La piel es el único órgano que se extiende por todo el cuerpo. Su forma de manifestarse es particular en cada persona. Aquí le enseñamos a entender qué pasa cuando aparecen morados.
Todos conocemos los morados que aparecen repentinamente en el cuerpo. Esas pequeñas lesiones bajo la piel donde se deposita la sangre. Los “morados” pueden presentar diversos tamaños o colores y en ocasiones son signo de enfermedades más graves.
Dentro de los morados encontramos los equimosis y los hematomas. Si la acumulación de sangre es pequeña es una equimosis y si es grande es un hematoma. Aunque, “en situaciones normalmente, no debería presentarse hematomas o morados, pues el cuerpo desarrolla mecanismos que evita que aparezcan con pequeños golpes”, señala Leonardo Bautista, hematólogo adscrito a Colsanitas.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, la equimosis es un “moretón pequeño causado por la fuga de sangre de los vasos sanguíneos rotos en los tejidos de la piel o las membranas mucosas”.
Los morados pueden clasificarse en tres tipos de manifestaciones:
- Petequias: puntos pequeños y circulares de color marrón o púrpura por el sangrado en la piel.
- Equimosis: lesiones en la piel de más de cinco centímetros.
- Hematoma: si son más amplias y acumulan mayor cantidad de sangre.
La composición de la sangre y la clasificación de los morados
La sangre es un tejido vivo conformado por partes líquidas y sólidas. La parte líquida es plasma, que está cargado de agua, sales y proteínas; mientras que la sólida contiene glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
Los encargados de suministrar oxígeno desde los pulmones a los tejidos y órganos son los glóbulos rojos. Los glóbulos blancos conforman el sistema inmunitario y se encargan de combatir infecciones. Las plaquetas ayudan a la coagulación de la sangre cuando aparece una herida o un corte.
Dentro de todo este equipo se destaca la médula ósea, que es el material esponjoso dentro de los huesos, encargado de producir nuevas células sanguíneas.
Entonces... ¿Qué pasa cuando aparece un morado leve?
Lo primero que sucede ocurre bajo la piel. Después de un golpe o una contusión los vasos sanguíneos se rompen y se abren, ocasionando una fuga de sangre dentro de las venas, que se manifiesta en los colores característicos de la equimosis: entre rojizas y moradas. Dependiendo de la contusión, el proceso de curación puede atravesar diversos tonos, empezando por el rojo, pasando por un azul violáceo y terminando en un amarillo verdoso.
Esa es la primera reacción del cuerpo ante contusiones pequeñas que podrían generar moretones en la piel. En esos casos se podría experimentar dolor leve sobre el área afectada, por al menos dos semanas, mientras desaparece el trauma sobre la piel.
Tips para aliviar un poco los síntomas:
- Aplicar hielo: poner hielo triturado en una bolsa de plástico o cubierto por una toalla por alrededor de 20 minutos ayuda a aliviar el dolor y la inflamación.
- Elevar el área afectada: colocar la zona afectada por encima del nivel de su corazón podría ayudar a reducir la inflamación y mejorar la circulación.
- Medicamentos analgésicos: el ibuprofeno puede ser aliado a la hora de aliviar el dolor y la inflamación.
- Aplicar vasodilatadores: la aplicación de sulfato de magnesio (disuelto en polvo sobre agua tibia en una compresa) podría contribuir a la disminución de la inflamación.
¿En qué casos son graves las equimosis o hematomas?
Según el hematólogo Bautista en casos más graves las equimosis o los hematomas se asocian como síntoma de problemas en la sangre, particularmente a la disminución de plaquetas, la incorrecta coagulación de la sangre o enfermedades más severas como la hemofilia y la leucemia.
“Los hematomas pueden ser la manifestación sintomática de una enfermedad de la coagulación y la coagulación en el cuerpo se explica por el funcionamiento de las plaquetas”, dice Leonardo Bautista. Si un paciente presenta disminución en el conteo de plaquetas podría presentar equimosis, hematomas o sangrado activo por medio de las mucosas, como la nasal. Pero, esto podría ser solo un síntoma de otra enfermedad asociada a la disminución de plaquetas.
Por ejemplo, “cuando un paciente tiene leucemia, empieza a producir un solo tipo de células dentro de la médula ósea. Esto hace que esa célula invada por completo toda la médula ósea y de esa forma se empieza a disminuir la producción normal de plaquetas”, explica el especialista.
Esto provoca a largo plazo una mala mezcla entre la escasez de plaquetas y la disminución en los factores de coagulación. “Entonces, si se llegan a presentar sangrados exagerados en niños o adultos que no tienen antecedentes de problemas en la coagulación, puede ser un signo de alarma de una enfermedad un poco más compleja como la leucemia”, concluye Bautista.
Acuda a urgencias si asocia los morados con…
- Sangrado constante por medio de las mucosas, nasales, orales, pulmonares o genitales.
- Vómito con sangre o deposición con sangre.
- Pérdida de peso inexplicada.
- Cansancio constante.
- Sensación de sudoración en las noches.
Enfermedades que pueden asociarse a la aparición de equimosis
- Leucemia. El aumento anormal de células blancas de la sangre contribuye a la formación de equimosis.
- Insuficiencia renal aguda. Como los riñones comienzan a degenerarse, la acumulación de productos de desecho en la sangre avanza, esto causará que algunas anomalías que conducen a la formación de manchas equimosis.
- Cáncer. Cualquier cáncer que se encuentra en el cuerpo puede causar hematomas.
- Mieloma múltiple. Esta enfermedad se caracteriza por el crecimiento anormal de células plasmáticas en la médula ósea que progresa a anormalidades de la sangre causando equimosis.
- Mielofibrosis. Esta enfermedad puede causar anemia, provocando el desarrollo de hematomas o moretones.
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