Pasar al contenido principal
El dilema de la segunda persona

El dilema de la segunda persona

Ilustración
:

Si no ha sabido cómo referirse a un caleño, un bogotano o un costeño, esta columna es para usted (o para ti o para vos).

Soy de Bogotá, un territorio un tanto atípico en el uso del y el usted, si se compara con otras regiones de Colombia y el mundo hispanoparlante. Hubo una época (digamos hace 40 o 50 años) en que dirigirse a las personas era muy sencillo. Entre mi hermano, los compañeros del colegio y las personas ajenas al círculo familiar cercano se usaba el usted. El era señal de respeto para los mayores de la familia: mis papás, mis tíos, las primas de mi mamá, las tías políticas. La única anomalía que había (que aún persiste y de la que vine a caer en cuenta hace apenas un par de años), es que entre los primos Villa nos tratamos de usted y con los Arias nos tuteamos. Vaya uno a saber por qué... Durante los años de universidad ese esquema se mantuvo, aunque un grupo de amigos caleños trajeron a mi vida el vos, que, como explicaré más adelante, ha sido para mí una herramienta de gran utilidad. Entonces aparecieron las primas bogotanas de la que sería mi esposa y ahí comenzó el lío porque estaban en la misma universidad (territorio usted), pero empezaron a tutearme. La mamá de mi esposa tuvo muchos hermanos, así que algunos primos de la rama Mariño me tutean y otros me hablan de usted, dependiendo de cuál tío o tía sean hijos. Yo, a menudo, me confundo y tuteo a quien me trata de usted. Corrían los primeros años 80 cuando esto sucedió y comenzó a tambalear esa estantería que parecía tan firme.

Cuando empecé a trabajar pensé en mantenerme en la ruta del usted, pero no fue nada fácil y tuve que aprender a navegar en las aguas del tuteo. Algunos jefes me tuteaban (lo que me desconcertaba), algunos me trataban de usted. Lo mismo sucedía con los compañeros de trabajo o los colegas de otros medios de comunicación. ¿Y qué hacer con colegas o entrevistados de otras partes? En algún momento de comienzos de los años 90 decidí tratar de vos a las personas de Cali y Medellín y de a las de la costa, aunque de vez en cuando me miraban rayado y me ponían el tatequieto con un enfático usted

Cuando llegaban nuevos compañeros al grupo de trabajo yo no sabía muy bien cómo hablarles. Pensaba que si tuteaba, iban a pensar que era un confianzudo y que si usaba el usted, parecería seco, distante y autoritario. Entonces recordé a mis amigos caleños y el vos llegó a mi como una tabla de salvación. Un ejemplo inventado al azar: la primera vez que interactuaba con X persona le preguntaba: 

—¿Vos podés escribir la nota sobre el concierto de Guns N’ Roses

—Claro, ¿para cuándo la quiere? —respondía. 

Listo, esta persona es de la orilla del usted. El lío es que, después de tantos años trabajando y relacionándome con tanta gente, no siempre fue fácil recordar si a una persona que dejé de ver por años la tuteaba o la trataba de usted. En más de una ocasión les he preguntado abiertamente, no sin algo de vergüenza, si nos tuteábamos o nos tratábamos de usted

Y cuando encuentro argentinos o españoles que ocupan cargos importantes, a veces les parece rarísimo que yo utilice el usted como señal de respeto. Alguna vez uno de ellos, más divertido que otra cosa, me pidió que por favor lo tuteara y no fui capaz. No me salía. Lo peor es que ya ni siquiera estoy seguro en el territorio de los compañeros de colegio o de universidad. Desde hace ya varios años transito por la edad en que se hacen frecuentes las reuniones de antiguos amigos del colegio y empecé a darme cuenta de que algunos, y sobre todo algunas, decidieron tutearme, lo cual me produce cierto desconcierto. Y me ha tocado memorizar cuáles son de usted y cuáles otros de

Ahora, para completar, algunas personas que me atienden en almacenes o cafeterías, y que uno trata de usted, por respeto me tutean. Decidí que lo mejor es seguirles la corriente. Y no sé si les pase a veces que en WhatsApp, en un mismo mensaje, los tuteen y los traten de usted, lo cual complica responder de la manera más adecuada. ¿Tú? ¿Vos? ¿Usted? Con lo fácil que es decir sumercé y ahorrarse así tanto problema…

- Este artículo hace parte de la edición 195 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.

Eduardo Arias Villa

Periodista y escritor. Miembro del consejo editorial de Bienestar Colsanitas.