Esta enfermedad infecciosa es provocada por una variedad del virus Coxsackie, perteneciente a la familia de los enterovirus, que causa síntomas similares a los de la influenza. También conocido como Síndrome de pie-mano-boca, este virus tiene un pico de aparición entre los primeros cinco años de vida, pero puede extenderse si la persona no ha generado anticuerpos, así que en menor probabilidad, los adolescentes y adultos pueden contagiarse.
¿Cómo se contagia?
De forma similar a la de otros virus, “la transmisión ocurre por contacto directo con la saliva, las mucosas, secreciones y superficies contaminada, como suelen ser en este caso los elementos presentes dentro del salón de clase, que se convierte en el principal foco de contagio”, explica la pediatra Rosella Mariucci, médica adscrita a Colsanitas.
Es una enfermedad altamente contagiosa puesto que el contacto estrecho es el escenario ideal para su propagación, que tiene un tiempo estimado de cinco días. Además, según la médica pediatra Paola Castelblanco, “puede darse por contacto fecal-oral, porque el virus se excreta por las heces, así que es fundamental la higiene y el adecuado lavado de manos en los jardines infantiles y las guarderías, que tienen objetos que pueden contaminarse como mesones, juguetes, útiles escolares, e inodoros”.
Actualmente no existe ningún tratamiento antiviral que sea efectivo.
Síntomas y manejo
Este virus de carácter benigno, según la pediatra Mariucci, no es grave ni tiene tantas complicaciones. Algunos de los signos son fiebre, síntomas de mucosa oral y brotes, principalmente en las palmas de la mano, la boca y los pies, que pueden extenderse a piernas y glúteos. El síntoma más frecuente es la deshidratación.
La enfermedad puede provocar otras lesiones que aparecen con menor frecuencia y no son graves, como el debilitamiento de las uñas. Es importante hacer un seguimiento médico de los síntomas en caso de que persistan o se agraven. Puede haber complicaciones severas, en menor proporción, como encefalitis, meningitis, o complicaciones a nivel pulmonar.
“El diagnóstico no requiere de alguna prueba específica. Lo ideal es consultar con el pediatra y aislar inmediatamente al niño para que no se enfermen otros. De no hacerlo, se da paso a las frecuentes epidemias en guarderías o jardines por el contacto entre los niños”, explica la doctora Castelblanco.
Las recomendaciones generales para el manejo de los síntomas por parte de ambas pediatras es hidratar constantemente al menor, debido a que el malestar impide su adecuada ingesta de alimentos y puede debilitar su organismo. También se puede tratar con analgésicos como el acetaminofén, pero siempre con las indicaciones de su pediatra. Es importante tener presente que la enfermedad se resuelve espontáneamente, así que es un proceso que requiere paciencia.
Recomendaciones
Es importante estar al tanto de las epidemias que puedan existir en la institución de su hijo para tener estrategias de prevención o tratamiento. Asimismo, lo ideal es mantener una dieta con base en alimentos naturales, con un alto contenido de vitamina C, y hábitos como el constante y correcto lavado de manos.
Aunque culturalmente se recomienda el uso de remedios caseros o plantas medicinales como el Matarratón, que fue recientemente recomendado por la presentadora Laura Acuña al compartir la experiencia de su hijo con el virus, no hay evidencia de su efectividad en el organismo y no se conocen los posibles efectos adversos que podría causar en la piel. Por lo tanto, antes de utilizarlo, consulte con su pediatra.
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