Las bellas orquídeas nacionales

Desde 1936 la orquídea es la flor nacional de Colombia. Algunas especies están amenazadas, por lo cual es urgente conocerlas mejor y aprender a cuidarlas.

"Aquí, a 1.900 metros sobre el nivel del mar, confluyen las orquídeas de clima frío que alcanzan a descender, y las de clima caliente que alcanzan a subir”, explica Ildefonso Velásquez Durán, un apasionado por las orquídeas que lleva 45 años cultivándolas. Se graduó como administrador técnico pecuario, ha hecho cursos de biotecnología para la reproducción de orquídeas por laboratorio en el Sena, fue presidente de la Asociación Bogotana de Orquideología y es actualmente miembro de su junta directiva.

Hace dos décadas, con el objetivo de devolver las orquídeas a su ambiente natural, compró un terreno cerca al municipio Supatá, al noroccidente de Bogotá, y sembró bosque, donde introdujo los 60 géneros nacionales y los 25 extranjeros de orquídeas que hoy tiene. Según el Plan para el estudio y la conservación de las orquídeas en Colombia, publicado por el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, en el país tenemos 274 géneros clasificados.

Con la guía de Ildefonso visitamos su santuario de orquídeas, y nos detuvimos en los géneros más representativos de nuestra biodiversidad.

ODONTOGLOSSUM

En su gran mayoría son plantas de clima frío, crecen entre los 1.800 hasta los 3.000 metros sobre el nivel del mar. Existen diferentes especies en el país. Son fuertes, y su nombre se debe a que el labelo, que es el pétalo principal, tiene forma de lengua y adentro se ven unos dientes pequeños. Estos, denominados técnicamente callos, ayudan a que el insecto se pueda trepar, agarrar y sostener para polinizar. La especie luteopurpureum se considera la flor de Bogotá, ya que antes de la depredación abundaba en los cerros de Monserrate y Guadalupe. Todavía podemos encontrarla en Chingaza, que es zona protegida.

PLEUROTHALLIS

En el universo de las orquídeas, es uno de los géneros con más especies. Siempre florece en las hojas; casi todas las pleurothallis son del bosque de niebla. No tiene seudo bulbos, lo que significa que no almacenan energía. No los necesitan porque al vivir desde los 2.200 metros sobre el nivel del mar hasta el páramo, las nubes las llenan de agua constantemente. Existen pocas en clima caliente, cada dos meses florecen, y son polinizadas por mariposas y abejas.

MILTONIOPSIS

Este grupo colombiano también se conoce como orquídea pensamiento, porque se parece a dicha flor. Abundan en la zona del Eje Cafetero, principalmente en Manizales. En Cundinamarca son más pequeñas y presentan lágrimas en el labelo. Son más frágiles que odontoglossum, y se deterioran con la luz directa del sol.

ACINETA

Este género, con siete especies endémicas colombianas, de clima medio, tiene flores en forma globosa, de textura carnosa y generalmente perfumadas. La planta se siembra en canasta con orificios que permitan la salida de las varas florales, ya que su inflorescencia es péndula.

ANGULOA

Su etimología hace referencia a Francisco de Angulo, quien estudió la flora peruana en el siglo XVIII. La planta tiene muchas similitudes con sudamerlycaste, solo que las hojas son ovoides y no en punta de lanza. Además, al caer dejan una espina filosa en el tallo. Se pueden tener en Bogotá, pero dentro de casa, entre 14 y 18 grados centígrados. En el argot popular les dicen cuna de venus porque el labelo se mueve como un bebé acostado, y también se conocen como orquídea tulipán debido al parecido de sus formas entre las dos flores. Los pétalos y sépalos son cerrados y fuertes.

ONCIDIUM

Conocidas como damas danzantes o bailarinas, porque el labelo puede asociarse con una falda larga. Tienen las mismas características que odontoglossum, solo que sus varas son mucho más grandes, alcanzan hasta un metro y medio de longitud. A una de sus especies le dicen lluvia de oro o nochebuena, porque se cosechan en época de Navidad y sus pétalos amarillos ocres desprenden un perfume similar al olor de la miel.

El riego

La periodicidad del riego depende del sustrato en el que estén sembradas. En pedazos de corteza de pino es el medio más utilizado. Se riega con abundante agua —no con atomizador— una vez a la semana. Las cortezas de coco conservan por más tiempo la humedad, estas pueden regarse cada 15 días. Riéguela con una jarra de agua y déjela escurrir en la alberca o el platero. No sumerja la planta en un platón. De esta manera el sustrato terminará flotando. Las orquídeas necesitan sentirse seguras, no sueltas.

Las raíces

Nunca siembre una orquídea en tierra. Recuerde que ellas vienen de los árboles y sus raíces necesitan aire para vivir. Las cortezas de pino o de coco son ideales porque mantienen el agua y le dan soporte a la planta. La ventaja de las cortezas es que no apelmazan ni cierran los poros de la raíz. Ni siquiera las orquídeas terrestres necesitan tierra. Sus raíces son horizontales y van sobre la superficie, no ancladas.

*Bienestar Colsanitas.