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 llevarse mejor consigo mismo

Herramientas para aprender a llevarse mejor consigo mismo

Ilustración
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En un mundo cada vez más interconectado la idea de estar solo puede parecer desconcertante. Sin embargo, aprender a disfrutar de la soledad puede ser una habilidad invaluable, capaz de llevarnos a un mayor autoconocimiento, disfrutar más de las relaciones y a apreciar mejor la vida.

La soledad es una parte inevitable de la vida. Desde el nacimiento hasta la muerte, nuestra única compañía constante somos nosotros mismos. Y en lugar de ser desalentadora, esta perspectiva nos invita a reflexionar sobre la importancia de construir una buena relación con nosotros mismos para tener herramientas de autocuidado y establecer relaciones saludables con los demás.

La soledad es un espacio para la introspección. Nos permite explorar nuestros sentimientos, pensamientos y límites. Es un momento de intimidad en el que podemos realmente conocernos y entender lo que nos hace felices, lo que nos molesta y qué decisiones vamos a tomar frente a la vida.

Llevarse bien con uno mismo da herramientas para relacionarse con todo lo demás, con la vida misma y con los otros que nos acompañan en el camino.

El miedo al silencio

Según Constanza González, psicóloga directora del programa comunitario de Fundación Keralty y coordinadora nacional de Ciudades Compasivas, uno de los principales obstáculos para llevarse bien con uno mismo es el miedo a la soledad, vista como la soledad no deseada, que popularmente se relaciona al abandono. “Culturalmente, la soledad se tiende a percibir como algo negativo. Se asocia a la tristeza y eso nos aleja de la posibilidad de disfrutar de nuestra propia compañía. Como sociedad valoramos la constante actividad y el ruido y muchas veces nos dificultan encontrar momentos de silencio para escucharnos”, explica.

Romper el miedo a la soledad no es fácil y varía de persona a persona. Puede partir por intentar ir al cine o a comer en un restaurante a solas. Para algunos, puede parecer una tarea simple, pero para muchos representa un gran desafío, principalmente por el temor al juicio social y a enfrentarse a sí mismos.

En últimas, aprender a estar solo no se trata de evitar la compañía de los demás, sino de cultivar una relación saludable y enriquecedora consigo mismo, y con los demás. Es encontrar la base para conectar más con la vida y el entorno. 

Con la ayuda de Constanza, reunimos varias herramientas y prácticas que pueden ser de gran utilidad en este camino.

  • Familiarícese con el silencio

La sociedad actual está llena de ruido: redes sociales, eventos, televisión, música constante... Muchas veces parece un mandato social estar entretenidos, y si queda un espacio libre de tiempo y estamos solos nos refugiamos en el celular. “Escapamos de nosotros mismos sin darnos cuenta, pero podemos iniciar a familiarizarnos con el silencio y con el hecho de que no hacer nada es bueno, así sea durante cinco minutos: llegue a casa y no ponga enseguida la música o salga a caminar y no conecte los audífonos”, explica González

Destacado: Por ejemplo, llegamos a Instagram a ver qué publicaciones hay, a curiosear y podemos pasar horas. Este bombardeo sensorial constante nos aleja del silencio necesario para encontrarnos con nosotros mismos.

  • Ponga en práctica la atención plena y la meditación cotidiana

Podemos aprender el mindfulness o la atención plena, pues hacen parte parte de una capacidad que tenemos los seres humanos. Existen momentos de atención plena que no solo están dentro de las prácticas formales de la meditación como sentarse a prestar atención a la respiración y al entorno, como lo plantea la práctica de mindfulness, sino aquellos que están integrados en la vida; y que, se han convertido en una buena puerta de entrada.

“Hay muchos mitos alrededor de la meditación. No es poner la mente en blanco, sino escuchar lo que hay adentro -las emociones y los pensamientos- en relación con el afuera. En ese sentido todos lo podemos hacer”, explica González.

Puede iniciar prestando atención, por ejemplo, a las sensaciones en el cuerpo cuando da un paseo: cómo siente el aire en la cara, y observar por momentos su mente, cómo se comporta ahí, qué pasa en ese momento.

Por ejemplo, mientras se da una ducha, puede evitar lo que nos sucede por lo general, estar mentalmente en el siguiente momento, el de salir, pero no ahí. Más bien, intente dirigir su atención a las sensaciones que su cuerpo vive durante ese momento presente.

  • Genere el valor de la autocompasión

Después de comprender desde otro lugar la realidad y su forma de relacionarse con su cuerpo, su mente y su entorno, la autocompasión le puede dar el poder para sostener su propio sufrimiento y ser una red para sí mismo, y para acompañarse en el camino.

Según González, la autocompasión no es solo poder sostenerse mientras todo está mal, sino lograr una reflexión. ¿Cómo puedo cuidarme? Quizás es empezar a poner límites en mis relaciones sociales, a tener unas horas para descansar y para dormir bien, un poco de desconexión de las redes sociales, y puede que otras veces necesite decir “hasta aquí llego”. Puede ser un ejercicio activo o pasivo.

  • Reflexione sobre sus valores, metas y deseos en la vida

Seguramente puede parecer algo básico, pero ¿Cuántas veces toma sus decisiones de la vida frente a lo que desea? Pregúntese a sí mismo qué le hace feliz, qué le motiva y qué le apasiona. Puede hacerlo en un diario para registrar sus pensamientos y reflexiones. 

Asimismo la gratitud es una poderosa práctica que puede transformar su forma de ver el mundo y su lugar en él. Puede tomar unos minutos pensar por las cosas que está agradecido en su vida. Pueden ser cosas grandes, como la salud y el amor, o cosas pequeñas, como una conversación con una persona especial. Practicar la gratitud le ayudará a cultivar una actitud de satisfacción en la vida, incluso cuando esté solo.

El silencio puede ser incómodo al inicio, pero progresivamente facilitará explorar nuestras emociones y comprender nuestras verdaderas necesidades.

  • Haga su propia exploración creativa de usted y del mundo

La creatividad es una excelente manera de conectar con el interior y con la soledad. Encuentre una forma de expresión creativa que le apasione, ya sea escribir, pintar, dibujar, tocar un instrumento musical o cualquier otra actividad. Permítase experimentar y jugar libremente con sus ideas y emociones. 

También puede hacerlo desde salir al aire libre a caminar, a ver el cielo, contemplar el atardecer o explorar paisajes naturales que le rodean. La conexión con la naturaleza puede ayudarle a encontrar paz, claridad interior, y nuevas perspectivas del mundo que nos rodea.

Catalina Porras Suárez

Periodista enfocada en la línea de bienestar y de salud mental. Disfruta conocer y escribir nuevas historias. La realización audiovisual, el cine y la función social del periodismo están dentro de sus intereses.