Violar el derecho a la intimidad, además de consecuencias legales puede generar daños psicológicos y emocionales. Su protección y consecuencias son mayores en el caso de niñas y niños.
“Pido encarecidamente a los medios de comunicación en nombre de mis hijos que por favor respeten su derecho a la intimidad”, publicó Shakira el 10 de abril en su cuenta de Instagram. La petición, que “extiendo ya no como artista, sino como una madre que desea proteger y cuidar del bienestar psicológico y emocional de sus hijos”, tuvo lugar porque “Milan y Sasha han vivido un año muy difícil, sufriendo un incesante asedio y una persecución sin tregua por parte de paparazzi y varios medios de comunicación en Barcelona”.
Que los famosos pidan o exijan la protección de su propia intimidad o de su círculo no es nuevo ni un arrebato de la barranquillera. La artista catalana Aitana en un acto de promoción del último concierto de su gira de 2022 dijo a la prensa, “os lo suplico, no me grabéis en casa porque está empezando a venir mucha gente, hombres a las tres de la mañana. Yo estoy sola, y de verdad lo paso muy mal, tengo mucho miedo”. Tampoco es algo de estos últimos años; Victoria Arroyave en un artículo publicado en Bacánika sobre Britney Spears dijo que “Britney lo vendía todo y hubo algo que empezó a venderse también sin su control: su vida personal. (...) Al principio ella se mostraba cortés con los paparazzi, les posaba, charlaba con ellos, pero la situación se salió de control (...) Empezó a ser errática y dejó de disimular su odio por estar perseguida y escaneada. (...) Todos tenemos la imagen de Britney golpeando con una sombrilla el carro de los paparazzis”.
En Colombia, el derecho a la intimidad hace parte de la Constitución Política que en su artículo 15 reza: “Todas las personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre, y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar”. El mismo artículo aclara más adelante que la intimidad personal “es el área restringida inherente a toda persona o familia, que solamente puede ser penetrada por extraños con el consentimiento de su titular o mediando orden dictada por autoridad competente”.
Mauricio Polanco, psicólogo de familia y docente de psicología de la Fundación Unisanitas, afirma que este derecho es “un recurso que nos protege precisamente de la posible intromisión o vulneración de los límites que, como seres humanos, tenemos derecho, para garantizar nuestra seguridad y autonomía”.
La Corte Constitucional, garante de la carta magna, ha desarrollado los alcances del derecho a la intimidad y ha dicho, por ejemplo, que entre los distintos aspectos que comprende se encuentran los asuntos circunscritos a las relaciones familiares de la persona, su salud, su domicilio, sus comunicaciones personales, entre otras.
Los famosos y figuras públicas en general también tienen derecho a la intimidad, incluso si son personalidades tan reconocidas como “la reina de la música latinoamericana”, como ha sido catalogada Shakira. En este caso, según explica Raissa Carrillo, coordinadora legal de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), el derecho a la intimidad se entiende reducido en comparación al de otros ciudadanos, pues su vida y acciones son de interés público, pero nunca su derecho a la intimidad será eliminado.
El derecho de los menores
La diferencia entre el caso de Shakira y los mencionados de Aitana y Britney, está en que la primera pedía por la intimidad de sus hijos, esto lo hace en concordancia con lo dicho la Corte Constitucional colombiana de que el primer deber de protección de los menores recae en los padres. El primer deber de ella es tratar de contener la exposición de sus hijos, sostiene Carrillo, y lo hace a través de una petición a la autorregulación de la prensa, sin censurar el derecho a la información.
En la normativa colombiana, los derechos de los niños y niñas tienen mayor protección, por lo cual “casi que cada que hay un menor, hay una prelación constitucional de sus derechos”, dice la coordinadora legal de la FLIP.
Violar el derecho a la intimidad de niños y niñas puede acarrear consecuencias emocionales o psicológicas muy fuertes para ellos, que afecten la confianza en sí mismos, la seguridad personal, la identidad o el deseo de querer vivir con normalidad, según aclara el psicólogo Polanco.
Exponerles sin su consentimiento puede confundirlos o generarles angustia, miedo o temores excesivos. Incluso, los escándalos en que se ven envueltos sus padres podrían conducir a estados de angustia, ansiedad, vergüenza o temor; “es decir, traería riesgos en su salud mental hasta física”, señala el experto.
¿Cómo evitarlo?
Procurando mantener unos límites claros entre la vida pública y la vida privada y exigir a los medios respetarla, como hizo Shakira.
Pero también, padres y madres no famosos podrían evitar compartir demasiada información en las redes sociales, como imágenes o videos del proceso de crecimiento de los niños o de cosas graciosas que hicieron. Aunque en la mayoría de casos son acciones que se realizan sin mala intención, ya antes en Bienestar hemos hablado sobre el peligro de exponer a los hijos en redes sociales. Antes que nada, pregúntese, ¿realmente es necesario compartir tanta información de nosotros mismos así como de hijos propios o ajenos?
*Bienestar Colsanitas.
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