Hay tres cosas para tener en cuenta antes de viajar con niños: llevar un botiquín completo, tomar precauciones para evitar accidentes y minimizar los riesgos de contagio de enfermedades. Por último, es esencial saber dónde y cómo tener asistencia médica en caso de que sea necesaria.
El botiquín de viaje debe contener: antieméticos, analgésicos y antipiréticos (preguntar al pediatra cuáles son los indicados), antiséptico local para heridas, gotas para el dolor de oídos (otitis externa) producido con frecuencia por el agua de las piscinas, crema antiinflamatoria y antibiótica para que las picaduras no se infecten, antihistamínico para el prurito y evitar que los niños se rasquen, loción de acetato de aluminio o sulfaplata para las quemaduras de sol, suero de hidratación, suero nasal, lágrimas naturales para los ojos, repelente y protector solar, curitas, algodón y gasas.
Las enfermedades más comunes en los viajes son respiratorias y gastrointestinales. Siga estas recomendaciones para reducir el riesgo:
• Haga uso moderado del aire acondicionado.
• Vigile los signos respiratorios de los niños, particularmente de los menores de dos años que son más vulnerables a infecciones que se pueden convertir en bronquiolitis.
• Esté atento si hay fiebre.
• Si no va a preparar la comida de los niños, prefiera los alimentos cocidos a los crudos.
• Evite la comida de la calle y las playas, pues su limpieza y sus procesos de conservación no están garantizados.
• Tome solo agua embotellada.
Consulte a un médico o vaya a urgencias en cualquiera de los siguientes casos: vómito persistente, inapetencia permanente, fiebre por más de 72 horas, dificultad para respirar, quemaduras graves en la piel y heridas cuyo sangrado no se pueda controlar".
• Si viaja en avión, limpie con suero las fosas nasales de los niños antes de subirlos al avión y deles algo de tomar durante el despegue y aterrizaje, que es cuando cambia la presión atmosférica. Si va en carro, use siempre una silla especial para niños bien ajustada. Los niños no deben ir sentados en las piernas de nadie y siempre deben tener puesto el cinturón de seguridad. Si sufren de mareo, consulte al pediatra los medicamentos que puede usar.
• Lleve ropa adecuada para el clima que visite, no olvide llevar cachucha y, aunque vaya a clima caliente, empaque ropa de manga larga para la noches. Si su bebé necesita alimentación especial o leche de fórmula, es mejor que la lleve con usted.
• No olvide el bloqueador solar y repita las aplicaciones cada dos o tres horas. Si es posible, los niños deben usar camisetas antisolares. Evite que los niños se expongan al sol entre las 11:00 a.m. y las 3:00 p.m. Si se queman, use loción con acetato de aluminio y no los deje asolearse más.
• Cuando estén en la piscina o el mar, los niños deben estar siempre vigilados por un adulto (no por los hermanos o primos mayores). Haga caso de las alertas sobre contaminación y oleaje. Evite que corran cerca de las piscinas. Deles agua con frecuencia. Es aconsejable que usen zapatos de agua para evitar cortadas en los pies. Siempre báñelos con agua dulce al salir del mar y la piscina.
• En caso de diarrea lo esencial es el suero de hidratación y acetaminofén, pues algunas enfermedades gastrointestinales pueden producir fiebre.
• Si hay heridas, límpielas bien con agua y jabón para retirar cuerpos extraños, vigile la hemorragia y contrólela con presión suave.
• Ya que hay enfermedades tropicales como el zika, el dengue y la malaria que se contagian con la picadura de mosquitos, evite exponer a los niños en las horas más críticas: entre 7:00 y 9:00 a.m. y desde las 6:00 hasta las 8:00 p.m. Póngales repelente, pantalones largos y camisas de manga larga. Use vaporizadores de insecticida o citronela en el hotel o la casa. Y si hay picaduras, hay que evitar que los niños se rasquen para prevenir infecciones: si ve que el niño no logra controlar la rasquiña use cremas y antihistamínicos.
• Consulte a un médico o vaya a urgencias en cualquiera de los siguientes casos: vómito persistente, inapetencia permanente, fiebre por más de 72 horas, dificultad para respirar (acelerada o con dificultad), quemaduras graves en la piel y heridas cuyo sangrado no se pueda controlar.
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