Las expectativas de los demás se pueden convertir en un peso difícil de cargar. En contraste, las satisfacciones personales pueden liberarnos de esa carga.
En ocasiones, las expectativas y prejuicios de nuestros familiares, amigos o conocidos se pueden convertir en un peso difícil de cargar, porque es usual que tengamos ideas diferentes de lo que es valioso y lo que experimentamos como una satisfacción personal. Por eso es fundamental perseverar en la búsqueda de las motivaciones, la materialización de los sueños o todo aquello que nos permita ser fieles a nosotros mismos y no sentir la obligación de cumplir con los estándares de otras personas.
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