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Bienestar Colsanitas

Trabájele al descanso

Suena paradójico, pero es cierto: al descanso hay que trabajarle un poco. Observar ciertas rutinas durante el día mejora el sueño nocturno.

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E

l descanso de la noche, el sueño reparador, se prepara durante todo el día. En otras palabras, unos pocos buenos hábitos en la rutina del día mejoran el descanso de la noche. Y al mejorar el sueño mejoramos nuestro ánimo, nuestro desempeño laboral o académico y, lo más importante, nuestra salud física, espiritual y social. Ya lo dijo en las páginas de esta revista el doctor Rafael Lobelo, director de la Clínica Especializada en Trastornos del Sueño de Colsanitas: “Una persona que duerme mal amanece cansada, con la piel tensa y se ve poco saludable, tiende a dormirse durante el día, a perder la memoria y la concentración y a volverse irritable”.

Repasamos algunos hábitos que pueden observarse durante el día que ayudan a descansar mejor en la noche.

Por la mañana

• Haga algo de actividad física. Si no la tiene incluida en su agenda de todos los días, suba esos tres pisos del parqueadero a la oficina por las escaleras. Bájese del taxi tres cuadras antes. Váyase caminando a la oficina una vez a la semana, o en bicicleta. Hay mil maneras de incluir un poco de actividad física en la rutina. Luego verá que el cuerpo le irá pidiendo un poco más, hasta que ya no pueda dejar de hacer algo de ejercicio todos los días. Y eso es clave a la hora de descansar por la noche.

• Coma al menos una porción de fruta al desayuno y otra a mitad de la mañana. Las frutas ayudan a la adecuada digestión de los demás alimentos y aportan vitaminas y minerales que reparan y equilibran el metabolismo.

• Ventile su cuarto, organícelo un poco, deje que entre la luz natural si es posible. La mente tiende a relajarse en espacios organizados, despejados.

Por la tarde

• Procure no tomar cafeína por la tarde. Ni café, ni té, ni gaseosas: prefiera jugos, infusiones o agua pura.

• Salga de su oficina a una hora apropiada y no se lleve trabajo a casa. Separe los momentos del trabajo, del esparcimiento y del descanso, así el organismo se va acostumbrando poco a poco a que la actividad cerebral más dura se realiza en un espacio y a ciertas horas, y en otros espacios y a otras horas debe relajarse.

• Procure no hacer actividad física intensa en la tarde o en la noche; o si la hace, dele al cuerpo la oportunidad de descansar completamente antes de dormir. Una hora o dos son suficientes para separar el momento del ejercicio y el del descanso.

Por la noche

• Evite las comidas pesadas, muy condimentadas o con salsas o crema, la carne roja y las frituras. La cena ideal es una sopa, una ensalada o un sándwich.

• Limite el dulce durante todo el día, pero principalmente en la noche. El dulce es energía pura, y la idea es ir preparando el cuerpo para el descanso.

• No meta el portátil a la cama, ni la tableta. Ojalá ni el teléfono: dígale a su cerebro que la cama es para dormir. Bueno, y para la intimidad en pareja, pero ese es tema para otro artículo.

A cualquier hora

• Revise su colchón, su almohada y su cama y asegúrese  de que le brindan toda la comodidad posible. Cerca de un 30% de las personas que tienen problemas de sueño es porque duermen en un soporte inadecuado.

• Las sábanas también son importantes: cámbielas con frecuencia, procure que siempre estén limpias y frescas.

• El colchón puede ser duro o blando. Lo importante es que se adapte a sus necesidades y le brinde el mejor descanso posible. Tómese el tiempo necesario para escoger el mejor para usted y su familia. Y por favor: no ahorre en el colchón

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