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Bienestar Colsanitas

Pacientes más sensibles: un llamado en el día de la enfermera

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Hoy se conmemora el día internacional de la enfermería, una labor ejercida principalmente por mujeres. Laura Fonseca, jefe de salud mental de Sanitas, expone los principales retos que enfrenta actualmente en su trabajo y cómo podemos convertirnos en usuarios y pacientes más empáticos.

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Laura Fonseca es enfermera profesional, máster en salud e investigación mental. Su vocación por la enfermería la descubrió siendo una niña de ocho años. “Mi papá estuvo tres años con cuidado en casa, debido a un linfoma que le causó la muerte, y junto a nosotros estuvo una enfermera que me mostró el valor de acompañar a un enfermo, el cuidado, la empatía. Fue un momento muy difícil para toda la familia por eso fue una fortuna contar con ella”, cuenta.

Desde ese momento Laura comprendió que el cuidado era lo que motivaba su vida. Y más adelante eligió el camino de la salud mental lo que hoy la ha convertido en la jefe del núcleo del programa de salud mental de Sanitas. Desde este nuevo rol, que está desempeñando hace un año, Laura ha liderado la gestión del programa de salud mental y las diferentes rutas de atención: infantil, programa de adicciones, programa de salud pública y la gestión del riesgo. Un trabajo administrativo que ratifica la versatilidad de profesionales como ella que lideran equipos y son a la vez estrategas, para lo que requieren diferentes habilidades.

“Una enfermera debe ser muy organizada, analítica, creativa, curiosa, propositiva y con gran capacidad de escucha activa. También debemos ser capaces de  adaptarnos y tener gran tolerancia a la frustración”, explica Laura. Además de todo lo mencionado, una enfermera debe valerse de mucha fortaleza pues como ella misma lo afirma, son las encargadas de guiar los procesos de los pacientes y de brindar apoyo en los momentos más retadores.

Es consciente de que el autocuidado es preponderante en su día a día. Por eso tiene muy claras las herramientas de supervivencia que debe emplear cuando se ve abrumada por alguna situación que la desborda. Se trata del kit de primeros auxilios psicológicos, que no debe ser exclusivo de las enfermeras, sino de cualquier persona. Su compañera Shirley Rincón, de la unidad de rehabilitación funcional de Sanitas, es la precursora de esta herramienta que incluye elementos que estimulen sus sentidos y le ayuden a liberar el estrés, relajarse, evocar memorias emotivas a través del olfato, recordar sus gustos y motivaciones. 

Si ella está bien podrá transmitir bienestar a sus pacientes, lo tiene muy claro. Y al hacerse cargo de sus emociones y de su salud logra encontrar las mejores estrategias de comunicación para momentos desafiantes, como dar una noticia desalentadora, “busco un lugar  que sea adecuado, un tono de voz moderado; trato de ser muy clara con mis palabras,  y, especialmente, expreso a la persona y a la familia el apoyo que estoy dispuesta brindarles en ese momento”, relata.

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Pacientes más empáticos

Según el Ministerio de Salud y Protección Social, en Colombia el 80 % de las profesionales de la salud son mujeres; expuestas no solo a la atención de los pacientes y sus diferentes dolencias y enfermedades, sino a sus acompañantes que en algunas ocasiones se tornan agresivos, impacientes y ansiosos. Y aunque todo hace parte de una situación difícil de asimilar por unos y otros, la enfermedad o una complicación de salud, es importante reconocer que podemos ser más sensibles y amables con quienes desarrollan esta profesión con tanta dedicación, concentración y en ocasiones sin pausas.

Los trabajadores de la salud soportan jornadas de trabajo extenuantes, turnos de 24 horas, decisiones trascendentales, falta de descanso, y muchas veces estas jornadas están acompañadas de tratos inadecuados por parte de los pacientes. Vale la pena recordar que los usuarios debemos reconocer el trabajo diario de médicos y enfermeras, que gracias a su vocación de servicio están dispuestos a ayudarnos en momentos donde somos tan vulnerables como una enfermedad. 

“Un paciente que identifica nuestro valor es una persona que trata de crear un  vínculo con nosotras, que es curiosa, que intenta tener una conversación. Es una persona abierta y receptiva al cuidado. Muchas personas ponen barreras emocionales que impiden el diálogo y las explicaciones que debemos darles. No somos personas que solo están a cargo de los cuidados básicos. Un paciente que piensa eso nos limita. Somos  profesionales apasionadas por el cuidado y el servicio. Estamos ahí para orientar, guiar y ser un soporte en momentos de enfermedad”, comenta.

*Bienestar Colsanitas.

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