Una delgada lámina sobre el ojo permite percibir el mundo con mayor precisión y facilidad. Acá un poco de la historia de este objeto trascendental para la mirada de muchos.
Dos siglos más tarde, el matemático John Herschel propuso crear una especie de molde que se adaptara a la superficie del ojo y que tomara como referencia la córnea. Tal vez esta idea fue una de las que más se acercó a lo que hoy conocemos como lente de contacto.
Sin embargo, fue el oftalmólogo alemán Adolf Fick, quien investigó en Zurich algo que llamó the contact spectacle y dio con el primer lente de contacto usable. A partir de las ideas de quienes pensaron antes que él, se le ocurrió poner un lente directamente sobre el ojo.
Esto los hacía incómodos y solo podían soportarse por algunas horas. Fue con este lente que inició realmente la historia de los lentes de contacto que continuaría sofisticándose por décadas y que aún hoy sigue en construcción.
El principio de los lentes de Fick ha permanecido más o menos inamovible, pero el diseño ha sufrido cambios de tamaño, grosor, ubicación en el ojo, modo de preservación, tiempo de uso y sobre todo de materiales.
Entonces los primeros lentes de contacto fueron de vidrio y rápidamente evolucionaron a plexiglás y plástico rígido. Sin embargo, estos materiales no permitían el paso óptimo de oxígeno, necesario para que los ojos se mantengan sanos. Además, eran lentes muy rígidos que no podían usarse por muchas horas.
Rígidos: mantienen su forma sobre el ojo, permiten una visión clara, duran más y pueden ayudar a problemas más graves.
Blandos: son flexibles, de fácil adaptación, sencillos de acomodar y reubicar dentro del ojo. Pueden durar menos que los lentes rígidos pero tienen la opción de ser desechables.
*Existen versiones que combinan características de ambos y se llaman híbridos.
El primer material que llegó en la década del sesenta para solucionar el conflicto con los vidrios y plásticos fue el hidrogel, una lámina flexible que también contiene agua y permite al ojo recibir más oxígeno. A partir del hidrogel se desarrollaron los lentes de contacto desechables; esto popularizó su uso y los lentes pasaron de ser un objeto para unos pocos, a una herramienta común para la mirada.
Para el futuro se espera que existan unos lentes de contacto para cada problema de visión y así se conviertan en una alternativa para cualquier usuario.
Para los más osados los lentes podrían ser una nueva pantalla que permita ver mucho más que lo que se tiene enfrente, hacer zoom o capturar imágenes. ¿Usted qué se imagina?
*Con la asesoría de Myriam Rocío Peñarete, optómetra adscrita a Colsanitas.
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