Este barranquillero es el rey Midas de los restaurantes: el que recomiende se llena. Las múltiples facetas que ha tenido en su vida han fortalecido sus habilidades y su carácter.
Encontrar un minuto en la agenda de Tulio Zuloaga es una tarea muy difícil. Sobre todo si está en medio de un Sushi Máster, Burger Máster o cualquiera de sus eventos gastronómicos multitudinarios. Tulio se mete de cabeza en estas maratones que sirven de trampolín a muchos negocios pequeños: alquila un avión, recorre hasta cuatro ciudades por día y hace al menos 60 llamadas diarias a los participantes. Ese es su trabajo y su pasión.
Desde que inició la pandemia vive una vida itinerante junto a su esposa y sus cuatro hijos, todos miembros del equipo de Tulio Recomienda. Pasa 12 días del mes en Miami y el resto entre Medellín y las ciudades participantes en sus competencias gastronómicas, en las que selecciona distintos restaurantes de todo el país para vender, durante una semana, el mismo producto a un precio competitivo.
De niño soñaba con ser sacerdote o cantante. Al final se decantó por la segunda opción. Aunque, por el camino, incluyó algunas otras versiones de sí mismo: actor, disc jockey, mecánico, productor de contenido, conferencista y cocinero. Pero, sin duda, la que más le gusta a él está ligada a su vida personal: “yo vine a este mundo a ser papá”, dice.
Gracias a sus reseñas y a sus competencias por encontrar la mejor hamburguesa o pizza del país, cientos de restauranteros se han visto beneficiados. Un buen comentario de Tulio en sus redes sociales termina generalmente con una fila kilométrica en las puertas de un local.
Una persona que no para, ¿dónde encuentra la calma?
Montando en motocicleta; antes me gustaba hacer viajes largos, ahora me queda más difícil. También en el agua; disfruto andar en kayak o en paddle con mi familia por los manglares.
Tienes que probar muchos platos y comer mucho. ¿Hay espacio para una dieta?
Soy vegetariano de corazón, pero me pica la lengua al decir eso, siendo el tipo que vende más hamburguesas en Colombia. Desde niño me gusta la cultura oriental, así que siempre he ayunado. También puedo decir que he estado más inclinado hacia la dieta keto, que se basa en proteínas y grasas, y muy pocos dulces y carbohidratos. Me gusta mucho el vino y el whisky. No me privo de nada, pero la clave está en la moderación.
Hablando del gusto por la cultura oriental, ¿qué tan espiritual eres?
Muchísimo. Soy un buscador de inspiración profesional. Fui evangélico, después estuve muy cercano al catolicismo, estudié sobre el hinduismo; hoy siento que, sin serlo completamente, estoy cerca del budismo. No creo en nada más que en tratar de ser la mejor persona posible. Incluso como mantra empresarial, hay que tener bondad en todo lo que uno hace.
¿Eres deportista?
El médico me dijo que tenía que hacer deporte y elegí el motociclismo, pero eso es un engaño porque lo que yo hago es touring, es decir, paseos en moto. Hace poco me metí en clases de motocross y casi me muero por la exigencia. De vez en cuando cojo la bicicleta.
Eres un tipo muy exitoso, pero experto en fracasos. ¿A qué se debe? ¿No sufres de miedo?
Miedo tengo todos los días, pero no me paraliza. Si uno no está preparado para fracasar no vale la pena ni levantarse de la cama. Fíjate: yo pasé de ser un cantante famoso a mecánico automotriz, después de una quiebra. La gente me veía y se burlaba. Hasta que un día escribí una carta que se hizo viral. Decía: “Sí, lo reconozco, soy un fracasado”. Con eso logré darle la vuelta a la historia. Siempre estoy preparado para empezar de cero, porque ya lo he hecho y porque nunca sabes en qué momento el universo apagará el botón.
Viendo tantas facetas que has tenido… ¿podrías escoger en cuál de ellas has sido más feliz?
El tema de la gastronomía es lo mío, es lo máximo. La actuación y el canto fueron casualidades de la vida que me ayudaron a prepararme para hacer lo que hago. Sin duda, en la gastronomía es donde me he sentido más seguro, y pienso que parte de la felicidad está en sentirme tranquilo.
Si vuelves a caerte, ¿qué rescatarías de ese nuevo tropiezo?
Yo creo que puedo caerme en cualquier momento. En todo hay aprendizaje. Mira, hay una historia muy especial de una mujer que se llama Andrea. Ella tenía un puesto muy chiquito de plátano maduro y cargaba con un pasado terrible de violencia por parte de su marido, lo que la llevó a la calle. Hace poco hizo público su relato y contó que gracias a Tulio Recomienda abrió su primer lugar en Envigado y se convirtió en empresaria. Cuentos como estos, que tengo muchísimos, son los que hacen que todo haya valido la pena.
Tres reglas de éxito de Tulio Zuloaga
1. El dinero no puede ser tu motivación. Piensa siempre en mejorar la vida de los demás: solo entonces vendrá la recompensa económica y el éxito.
2. No le temas al fracaso, te aporta más de lo que te quita.
3. Haz aquello que te apasione, para que al realizarlo puedas tener una cuota de seguridad.
- Este artículo hace parte de la edición 184 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.
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