¿Cómo lograr una lactancia exitosa? ¿Qué accesorios comprar? ¿Es útil la compañía de un psicólogo? De la mano de una ginecobstetra recopilamos algunos consejos valiosos para este cambio de vida.
Gestar una vida por primera vez es un acontecimiento repleto de ilusión y felicidad, pero también de muchas dudas frente a las transformaciones que se avecinan. El exceso de información y recomendaciones es una de las razones por las cuales las futuras madres cometen errores que pueden tener implicaciones físicas, económicas y de salud. De acuerdo con las cifras más recientes publicadas por el DANE, el 66 % de las mujeres en Colombia da a luz a su primer hijo cuando tiene entre 15 y 24 años de edad; el 9 %, cuando tiene entre 30 y 34 años; el 4 %, entre los 35 y 39 años, y menos del 1 % se convierte en madre por primera vez después de los 40 años.
Con la asesoría de Marcela Otálora, ginecobstetra adscrita a Colsanitas, reunimos una serie de recomendaciones de utilidad para las madres primerizas.
1. El descanso
La higiene del sueño puede verse afectada, especialmente, al final del embarazo por el cansancio, el peso de la barriga y la dificultad de encontrar una posición para descansar. “Las mamás no tienen cómo acomodarse, entonces se les disminuye esa eficiencia del sueño. Tienden a despertarse en el transcurso de la noche, por eso se les aconseja una siesta en el día”, comenta la doctora Otálora. Lo ideal es aprovechar los momentos para dormir y encontrar la forma más cómoda de hacerlo. Por ejemplo, usando almohadas de maternidad, que facilitan y mejoran la calidad del descanso.
2. El ejercicio
La actividad física en mujeres embarazadas es beneficiosa en todo el proceso de gestación y postparto. Disminuye la incidencia de diabetes gestacional e hipertensión, produce endorfinas y ayuda a tener un embarazo sin complicaciones. Se recomienda hacerlo de la mano de profesionales. Deben evitarse los ejercicios de contacto pues el crecimiento del abdomen produce un desplazamiento del centro de gravedad y, por lo tanto, más riesgo de caídas. La doctora Otálora sugiere hacer ejercicio después del parto dirigidos por fisioterapeutas para rehabilitar y fortalecer el piso pélvico y prevenir más adelante, durante la menopausia, la aparición de prolapsos uterinos. Esto ocurre cuando los músculos y los ligamentos del piso pélvico se estiran y debilitan.
3. La lactancia
La estimulación es clave para lograr una lactancia favorable y sin dolores. La doctora Otálora explica que el control prenatal del segundo trimestre es el momento adecuado para revisar el estado de los pezones y prepararlos para la lactancia. “El curso de preparación para la maternidad y paternidad es muy importante porque se les indica cómo debe ser la técnica adecuada de lactancia y el aseo de los pezones, pues cuando se agrietan el proceso es doloroso; hay que evitar inflamaciones e infecciones como la mastitis”, asegura la especialista. Lo ideal es que los bebés se alimenten exclusivamente con leche materna durante los primeros cuatro a seis meses. Una vez comiencen con la alimentación complementaria deberían tomarla, mínimo, hasta cumplir un año.
4. Los objetos
Usar ropa cómoda, especialmente la que está diseñada para embarazadas; zapatos con suelas antideslizantes; fajas para aliviar los dolores de espalda, evitar el lumbago y reducir la compresión
en la zona pélvica, entre otros. Los cojines de lactancia, en forma de media luna, acomodan al bebé adecuadamente y evitan que la madre haga posturas que le causen dolores de espalda.
5. La alimentación
“Lo ideal es tener una alimentación balanceada rica en proteínas, verduras, frutas, e hidratarse todo el tiempo. Durante el embarazo, la producción de progesterona hace más lento el tránsito intestinal, y por eso en ocasiones las pacientes sufren de estreñimiento”, explica la especialista. Además, señala que la alimentación debe suplir los nutrientes necesarios para la madre y el hijo, pero ello no significa que la mamá deba comer por dos, como anteriormente se creía. La doctora Otálora recomienda tomar leche y todos los derivados de los lácteos; comer huevos, carne de ave, pescado y vacunos. Las mujeres vegetarianas, veganas o que por alguna condición no puedan consumir proteína animal, deben recurrir a una dieta que supla todos sus requerimientos nutricionales. Por esta razón, es importante acudir a un especialista, para que recomiende los alimentos adecuados y sugiera, si se necesitan, algunos suplementos como el ácido fólico, calcio o hierro.
Las mujeres embarazadas pueden seguir trabajando con normalidad, pero no deben olvidar las pausas activas.
En general
- La doctora Otálora recomienda ir a una consulta preconcepcional, es decir, antes de quedar embarazada, para conocer el estado de salud de la mujer. El control prenatal debe empezar apenas se tenga la prueba de embarazo positiva, para hacer todos los exámenes e intervenciones a tiempo.
- Una mujer embarazada puede continuar su vida sexual con normalidad si no presenta amenaza de aborto o síntomas de cuello corto (por el riesgo de parto prematuro espontáneo).
- También puede seguir trabajando con normalidad pero debe hacer pausas activas. Es posible que se pueda sentir más cansada de lo habitual.
- También puede seguir trabajando con normalidad pero debe hacer pausas activas. Es posible que se pueda sentir más cansada de lo habitual.
- Si después del parto tiene sentimientos encontrados respecto a su nueva condición, o la llegada del nuevo integrante está siendo especialmente difícil para la pareja, no dude en buscar acompañamiento de un psicólogo o psiquiatra. Con el nuevo estado llegan cambios hormonales, físicos y emocionales, así como múltiples responsabilidades que pueden desestabilizar a la nueva madre, o a ambos, madre y padre. La ayuda de un especialista puede hacer más llevaderos estos cambios.
-Este artículo hace parte de la edición 181 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.
* Periodista de Bienestar Colsanitas.
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