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acompañar a un hijo ante la llegada de un hermano

La llegada de un hermano: cómo acompañar los cambios familiares

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La llegada de un hermano transforma la dinámica familiar y despierta emociones intensas en el hijo mayor. ¿Cómo acompañarlo durante el embarazo y después del nacimiento? Consultamos a tres expertas que nos compartieron sus consejos para un acompañamiento seguro.

La llegada de un hermano menor a un hogar es un acontecimiento que despierta muchas expectativas para todos los miembros de la familia, especialmente para el hijo que hasta ese momento era el único o el más pequeño. Por su mente pueden cruzarse muchos pensamientos y una larga espera, pues los niños pequeños viven específicamente en el presente, así que dimensionar los nueve meses del embarazo de la madre puede convertirse en todo un reto.

Consultamos a las expertas María Clara García, enfermera pediatra, Ana María Vélez psicóloga y Ana María Wilches, pedagoga del jardín Blanco y Negro, para entender las herramientas que pueden ayudar a los miembros de una familia con este cambio.

Lo primero que conviene anotar es que el concepto de “hermano” es abstracto para un niño. En general, no saben lo que va a pasar en el futuro. “Pueden pensar que tener un hermano será solamente para jugar y eso los emociona y tendrán muchas fantasías sobre lo que significa ser hermano mayor. Pueden imaginarlo como un juguete, un amigo, o incluso como una amenaza. No hay una experiencia real aún durante el embarazo de la madre”, explica Ana Wilches.

llegada de un hermano

Sin embargo, cuando el bebé nace la percepción se vuelve concreta: hay un llanto real, una mamá más ocupada, cambios en la rutina y menos exclusividad. En ese momento es cuando realmente se pueden activar emociones como celos, frustración, tristeza o incluso regresiones conductuales. Es como si el niño dijera: “¡Ah, esto sí cambia mi mundo!”.

El cerebro infantil es muy sensible a los cambios en el entorno y durante el embarazo de la mamá encontrarán variaciones en el estado de ánimo de ella que los harán cuestionarse, por eso es muy importante el acompañamiento a los niños en el embarazo y, por supuesto, después del nacimiento del hermanito.

¿Cuáles son los mayores temores de un niño que se convierte en hermano mayor?

  • Miedo a perder el amor y la atención de mamá o papá.
  • Sentirse reemplazado o abandonado.
  • Pensar que el bebé es “más importante” o “más querido”.
  • Confusión emocional al sentir celos y a la vez querer al bebé.
llegada de un hermano

¿Cómo se pueden mitigar esos temores?

  • Validando todas sus emociones sin juzgar ni minimizar lo que siente. Se pueden usar frases como: “Papá y mamá están contigo”.
  • Anticipando los cambios a través de cuentos, juegos de roles y conversaciones.
  • Involucrando al niño en el proceso (elegir la ropa del bebé, cantarle, ayudar en tareas pequeñas siempre y cuando él lo desee, no debe ser obligación).
  • Dedicando tiempo exclusivo y de calidad al niño grande. El hermano mayor requiere atención y demanda tiempo de papá y mamá así como el bebé. Al dedicar tiempo de calidad al niño grande se sentirá tan importante como el nuevo miembro de la familia.
  • Evitando frases como: “Tú eres el grande, debes entender”. En su lugar acompañálo emocionalmente como lo que es: un niño que también necesita cuidado y atención. Se pueden usar frases como: “cuando tú eras pequeño también hacíamos esto contigo.  También llorabas para comunicarte y decir que tenías hambre o sueño”...

Herramientas que pueden ayudar a vivir esta transición con amor

  • Leer cuentos infantiles sobre hermanos mayores.
  • Jugar al “hospital” o al “bebé” para procesar la información simbólicamente.
  • Crear un “rincón del hermano mayor” con fotos, dibujos y objetos especiales.  
  • Mantener rutinas predecibles para que el niño mantenga la sensación de seguridad.
llegada de un hermano

¿Cómo saber si un niño está aceptando bien la llegada del hermano?

Señales de adaptación saludable:

  • Puede expresar lo que siente, incluso celos o tristeza.
  • Muestra curiosidad por el bebé, aunque sea intermitente.
  • Tiene momentos de juego, alegría y conexión con los padres.
  • Perdida de rutinas ya adquiridas como el control de esfínteres y la dejada del tetero.

Señales de alerta

En estos casos, es recomendable buscar acompañamiento profesional: 

  • Cambios abruptos en el comportamiento (regresiones persistentes por mucho tiempo, agresividad, retraimiento).
  • Tristeza prolongada, pérdida de apetito, apatía o aislamiento.
  • Rechazo extremo hacia el bebé o hacia alguno de los padres.
llegada de un hermano

Agradecimientos: Jardín Blanco y negro @blancoynegrojardinfantil  @anaentreeducacionymama

Mónica Diago

Mónica Diago es editora de la revista Bienestar. Ha trabajado principalmente como periodista ambiental, pero desde que se convirtió en mamá ha enfocado su trabajo en visibilizar la importancia de la crianza consciente y respetuosa. Disfruta las caminatas, las montañas, los ríos y los libros ilustrados infantiles.