Cada disciplina deportiva representa exigencias específicas para el cuerpo de los atletas que la practican. ¿Cómo es en el caso del baloncesto? Dos jugadores y el preparador físico de la Selección Colombia de Baloncesto nos responden.
La vida de Juan Diego Tello Palacios dio un giro radical en un bus de transporte público en Medellín a mediados de los años noventa. El futuro capitán de la selección no estaba a bordo de ese bus, sino su madre María Severa. Un entrenador vio a la mujer de más de 1,80 y le preguntó si tenía hijos; Juan Diego tenía apenas diez años y prefería el fútbol, pero ya era tan alto como su madre. La respuesta afirmativa de su mamá y la confianza del entrenador le abrieron una carrera llena de desafíos y logros.
Desde las categorías juveniles, Tello aparecía imponente ante los rivales. Además de los fundamentos técnicos, su fortaleza y su estatura lo convertían en un imparable alero de poder. Al igual que Tello, la anatomía privilegiada y el talento de Jaime Echenique —2,13 m— abrieron su trayecto desde Barranquilla hasta llegar a ser el primer colombiano en jugar un partido oficial de la NBA. La experiencia del armador Hansel Atencia es muy distinta: robusto pero compacto —1,78 m—, no encaja en el fenotipo obvio de un basquetbolista.
El caso de estos atletas da cuenta de las condiciones naturales y el trabajo físico necesarios para construir un cuerpo funcional para la práctica del deporte. Los tres han trabajado duro en su alimentación, entrenamiento y horas de gimnasio.
Pero también han tenido que sortear las lesiones y fortalecer el cuerpo y la mente ante el paso del tiempo. Actualmente, la Selección Colombia disputa un cupo para el Mundial de Baloncesto Alemania 2026. Durante la primera partida, Tello, Echenique y Atencia brillaron en el triunfo ante Venezuela por dos puntos. Tello tiene hoy 40 años y lidera el equipo desde una fortaleza física y mental que va mucho más allá de la edad, y que toma de ella el mayor valor: la experiencia.

Tips de Wan Su Lay
(Preparador de la Selección Colombia de Baloncesto)
Además de los fundamentos técnicos, su fortaleza y su estatura lo convertían en un imparable alero de poder. Al igual que Tello, la anatomía privilegiada y el talento de Jaime Echenique —2,13 m— abrieron su trayecto desde Barranquilla hasta llegar a ser el primer colombiano en jugar un partido oficial de la NBA. La experiencia del armador Hansel Atencia es muy distinta: robusto pero compacto —1,78 m—, no encaja en el fenotipo obvio de un basquetbolista.
El caso de estos atletas da cuenta de las condiciones naturales y el trabajo físico necesarios para construir un cuerpo funcional para la práctica del deporte. Los tres han trabajado duro en su alimentación, entrenamiento y horas de gimnasio.
Pero también han tenido que sortear las lesiones y fortalecer el cuerpo y la mente
ante el paso del tiempo. Actualmente, la Selección Colombia disputa un cupo para el Mundial de Baloncesto Alemania 2026. Durante la primera partida, Tello, Echenique y
Atencia brillaron en el triunfo ante Venezuela por dos puntos. Tello tiene hoy 40 años y lidera el equipo desde una fortaleza física y mental que va mucho más allá de la edad, y que toma de ella el mayor valor: la experiencia.
Formación: desde los 10 años se pueden desarrollar capacidades físicas, como la
flexibilidad, la coordinación y el trabajo pliométrico. Desde los 14 o 15 años, cuando ya hay una estructura mucho más estable, podemos empezar a desarrollar la masa muscular, potencia y fuerza explosiva.
Lesiones: en el tren inferior, las más frecuentes son las de ligamentos y meniscos de las rodillas; y a nivel del tobillo: los esguinces. En el tren superior es sensible la zona
lumbar, debido a hernias discales y lumbalgias.

Protocolo de prevención de la Selección Colombia de Baloncesto:
Primero revisamos cómo vienen trabajando los jugadores en sus clubes.
• Tan pronto llegan, hacemos entrada en calor,fortalecimiento del core, de las piernas y de la flexibilidad. Inicialmente nada de potencia, sino mantenimiento.
• Previo a los juegos se hace trabajo de crioterapia y crioinmersión. También hacemos trabajo sedativo, presoterapia y liberación miofascial.
• Después de los partidos, revisamos si hay algún golpe. y tratamos los traumas con electroestimulación, terapia manual y manejo de dolor.
Mentalidad
“Cuando estaba en la universidad tuve lesiones casi en cada parte de mi cuerpo. Varios equipos de la NBA me declararon ‘propenso a las lesiones’; pero 20 años después estoy más activo que muchos otros jugadores. Ahora miro hacia atrás y pienso que durante una carrera uno puede tener altibajos, pero analizar lo que ha pasado en mi cuerpo y entenderme es lo que me ha permitido conservar este nivel.
Mi eslogan es que ‘el movimiento es vida’ y a los 40 años es necesario dejar atrás las creencias limitantes, dejar de pensar en lo que no podemos hacer y enfocarnos en
que tenemos más conocimiento que antes”, Juan Tello.

Manos
Las fracturas en los dedos de las manos y las capsulitis —inflamaciones articulares—son las lesiones más frecuentes en el baloncesto. Suelen presentarse en la búsqueda de rebotes o en intentos de robar el balón. No son incapacitantes, pero pueden resultar muy dolorosas. Su tratamiento habitual implica el uso de antiinflamatorios, vendajes o férulas, y, en casos de mayor impacto, fisioterapia.
Emociones
“Al estar estresado, tu cuerpo se contrae y es más propenso a fallas musculares. Por eso tener estabilidad emocional es la mejor manera de prevenir las lesiones sin contacto.
Con frecuencia, los atletas estamos en un medio robotizado, en el que solamente es
jugar y jugar, y se nos olvida el ser humano que siente, que llora y que ríe. Por eso
es tan importante entrenar la mente como el cuerpo”, Jaime Echenique.
Tren inferior
(Piernas, rodillas y tobillos)
Según Wan Su Lay, preparador físico de la Selección Colombia, “el baloncesto tiene una exigencia muy alta al nivel de las piernas. La potencia requiere un fortalecimiento de todo el tren inferior: glúteos, cuádriceps e isquiotibiales”.
Los meniscos y ligamentos son áreas sensibles para la práctica del baloncesto, al igual que el talón de aquiles. El fortalecimiento de estas zonas puede complementarse con vendajes y calzado adecuados.





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