La depresión en niños y jóvenes es una afectación al estado emocional. Quien la padece puede explicar que siente una tristeza muy grande y profunda, además de otros sentimientos. Estos son los consejos de dos psiquiatras para acompañar a un hijo con este diagnóstico.
En junio del 2023 se realizó en Medellín el II Congreso Internacional de Salud Mental en Niños y Adolescentes. El encuentro, en el que se dieron cita diferentes psiquiatras y psicólogos de todo el país, dejó valiosas recomendaciones para acompañar a niños y jóvenes con diferentes alteraciones en la salud mental. Laura Ospina Pinillos, médica Psiquiatra Infantil y docente universitaria y Aura Daniela Salgado Montenegro, Fellow de Psiquiatría Infantil resumieron en las memorias del congreso estas valiosas reflexiones en torno a las preguntas más comunes que puede tener un padre o una madre sobre la depresión de un hijo.
¿Qué es la depresión?
La depresión es una alteración en el estado emocional y se refiere a la presencia de una tristeza muy grande y profunda, más allá de lo esperado para la situación de la persona. Se acompaña de irritabilidad y mal genio, y, generalmente, cambia la forma de comportarse de las personas. Es una tristeza que no se acaba y que va creciendo a medida que pasa el tiempo. Eso no significa que un hijo se vea todo el tiempo triste o irritado, al contrario, en especial en los adolescentes, ocurre que el estado de ánimo puede variar según la cotidianidad, pero el sufrimiento está presente constantemente.
Pueden aparecer problemas para concentrarse, cambios en la alimentación con aumento o disminución de lo que se come, variaciones del sueño con mayores o menores tiempos de descanso, sensación de fatiga, falta de energía, así como más o menos actividad física. Finalmente puede que el joven piense en querer morir o suicidarse, esto es un síntoma de especial atención e intervención, pues es considerado un signo de alarma.
Causas
Son varios factores: la genética, situaciones que pasan en la vida y cómo las experimenta un hijo, su forma de ser, entre otros. Es decir, existe una susceptibilidad dada por las características de la persona que, en una circunstancia específica, podrían dar lugar a un episodio de depresión.
¿Es para toda la vida?
Eso va a depender de lo anteriormente mencionado, pero también de la posibilidad de que el joven tenga un tratamiento efectivo y por un tiempo adecuado. También depende de otras
estrategias de cuidado y promoción de la salud mental. Una persona no está deprimida toda su vida, pero sí por períodos que duran hasta meses, seguidos por temporadas de recuperación. Sin embargo, es frecuente que la depresión se repita.
¿Cuáles son las complicaciones de la depresión?
El impacto de la depresión en la vida de un hijo es grande: no le permite estudiar, trabajar
y relacionarse de la forma que quiere consigo mismo y con los demás; dificulta la
capacidad de disfrutar de la vida. La complicación más grande es que la persona se haga daño o le haga daño a otro. Por otra parte, pueden aparecer problemas emocionales o del comportamiento: ansiedad, consumo de drogas, etc.
¿Cómo se puede tratar la depresión?
Existen varias alternativas de tratamiento según la severidad de la depresión. Se recomienda realizar actividad física y asistir a terapia psicológica, además de cuidar la salud en general, el sueño y la alimentación. En los casos moderados y graves, o cuando lo anterior no da resultados esperados y los síntomas van empeorando, se propone el uso de medicamentos. Estos últimos incluyen un antidepresivo casi siempre, aunque a veces se usan en compañía de otro tipo de fármacos para dormir, para la ansiedad, para hacer más potente el antidepresivo. Siempre bajo las indicaciones del profesional.
¿Cuánto dura el tratamiento?
Depende de lo que tarde el joven en recuperarse y de que esa mejoría sea duradera y constante.
Es importante continuar las citas de seguimiento con el profesional a cargo, quien evaluará en qué momento y cómo es seguro terminar el tratamiento.
¿Cómo funcionan los antidepresivos?
Actúan en el cerebro modificando sustancias que influyen en el estado de ánimo, en el sueño, el
apetito, la concentración, entre muchos otros. Intervienen en circuitos y en áreas específicas del
Cerebro y regulan dichas sustancias a un nivel suficiente. Esto se da alrededor de la segunda o tercera semana de tratamiento. Por eso, es esperable que antes de este tiempo los cambios en el estado de ánimo no sean evidentes. Es fundamental asistir a las citas de control con el profesional con el fin de evaluar si el medicamento está siendo bien tolerado y está produciendo el efecto que se desea.
¿Los antidepresivos producen adicción?
Los antidepresivos no están relacionados con problemas de adicción, abuso o dependencia.
¿Los antidepresivos son seguros para mi hijo?
Sí, son seguros siempre y cuando se sigan las instrucciones del profesional, quien elegirá
medicamentos que hayan demostrado ser efectivos y seguros, y quien evaluará regularmente los
efectos del fármaco. Hay una alerta sobre aumento del riesgo de suicidio en adolescentes y jóvenes con diagnóstico de depresión que son tratados con antidepresivos. En este sentido, es importante que usted identifique si aparecen ideas de muerte o está planeando hacerse daño y consulte a urgencias tan pronto como sea posible. Tenga en cuenta que la depresión no tratada se acompaña con un mayor riesgo de suicidio. La asistencia a terapia psicológica y a las citas de control con el profesional permitirán identificar y, si es necesario, intervenir para disminuir el riesgo de hacerse daño.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo cuando está en crisis?
Las crisis pueden incluir momentos de gran angustia, desesperación y llanto. Es recomendable que su hijo pueda dirigirse a un lugar con la mayor privacidad posible, pero siempre bajo su vigilancia. Es ideal que este sea un lugar tranquilo, sin mucho ruido, en el que pueda llorar y desahogarse, sin que represente un riesgo para él ni para los demás. Hágale saber que cuenta con usted, acompáñelo, transmítale mensajes de apoyo, no lo cuestione, no lo invalide ni haga comentarios sobre su tristeza.
¿Cuáles son los signos de alarma de la depresión?
Que el ánimo no mejore, que no duerma nada o no quiera recibir comida; si se agrede o agrede a otras personas, si expresa que quiere morirse o suicidarse, si se comporta extraño, dice cosas incoherentes y que no sean ciertas. Es importante que pueda informar a otras redes de apoyo de la situación por la que está pasando su hijo, y comparta los signos de alarma con los amigos y el colegio. Así, si alguien identifica alguno, pueden contactarlo, informarle, e iniciar la ruta de emergencia que consiste en acudir por urgencias al centro de salud más cercano.
Para conocer las memorias completas del congreso ingrese aquí.
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