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“la Toya” Montoya

Toya Montoya, una voz para la tierra

Fotografía
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Por años fue una de las modelos más reconocidas de Colombia. Hace algún tiempo tomó la decisión de convertirse en embajadora ambiental y aportar en la visibilización de problemas ambientales.

María Victoria “la Toya” Montoya no solo ha desfilado en las pasarelas más importantes del mundo, también ha demostrado que las modelos tienen voz, carácter y opiniones. Las mismas características que la llevaron a establecerse en la televisión como presentadora de varios programas. Y, sobre todo, a elegir un camino como embajadora de marcas y proyectos que protegen la Tierra.

Aunque nació en Bogotá, tuvo el privilegio de crecer en Santa Marta y si tuviera que describir su infancia, lo haría con dos palabras: felicidad y libertad. “Tuve la dicha de gozar plenamente de la abundancia natural, de poder conectar con lo simple y de disfrutar plenamente de la naturaleza”. 

Allí, entre las playas del Magdalena y la cercanía a la Sierra Nevada, nació la conciencia social y ambiental de la Toya. Desde entonces ha viajado por distintas latitudes con el propósito de difundir su mensaje: “Solo protegemos lo que amamos y solo amamos lo que conocemos”. 

María Victoria “la Toya” Montoya

Durante años la hemos visto como modelo y embajadora de muchas marcas. ¿Alguna vez estuvo detrás de cámaras? ¿En publicidad, por ejemplo, la carrera que estudió?

Siempre he fluido con las oportunidades que me ha presentado la vida y el modelaje es una de ellas. Nunca soñé con construir una carrera basada en mi imagen, sin embargo, desde niña descubrí que este camino me permitía tener independencia económica y explorar el mundo, conocer diferentes culturas, historias y puntos de vista. Por eso decidí involucrarme cada vez más y tomármelo en serio. Al fin y al cabo, el modelaje es una rama de la publicidad.

Otra oportunidad que llegó fue como presentadora de televisión…

Sí, el modelaje fue el trampolín que me permitió llegar a la televisión. Comencé presentando un formato de entrevistas y, luego, uno de los realities más vistos: El Desafío. Sin embargo, rápidamente entendí que lo que realmente me apasionaba eran los trabajos donde tuviera que viajar y mostrar la riqueza que hay en cada rincón de Colombia. Sueño con seguir presentando proyectos que resalten el trabajo que hacen las comunidades, el ecoturismo y el turismo comunitario.

Claro, desde hace unos años su voz suena muy fuerte cuando se trata de temas ambientales. Hábleme de este camino que está recorriendo…

Cada vez somos más quienes entendemos que nuestro bienestar está ligado directamente al del planeta, que la naturaleza es medicina y guía. Creo que cuando hacemos una pausa y entendemos que somos parte de la naturaleza, y no dueños de ella, todo cambia.

Esas pausas, tan necesarias, a veces llegan a la fuerza. En su caso fue una depresión clínica la que la obligó a detenerse y pensar…

Esta fue la oportunidad que me dio la vida para ver con claridad. Yo lo llamo “mi gran despertar” (aunque tengo mucho por aprender) y es, quizás, el momento más doloroso y profundo que he vivido, pero también el más revelador. Cuando la vida nos obliga a parar para cuidar de nuestra salud mental, hay que hacerle caso. Me tomó año y medio entender de dónde venía tanto dolor y, a través de una red de apoyo enorme de profesionales holísticos y el abrazo de la naturaleza, logré volver a mi verdadera esencia.

¿Siempre ha sido espiritual?

Hace muchos años entendí que las respuestas siempre están adentro y que hay que sacar tiempo para estar en silencio y conectar con la intuición, con los anhelos del alma y los mensajes del espíritu. 

¿Sigue algún tipo de alimentación?

Por años me encasillé con etiquetas que no aportan: “vegetariana”, “pescetariana” “flexetariana”. Finalmente, entendí que mi cuerpo es sabio, que habla y pide lo que necesita; por eso, estoy atenta a sus mensajes para nutrirme de la manera correcta.

Y, ¿alguna rutina especial para el cuidado del pelo y de la piel?

No tengo una rutina extraordinaria; lo básico me ha funcionado porque estoy convencida de que la mejor forma de estar saludable viene de la alimentación (física y emocional). Para el pelo, hago pócimas, una vez por semana, con hierbas como el romero, la canela y aceites de sésamo, para hidratar y masajear el cuero cabelludo. Esto hace que crezca rápido y esté hidratado.

- Este artículo hace parte de la edición 193 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.

Adriana Restrepo

Periodista y productora. Cofundadora de la plataforma relatto.com.