Estas herramientas resultan de gran utilidad frente a una lesión o enfermedad que afecte la movilidad de una persona. Aquí le explicamos cómo usarlas de manera eficaz.
Las muletas son accesorios que brindan un soporte adicional para realizar la marcha cuando se presentan lesiones en una o en ambas extremidades inferiores. Existen dos tipos.
Muletas axilares. Son las más comunes. Tienen un soporte en forma de u que se apoya en las axilas. Ofrecen mayor estabilidad y descanso.
Bastones canadienses o muletas de antebrazo. Tienen un agarre para la mano y un soporte que se apoya en el antebrazo. Son más ligeras y permiten mayor movilidad.
Las muletas axilares ofrecen mayor estabilidad y descanso, pero menor movilidad. Además, pueden ser incómodas para las axilas. Los bastones canadienses ofrecen mayor movilidad y son más ligeros, pero dan menor estabilidad y no se recomiendan cuando hay lesiones graves. Es importante elegir el tipo de muleta adecuado para cada caso teniendo en cuenta la lesión y la movilidad del paciente y sus necesidades.
Recomendaciones para un buen uso de las muletas
- Es esencial ajustar correctamente la altura de las muletas para evitar incomodidades y riesgos de lesiones. Las agarraderas deben estar a la altura de la parte superior de las caderas. Los codos deben flexionarse ligeramente para sostenerlas y garantizar un soporte adecuado.
- Al caminar con muletas debe mantener una postura adecuada para evitar tensiones musculares adicionales. Mantenga la cabeza erguida y los hombros hacia atrás para distribuir uniformemente el peso y evitar la tensión en el cuello y la espalda. Evite encorvarse o inclinarse hacia adelante para mejorar el equilibrio y reducir el riesgo de caídas.
- Debe distribuir el peso de manera uniforme entre las muletas y las piernas: es fundamental para maximizar la estabilidad y prevenir lesiones. Evite apoyar excesivamente su peso en las muletas y permita que sus piernas lleven una parte significativa del peso corporal para evitar la fatiga muscular en los brazos y los hombros.
- Antes de caminar con muletas en entornos desafiantes practique en un área segura y controlada como su casa. Esto le permitirá familiarizarse con su uso, afianzar la técnica y ganar confianza antes de enfrentarse a situaciones más complejas fuera de casa.
- El uso de muletas debe ajustarse a las necesidades individuales, variando según la lesión o condición médica. Son cruciales en procesos de rehabilitación, especialmente en lesiones neurológicas o reemplazos articulares.
- Es importante considerar medidas de seguridad como evitar superficies resbaladizas y usar calzado con buen agarre. La duración del uso de las muletas varía según la lesión y el proceso de rehabilitación, por eso es fundamental seguir las indicaciones médicas para una recuperación óptima y sin complicaciones.
- Este artículo hace parte de la edición 193 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.
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