de estrés y mantener la cabeza ocupada en actividades que nos producen bienestar. El deporte, viajar, leer o buscar un pasatiempo no solo evita la niebla mental, sino que además reduce el deterioro temprano del cerebro.
*Periodista. Colaborador frecuente de Bienestar Colsanitas.
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