La máquina puede capturar y convertir el material contaminante del aire en materia prima para construcción. Un invento sobre el que incluso Bill Gates puso sus ojos. Para conocerla visite hoy FIMA, la Feria Internacional del Ambiente, en Corferias, Bogotá.
Mariana Pérez, la creadora de la planta de tratamiento FIVA, venía pensando en este proyecto desde que era una niña. Antes de graduarse de su colegio en Medellín ya tenía listo un prototipo con el que se presentó a varias ferias de ciencia, incluídas algunas fuera del país. Una vez terminó su carrera universitaria encontró, por fin, un inversionista que llevó su sueño a una escala empresarial y hoy tiene, junto a sus socios Juan Aristizabal y Leandro Contreras, una planta de tratamiento de aire que sueña con extender por todo Colombia.
¿Cómo funciona?
Mariana explica el mecanismo haciendo una analogía con una planta de tratamiento de agua. “Todas las ciudades buscan tener un tratamiento del recurso hídrico para entregarles a los ciudadanos agua limpia. Nosotros hacemos lo mismo pero con el aire. Instalamos sistemas de filtración, en espacios abiertos, que capturan directamente el aire (tecnología DAC), descargamos los contaminantes (gases y materiales que afectan o contaminan un volumen de aire) y retenemos ese material con una Sustancia Básica Programada (SPB) totalmente orgánica ubicada en un tanque de almacenamiento”.
En otras palabras, lo que hace la planta FIVA es capturar un volumen de aire contaminado y llevarlo a la máquina para separar los gases contaminantes, y a través de unos sistemas de filtración, separarlos para expulsar aire filtrado y limpio. Pero ahí no termina el trabajo de la máquina. Teniendo en cuenta que en este proceso se capturan gases contaminantes que deben ser dispuestos correctamente, para no causar una contaminación extra, se encapsulan en un material elaborado con plástico reciclado que luego se convierte en baldosas, placas, ladrillos; insumos de construcción.
“A esas partículas contaminantes que quedan en una sustancia líquida le agregamos otros componentes, creamos un nuevo material y la transformamos para generar una materia prima, porque cuando tú creas un proyecto ambiental usualmente creas otro problema. Nosotros queríamos encontrar una solución para esa contaminación que quedaba encapsulada, y lo que hicimos fue buscar la transformación de ese material”, explica Mariana.
La planta de tratamiento principal está ubicada en Girardota, Antioquia, y es capaz de limpiar 70 toneladas de aire por día, lo que equivale, para tener una imagen más clara, a descontaminar 22 estadios del tamaño del Santiago Bernabéu, en Madrid. Además tienen una planta instalada en el municipio de La Estrella, a las afueras de Medellín, y avanzan en la construcción de seis dispositivos más para instalar en Estados Unidos.
Estas máquinas resultan ideales para espacios donde hay mayor concentración de contaminantes, por ejemplo, al lado de autopistas, valles industriales; aunque en general las plantas funcionan en cualquier lugar. “Sueño con tener plantas de tratamiento por todo Colombia”, finaliza la inventora que tuvo que rechazar una oferta de compra de la fundación Microsoft, de Bill Gates, pues no quiere renunciar a su sueño, quiere ser ella quien le ofrezca a más colombianos la posibilidad de respirar un aire más puro.
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