De la mano de una experta, le damos algunos consejos que le asegurarán un antes, durante y después más amables con su piel.
El método de depilación ideal varía según las características de la zona en la que una persona quiere eliminar el vello, el ritmo de crecimiento, la duración de los resultados y los factores económicos que involucran el proceso. Sin embargo, “sea cual sea el método escogido, la higiene es fundamental para prevenir infecciones cutáneas, abscesos o incluso foliculitis, un motivo regular de consulta”, explica la doctora Piedad Ariza, dermatóloga adscrita a Colsanitas.
En la búsqueda de una piel suave y libre de vello, a menudo pasamos por alto la importancia biológica y funcional de los vellos en el cuerpo. Más allá de consideraciones estéticas, estos diminutos filamentos desempeñan un papel crucial en diversas funciones que contribuyen a la regulación de la temperatura del cuerpo o la sensibilidad táctil. Por el contrario, la depilación es un trauma que genera inflamación en la piel que requiere de cuidados posteriores.
“Los vellos aparecen para protegernos del medio ambiente: del roce, del sudor y del sol. Esta función protectora es evidente al considerar que la falta de vellos, como en el caso de la calvicie o en áreas no cubiertas como las orejas en hombres, puede aumentar la exposición directa a la radiación solar, aumentando el riesgo de desarrollar cáncer de piel”, explica la doctora Ariza, subrayando la importancia de saber que la depilación puede influir en la salud cutánea.
Las axilas fueron la primera zona que las mujeres se depilaron completamente, por los vestidos sin mangas que empezaron a utilizar hacia la década de 1920.
La depilación tradicional
Estos métodos han sido utilizados durante largos periodos y han pasado de generación en generación. Sin embargo, es fundamental seguir estas recomendaciones si va a hacerlo por primera vez o ya lo hace con frecuencia, pues aunque suelen ser simples y no requieren tecnologías avanzadas, pueden provocar lesiones.
Cuchilla
Para este método es crucial tener la piel limpia y contar con una cuchilla nueva cada vez que se haga. La dirección de la depilación debe ir en el sentido del vello, pues de lo contrario se propician afecciones como la foliculitis.
Se desaconseja pasar la cuchilla varias veces sobre la misma zona porque puede causar micro heridas que permiten el ingreso de gérmenes y bacterias que no deben estar en la piel.
Depilación con cera
Con este método los mayores riesgos son la temperatura de la cera y la protección de la luz solar y azul, que pueden provocar quemaduras y manchas; una causa regular de consulta.
La dermatóloga Ariza recalca que en todo proceso de depilación las manchas se producen por la falta de cuidado durante el proceso y la protección posterior al procedimiento. “En este caso la piel inflamada más la luz son iguales a manchas que dan origen a una hiperpigmentación postinflamatoria, por lo cual es necesario iniciar un tratamiento dermatológico”, añade.
Depilación con hilo
Esta técnica ancestral es originaria de la India y se ha consolidado en Occidente en los últimos años debido a su precisión y resultados duraderos.
La doctora Ariza recomienda recurrir a este método si se busca depilar los vellos de la cara, pues permite una depilación precisa, especialmente en áreas delicadas como las cejas y el labio superior. La técnica es conocida por minimizar la irritación de la piel y reducir la posibilidad de vellos encarnados.
Cremas depilatorias
“Esta opción es ideal para una persona que está empezando a depilarse, pero debe hacerse una prueba en el brazo o en alguna otra zona para evitar generar dermatitis de contacto”, explica la doctora, porque estas cremas contienen sustancias potencialmente alergénicas como tioglicolato de calcio o potasio, que disuelven la queratina del vello, permitiendo que se desprenda fácilmente de la piel.
Aunque su aplicación es sencilla y generalmente indolora, es fundamental comprender sus características y consultar con su dermatólogo en caso de alguna reacción.
Tenga en cuenta
- No haga exfoliación, pues creará microheridas que abren a la piel y permiten la entrada de gérmenes y bacterias. En cambio, puede utilizar cremas con urea al 10 % que humectan y destapan los poros, evitando que se entierren.
- No use piedra pómez, esponjas o estropajos. Son herramientas abrasivas que pueden causar irritación y enrojecimiento. Su fricción puede aumentar el riesgo de vellos encarnados porque se pueden crear condiciones que propicien el crecimiento del vello hacia adentro al retirarlo de manera brusca. Su uso repetido puede contribuir a la eliminación de la capa superior de la piel, dejándola más vulnerable a infecciones y al daño ambiental.
- Use jabones suaves que respeten el ph de la piel y no olvide esparcirlos únicamente con la mano.
- No se depile las piernas el mismo día en que se realiza el pedicure porque puede darse una contaminación cruzada.
- Verifique que la cera que utilizan en su procedimiento sea nueva y que al finalizar sea desechada.
- Escoja una buena cuchilla y no la utilice para cortar los vellos de la cara porque hará que se vuelvan más gruesos.
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