La adicción de los jóvenes a los contenidos en internet es un desafío para la familia y la sociedad. Aprenda a identificar las señales de este problema y descubra cómo ayudarles a superarlo.
No es la primera vez que Kate Winslet se refiere al peligro que pueden representar las redes sociales para los jóvenes, pero el discurso que dio el domingo 14 de mayo mientras recibía el premio a mejor actriz principal en los premios Bafta, el galardón de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión, se volvió viral en las mismas plataformas que ha criticado.
Lo hizo a propósito de la película ‘I am Ruth’ (Yo soy Ruth), en la cual interpreta a una madre que ve cómo su hija queda atrapada en las redes sociales y su lucha contra ello.
“Yo soy Ruth se hizo para los padres y sus hijos, para las familias que se sienten rehenes de los peligros del mundo online. Para los padres que desearían poder seguir comunicándose con sus hijos adolescentes pero que ya no pueden, y para los jóvenes que se han vuelto adictos a las redes sociales y sus lados más oscuros”, dijo Winslet, “no queremos permanecer aterrorizados por la salud mental de nuestros hijos”.
Su mensaje no es aislado. Ya en Bienestar hemos contado que utilizar en exceso las redes sociales puede generar episodios ansiosos y depresivos, aislamiento y agotamiento.
Rolando Salazar, decano de la Facultad de Psicología de Unisanitas, dice que en algunas ocasiones, incluso, es necesaria la intervención de un psicólogo para iniciar un proceso de acompañamiento y psicoeducación en familia. Porque “no es un tema solo del niño o del joven, es un asunto familiar”, comenta el especialista.
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Estas son algunas de las señales de alarma de que usted o sus hijos podrían estar teniendo un problema de adicción a las redes sociales:
- No se pueden desprender del celular, tienden a evitar la conversación con otras personas y prefieren apartarse del resto para navegar libremente.
- Reacciona de manera negativa ante las invitaciones presenciales.
-Disminuye el rendimiento escolar, universitario o laboral.
- Utiliza las redes sociales de forma automatizada. Existen personas que entran a las redes sociales y se quedan navegando por horas sin percatarse de todo el tiempo que están invirtiendo ahí.
- Necesidad de aprobación materializada en likes (me gusta), comentarios y reacciones que si se toman muy en serio puede llevar a cuadros depresivos y de ansiedad.
- Necesidad de vigilar a los demás. Supervisa los likes, comentarios e interacciones de algunas personas cercanas.
- Cansancio. Pasar mucho tiempo frente al teléfono en redes sociales produce agotamiento físico y mental, porque se sacrifican horas de descanso y sueño. Además, las luces, el brillo, los colores y la posición corporal de una persona mientras usa el celular pueden impedir que concilie el sueño con facilidad.
Y algunas recomendaciones para descansar de las redes sociales:
- Apagar las notificaciones. Recibirlas genera un influjo de dopamina (hormona del placer) y puede causar adicción.
- Mantener horarios. Si se le dificulta establecerlos, lo mejor es configurar un límite de tiempo en cada aplicación para que la misma red social le avise que el tiempo se ha agotado.
- Ubicar el celular lejos o incluso en otra habitación antes de ir a dormir.
- Priorizar el cuidado personal y mental. Dedique tiempo a actividades culturales, pasatiempos o deportes en lugar de invertirlo solo en las redes sociales.
- Eliminar redes sociales y dejar de seguir cuentas que no le hacen bien.
- Acudir con un psicólogo de ser necesario. El apoyo de un experto en salud mental le ayudará a manejar el uso del celular.
Es posible vivir sin Facebook, Instagram o Twitter. Incluso, cada vez más estudios señalan que se hace necesario vivir sin redes sociales o moderar su uso.
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*Bienestar Colsanitas.
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