Bailar es un movimiento que libera, que ordena la vida y aligera la ansiedad. Cuando aparece la música, los pensamientos se vuelven más livianos y el cuerpo recuerda cómo sentirse bien. Porque bailar no solo es celebrar: también es cuidar la salud emocional, respirar distinto y reconectar con la alegría más simple.

Siempre que bailo mi cuerpo se despierta antes que la mente.
Como si recordara algo esencial, algo que no se explica, solo se siente.

A veces solo cierro los ojos y me dejo llevar. La música y mi cuerpo se encuentran y los problemas se hacen ligeros Solo existo yo moviéndome sin esfuerzo. Como respirando al mismo ritmo que el mundo.

Bailar me desarma la tensión del día, me baja la ansiedad, me devuelve un tipo de alegría simple que ninguna productividad me da.

Hay estudios que dicen que bailar enciende zonas del cerebro que mejoran la memoria, que fortalece conexiones neuronales, que reduce el riesgo de demencia, Y sí, todo eso suena muy bien. Pero yo bailo porque me hace sentir viva.

Porque cuando muevo el cuerpo, la vida se me ordena solita. Todo cae en su lugar: el ritmo, la respiración, el humor, el ánimo.

Bailo para celebrar, para descargar, para agradecer. Para recordar que mi cuerpo también sabe disfrutar. Tal vez bailar no solucione nada… pero qué maravilla cómo lo alivia todo por un rato.



Dejar un comentario