Si bien es una fuente inagotable de disfrute, bienestar e incluso una genuina obsesión para muchos, la práctica del fútbol no está exenta de riesgos.
"Suele haber una diferencia importante entre las lesiones de los profesionales y las de los que juegan el fin de semana con amigos”, explica Catalina Chica, especialista en medicina del deporte adscrita a Colsanitas, y médica del equipo profesional masculino Millonarios FC. “Los profesionales suelen lesionarse por sobrecarga física o desgastes debidos a la exigencia, casi nunca por trauma directo gracias a su experticia para tener más cuidado al entrar en contacto con otro o caer. En cambio entre aficionados suele haber muchas más lesiones por accidentes como golpes o caídas, entre otras cosas”
Prevención y recuperación
Prevención y recuperación: al salir de una lesión somos más propensos a volver a lesionarnos La quietud y el reposo produce una pérdida de masa muscular, que suele desequilibrar las capacidades de nuestro cuerpo. Si después de sanar no se hace el ejercicio necesario para recuperar la condición previa a la lesión, es muy alta la probabilidad de sobrecarga hasta desgarrar otros músculos o lesionar otros tendones para compensar la debilidad del músculo que recién se recupera.
Recuperarse exige fortaleza mental: tanto para no ceder al impulso de volver a jugar demasiado pronto como para no perder la moral o quedar preso del miedo al regresar a la cancha. Soltar la primera muleta, y después la segunda, ir a fisioterapia todos los días, o volver a patear un balón con confianza pueden ser verdaderos hitos de un proceso largo y en el que más vale respetar los tiempos que impone el cuerpo.
Para prevenir lesiones: entrenar más, estirar y descansar La doctora Catalina Chica señala que la prevención de lesiones viene de la mano de un acondicionamiento adecuado que evite sobrecargas, malos movimientos o que nuestros reflejos no alcancen a protegernos de un accidente. Para aquellos que juegan ocasionalmente o cada fin de semana, por ejemplo, sumar 45 minutos de ejercicio al menos dos días a la semana y estirar. El estiramiento no nos previene una lesión ese día, sino después de muchos meses de hacerlo.
Beneficios para la salud
- Combina el ejercicio de potencia aeróbica con entrenamiento de fuerza y coordinación.
- Desarrollo de la musculatura y su potencia.
- Aumento de la fuerza del corazón e irrigación sanguínea.
- Disminución de la tensión arterial y el colesterol.
- Es excelente para fomentar la disciplina deportiva, el sentido del trabajo en equipo y el desarrollo cardiovascular a edades tempranas.
- Aumento de la capacidad de reacción y agilidad de los reflejos. “Para obtener sus beneficios, hace falta practicarlo al menos tres veces a la semana y por lo menos durante 45 minutos o más en cada sesión. Por debajo de esto, no alcanza a tener un efecto en el cuerpo realmente”, dice la doctora Chica.
Pricipales lesiones:
1. Fracturas (especialmente difícil si es de tibia y peroné): usualmente por choque accidental, caída o patada. Frecuente en practicantes ocasionales debido a torpezas al patear y entrar en contacto con otros. Puede requerir cirugía si es grave. Si no hay complicaciones, los huesos sanan y se consolidan en 8 semanas: por lo general requiere inmovilización, descanso y fisioterapia.
2. Hombros dislocados: frecuentes por choque entre jugadores y caídas. Puede requerir ajuste manual o cirugía según el caso.
3. Lesión musculares (especialmente en muslos posteriores, gemelos y aductores): en alto rendimiento es la lesión más frecuente por sobrecarga o tensión. En práctica recreativa se da frecuentemente por falta de acondicionamiento. Puede ir de contractura muscular a rotura profunda del tejido. Según el grado de gravedad puede requerir desde reposo hasta cirugía, pero siempre debe acompañarse de terapia.
4. Meniscos (rodilla): usualmente se desgastan por sobreuso, aunque pueden afectarse también por trauma en una caída, golpe o choque. Pueden requerir cirugía si están muy deteriorados. Actualmente se tienden a usar técnicas que permiten conservar el menisco y promover su cicatrización, en lugar de extraerlos y reemplazarlos. El proceso de recuperación varía según la gravedad y el tipo de lesión, pero puede durar tanto como el de un ligamento cruzado.
5. De ligamento cruzado (rodilla): su lesión o rotura se debe por lo general a una torsión de la pierna con los taches del guayo aún clavados en el suelo. Casi siempre requiere cirugía, incluso en casos leves. Volver a jugar después de una lesión del cruzado puede tomar entre 6 y 9 meses de recuperación con fisioterapia diaria intensiva y acondicionamiento después de la cirugía, y hasta un año con regímenes de terapia menos intensos.
6. De tobillo y el tendón de Aquiles De tobillo y el tendón de Aquiles: la lesión en el tendón de Aquiles es más frecuente entre los no profesionales. Las lesiones, y en especial la rotura, suelen requerir cirugía. El proceso de recuperación puede tomar hasta un año para volver a la cancha, debido a que el Aquiles maneja tensiones enormes: toda la energía de nuestra musculatura y todo su peso. “En 7 años en Millonarios, no he visto una sola lesión del tendón de Aquiles, y en consulta externa he visto 3 roturas tan solo en el último año”, señala la doctora Chica.
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