Hasta el 85 % de los productos ofrecidos para niños son altos en azúcares, grasas, sal y edulcorantes.Restringir el poder de persuasión de la publicidad de estos alimentos resulta clave para cuidar su salud, indica la Organización Mundial de la Salud.
Para proteger a niños y niñas de la comercialización de alimentos y bebidas con alto contenido de ácidos grasos saturados y trans, azúcares y sal, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a los gobiernos establecer normativas firmes y exhaustivas.
"La comercialización agresiva y generalizada de alimentos y bebidas con alto contenido en grasas, azúcares y sal dirigida a los niños es responsable de las elecciones dietéticas poco saludables", afirmó Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición y Seguridad Alimentaria de la OMS.
Un estudio publicado recientemente en la revista académica Journal of the American Medical Association, demostró que los casos de diabetes en niños han aumentado en un 40 % desde 1990 y lo califican como “una epidemia mundial que causa diversas afecciones médicas asociadas con una mayor incidencia de muerte prematura”.
Al mismo tiempo, según dijo Branca, “los llamamientos a unas prácticas de comercialización responsables no han tenido un impacto significativo”. La responsabilidad está en manos de los Estados y las regulaciones que establezcan para proteger la salud de niños y niñas.
Recientemente, en Colombia se expidió la Ley de Comida Chatarra, que ordena incluir sellos frontales de advertencia en ciertos alimentos, para que los consumidores puedan identificar fácilmente los que contienen cantidades de ingredientes que pueden ser peligrosos para la salud. Pero la OMS recomienda ir más allá y restringir el poder de persuasión de la publicidad de alimentos: limitar el uso de dibujos animados o técnicas que atraigan a los niños, la inclusión de juguetes con los productos, la publicidad con canciones y el respaldo de personas famosas.
Estudios han demostrado que consumir dos o más vasos de bebidas azucaradas puede incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como hipertensión, derrames cerebrales e infarto, así como diabetes, y que existe una relación entre el consumo de alimentos ultraprocesados en los primeros años de vida y la obesidad en la juventud. En Colombia, el 21,5 % de los hogares consumen estos comestibles. Y los niños, son los más afectados: hasta el 85 % de los productos ofrecidos para niños son altos en azúcares, grasas, sal y edulcorantes.
Recomendaciones para una alimentación saludable
La infancia es el momento ideal para formar buenos hábitos alimenticios que perdurarán para el resto de la vida. Y mientras los Estados siguen las recomendaciones hechas por la organización, padres y madres pueden comenzar a tomar medidas en casa.
A la hora de elegir los alimentos de sus hijos, tenga en cuenta la edad y las actividades, porque de eso dependerá la cantidad de calorías que deben consumir. Para ello, asesórese con un especialista en nutrición que pueda darle orientación en el tipo de alimentos y las porciones para su hijo o hija. Estas son algunas recomendaciones que podemos darle:
Alimentos imprescindibles en una lonchera balanceada
- Lácteos: queso, yogurt, leche.
- Porciones de fruta entera: porque contienen vitaminas y fibra.
- Líquidos para hidratarse: agua o jugo natural.
- Cereales: arepa, waffles, galletas saladas, tortillas o sánduches.
- Si va a incluir un dulce (no están prohibidos pero sí deben regularse) trate de no hacerlo siempre y no envíe el paquete completo. Es mejor si los dulces son hechos en casa, pues puede tener control sobre el contenido de azúcar y de ingredientes artificiales.
Planear es controlar
Cuando no planeamos una comida o una preparación corremos el riesgo de elegir cualquier producto que esté listo y eso nos lleva, indiscutiblemente, a los ultraprocesados. Por eso es muy importante planear las loncheras y otros alimentos de cada día para tener listos los ingredientes que les brindaremos. Si no tiene muchas ideas busque en redes sociales o en internet. Hay mucha información que puede resultar inspiradora.
Nada como el buen ejemplo
El niño come lo que los papás comen. Si la costumbre es cenar con hamburguesa y papas fritas o pizza, esa será la comida favorita de los pequeños. Si hay dulces, cereales azucarados, gaseosas y paquetes al alcance, será muy difícil querer controlar su consumo después.
Los buenos hábitos no deben promoverse únicamente en los niños, toda la familia tiene que adoptarlos. Comience por poner un plato de frutas al alcance de todos en casa. Y comience usted a tomar de paso una mandarina, una manzana. Si los papás lo hacen, los chicos lo van a hacer.
*Bienestar Colsanitas.
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