Pasar al contenido principal
Bienestar Colsanitas

Larga vida para el MAMBO

Fotografía
:

El Museo de Arte Moderno de Bogotá cumple 60 años y presenta la Gala MAMBO 2022, el evento que recauda fondos para lograr sus iniciativas culturales y educativas. 

SEPARADOR

En el Museo de Arte Moderno de Bogotá no solo hay maravillosas obras que cuentan la historia del arte colombiano. Hay un empuje, un deseo por salir adelante, un sueño, un reto permanente y una gran responsabilidad. El talante de las tres mujeres que durante 60 años han dirigido esta institución sin ánimo de lucro, Marta Traba, Gloria Zea y Claudia Hakim, ha resistido las adversidades económicas, e incluso pandémicas, con acciones determinantes que han logrado mantenerla viva.

En 1954, la crítica de arte y escritora Marta Traba (Buenos Aires, 1930 - Madrid, 1983) se estableció en Colombia con la idea de crear y cambiar la concepción de la entidad museística. Pensaba en museos generadores de acciones y reconocimiento popular. Propuso un cambio conceptual: pasar de la solemnidad del museo como institución de preservación artística, al dinamismo y vida de un recinto en el que se cruzan las disciplinas y el público. 

Traba se reunió con empresarios e intelectuales y, a través del Ministerio de Educación, consolidó la creación del Museo de Arte Moderno. A mediados del año siguiente la iniciativa tomó forma con la firma del acta de su constitución y en 1958 se estableció que iba a ser una institución privada. En noviembre de 1962 se abrió oficialmente el Museo en una reunión que tuvo lugar en el Teatro Colón. 

MAMBO SORAYA1 CUERPOTEXTO

Eugenio Viola, curador jefe del MAMBO, con la obra de Eduardo Ramírez Villamizar.

En busca de un espacio

La primera sede se inauguró en octubre de 1963 con la exposición Tumbas, de Juan Antonio Roda, en un par de salas alquiladas de la calle 24 con carrera Séptima. El espacio funcionó durante dos años hasta que se acabaron los recursos. Fue entonces cuando la Universidad Nacional le dio un pequeño edificio sobre la calle 26, donde estuvo por pocos meses. En 1969, antes de irse del país, Traba le entregó el cargo de directora a Gloria Zea, y le dejó una colección de 80 cuadros. A la semana siguiente de recibir la responsabilidad de sacar el museo adelante, un grupo de universitarios destrozó los vidrios del edificio, y las obras quedaron en peligro. 

MAMBO SORAYA2 CUERPOTEXTO

María José Arjona, artista bogotana.

Gloria, con la ayuda de su esposo Andrés Uribe e hijo, alquiló una camioneta para guardar los cuadros y las esculturas en el sótano de la oficina del señor Uribe. 

Por ese entonces, Bavaria acababa de construir un edificio frente al Museo Nacional, y aún no habían alquilado los espacios. Por un año, Zea consiguió gratis los locales de abajo, en los que organizó una exposición de Alexander Calder con obras de Pablo Picasso y Marc Chagall que consiguió prestadas en el MoMA y en el Guggenheim. Pasado el año, llegaba una exposición de Auguste Rodin y no había dónde montarla. Sin embargo, como el Planetario Distrital se acababa de construir y lo que iba a ser la cafetería estaba vacío, el Museo ocupó ese espacio redondo entre 1971 y 1979. 

“No poseer un espacio adecuado para albergar la colección permanente ponía en riesgo la conservación de las obras, que para ese entonces se habían incrementado notablemente. Por tal razón, durante esos primeros años mi obsesión fue conseguir una sede estable y propia, que acabara de una vez por todas con su vida trashumante. Para lograr ese empeño, desde todo punto de vista quijotesco, fue determinante la generosa ayuda de Rogelio Salmona”, escribió Gloria Zea en un artículo publicado en la revista Mundo

Salmona se encargó de la arquitectura de la sede que abrió al público su primera etapa en 1979. En 1985 completaron el proyecto de cinco mil metros cuadrados construidos junto a la Biblioteca Nacional y desde su propio sitio continuó difundiendo las artes plásticas con muestras en las que ha dado a conocer las distintas visiones del mundo moderno y contemporáneo.

Nueva era

En 2016, Zea, a sus 81 años de edad y tras 47 de estar al mando del barco, invitó a la escultora y gestora Claudia Hakim a dirigirlo. “El museo llevaba un tiempo con poca actividad y había perdido bastante público. “Palpitaba, pero no engranaba. Entonces fue un riesgo, una aventura en la que me metí para lograr que la gente volviera. Gloria estaba un poco cansada, entonces me puse en la tarea de renovarlo, al fin y al cabo el museo es una institución muy importante para la ciudad”, recuerda Hakim, quien recibió un equipo de trabajo de 23 personas. Ahora son más de 45 empleados.

A su llegada, restableció y consolidó los departamentos de educación, comunicaciones, comercial, museografía, diseño y dirección financiera. “Con la nueva dirección de Claudia Hakim tenemos un área de conservación bien establecida y un área de registro mucho más profesionalizada. Me alegra enormemente el momento que vivimos”, asegura Jaime Pulido, quien tras ser jefe único de ambas áreas desde 1980, ahora se encarga del registro, de la documentación del patrimonio del museo y de la legalización de los derechos de las más de 5.100 obras que hoy conforman la colección. Don Jaime, como le dicen en el MAMBO, comenzó a trabajar a los 20 años con Gloria Zea cuando acaba de pasar la exposición de Rodin en El Planetario. Es la memoria viva del museo.

MAMBO SORAYA5 CUERPOTEXTO

 Claudia Hakim, directora del MAMBO, junto a la artista italiana Mariangela Levita.

Además de consolidar la Red MAMBO, agrupación de personas e instituciones que apoyan al Museo, contribuyendo al fortalecimiento de la misión cultural y al desarrollo del arte moderno y contemporáneo en Colombia y Latinoamérica, remodelar la infraestructura, establecer un centro de documentación abierto al público, crear la plataforma Academia MAMBO y ejecutar proyectos educativos, entre muchos otros aciertos; la nueva era trajo un cargo necesario: curador jefe. Tras una convocatoria en la que se presentaron 47 personas, Eugenio Viola fue elegido para el puesto. Comenzó su labor en marzo de 2019, y durante estos años ha venido trabajando bajo la idea de fortalecer una institución abierta al diálogo con sus comunidades y su público.  

La Gala

En 2018, en el marco de los 55 años del MAMBO, se celebró la primera velada benéfica para recaudar fondos. “El sueño de todos es la ampliación, una de las ideas que siempre se plantea en las galas, pero uno tiene que ser realista. La gala significa un apoyo para un año más de vida para el museo”, comenta Hakim. El evento, que volvió a realizarse en 2019, regresa en este 2022 con el tema Una fantasía, su fantasía. “Es la primera gala meta pandemia. Se enfoca en el poder metamórfico e imaginativo del arte. Su poder de crear mundos y universos alternativos, paralelos, fantásticos… porque la gente necesita guardar para el futuro una manera optimista. El arte tiene la capacidad de dar una mirada diferente y reaccionar a todas las tragedias”, explica Viola. 

MAMBO SORAYA3 CUERPOTEXTO

Eugenio Viola, curador jefe del MAMBO, Paula Mendoza, gestora y asesora del proyecto de subasta de joyas, y el artista Mateo López.

El sábado primero de octubre, a las 7:30 de la noche, en una bodega industrial ubicada en la Avenida de las Américas con calle 50, comienza esta fantasía que se sentirá en la atmósfera de todo el diseño interior del espacio. Tras la llegada por la alfombra roja, un coctel de bienvenida y una cena, se entregará el premio MAMBO a la Filantropía en las Artes a Elvira Cuervo de Jaramillo y se desarrollará una subasta de joyas diseñadas por artistas colombianos. 

Esta iniciativa, que rondaba por la cabeza de Hakim desde hace muchos años, contó con la gestión de Paula Mendoza. Artistas como Olga de Amaral, Juan Cárdenas, Luz Lizarazo, María José Arjona y Mateo López diseñaron piezas exclusivas para la Gala con la colaboración de grandes firmas del mundo de la joyería como Claudia Vallejo y la misma Paula Mendoza. También habrá una subasta silenciosa de vestidos diseñados y donados al museo por Kika Vargas, Silvia Tcherassi, Johanna Ortiz, Olga Piedrahita, Jorge Duque y Agatha Ruiz de la Prada, entre otros, que funcionará de manera virtual en una plataforma que abarcará el público internacional. 

Nuestro patrimonio

Un museo es para la ciudad, para toda su gente. Es un espacio para promover encuentros en los que podamos expandir las nociones de comunidad y diversidad, y para producir conocimiento y entender la historia en estrecha relación con el presente. Las exhibiciones son “como dispositivos a través de los cuales el cuerpo del espectador activa los contenidos albergados en ellos. Sin esta activación del cuerpo, el museo es simplemente un archivo permanente o temporal de obras de arte y en esa instancia, se aísla, se enmudece, pierde el vínculo de la contemporaneidad”, explica la artista María José Arjona. 

Durante estos 60 años, el museo ha venido guardando y aumentando el patrimonio de los colombianos. “Conservar los registros de una sociedad es fundamental para acceder a su conciencia y memoria colectiva, para encontrar rasgos de su identidad, para ampliar la cultura visual y sobre todo para aprender de sus experiencias y no repetir los mismos errores. El arte es uno de los patrimonios culturales más efectivos y punzantes que retratan la cosmovisión de un grupo humano”, señala Lyda Vásquez, directora de educación y programas públicos del Museo. 

MAMBO SORAYA4 CUERPOTEXTO

Jaime Pulido, registrador de la colección MAMBO.

Esta institución debe existir siempre porque tiene el poder de abrir la mente a nuevas ideas. El arte siempre está del lado de la convivencia pacífica de las diferencias. Visitarlo, tomarse un café o comerse un helado en el Crepes & Waffles ubicado junto a la biblioteca, recorrer sus tiendas (una en el museo y otra más grande en la carrera 15 con calle 86) y antojarse de sus artículos asociados con el arte y con mucho diseño son maneras de contribuir a la causa. “Los museos le dan vida a su comunidad y su público mantiene vivo a los museos. El MAMBO es de todos”, concluye Ángela Royo, directora ejecutiva de la Gala. 

 

* Comunicadora social y periodista.SEPARADOR

 

Soraya Yamhure Jesurun

Periodista y actriz. Colaboradora frecuente de Bienestar Colsanitas y Bacánika.