Los microplásticos, presentes en el agua, el aire y los alimentos, son una amenaza invisible para la salud humana porque causan grandes daños en el organismo.
Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico, de menos de cinco milímetros, que se encuentran en el medio ambiente, y su presencia en el planeta es cada vez más preocupante. National Geographic explica que la contaminación plástica se ha convertido en un problema ambiental apremiante, pues el rápido aumento de la producción de productos plásticos desechables supera la capacidad del mundo para lidiar con ellos.
La contaminación plástica es más visible en los países asiáticos y africanos en desarrollo, donde los sistemas de recolección de basura a menudo son ineficientes o inexistentes. Especialmente en países con bajas tasas de reciclaje, donde se presentan problemas para recolectar adecuadamente los plásticos desechados.
Según Greenpeace España, ocho millones de toneladas de basura al año llegan a los mares y océanos. Cada segundo más de 200 kilos de basura terminan en los océanos. Se desconoce la cantidad exacta de plásticos en los mares, pero se estiman unos 50 billones de fragmentos de plástico, sin incluir los trozos que hay en el fondo marino o en las playas. Estas partículas provienen de diversas fuentes, incluyendo:
Productos de cuidado personal: exfoliantes faciales, pastas dentales y jabones corporales.
Telas para el hogar: ropa sintética, toallas y cortinas.
Productos industriales: abrasivos y pelotillas de plástico.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una vez en el cuerpo, los microplásticos pueden acumularse en los órganos y tejidos, y causar inflamación, daño celular e incluso problemas reproductivos. Por otro lado, la inhalación de microplásticos puede causar problemas respiratorios, como asma y bronquitis. Estas partículas imitan la acción de las hormonas en el cuerpo, lo que puede afectar al desarrollo fetal, la fertilidad y el sistema inmunológico.
¿Qué podemos hacer?
Aunque la lucha contra la contaminación por microplásticos es un desafío, hay acciones que podemos tomar para disminuir nuestra exposición:
Limitar el uso de plástico: usar bolsas reutilizables y evitar los pitillos y los cubiertos de plástico.
Lavar la ropa sintética con agua fría: esto reduce la liberación de microfibras de plástico
Consumir alimentos frescos y orgánicos: Esto reduce la exposición a los microplásticos presentes en los alimentos procesados.Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) numerosos países de todo el mundo han introducido prohibiciones a la fabricación de cosméticos y productos de cuidado personal que contienen estas microesferas. Estas leyes ya se aprobaron en Canadá, Irlanda, los Países Bajos y el Reino Unido.
Dejar un comentario