A través de esta guía, abordamos los mitos y realidades sobre la higiene menstrual, desde el acceso a productos adecuados hasta la importancia de una buena educación para gestionar la menstruación de manera segura y digna.
La menstruación es un proceso natural que las mujeres y personas menstruantes experimentamos por primera vez entre los diez y los 16 años, generalmente. Este ciclo está regulado por una compleja interacción de hormonas y suele durar alrededor de 28 días, aunque puede variar entre 21 y 35 días según la persona. Lo importante es que cada persona conozca la duración y los síntomas normales de su ciclo menstrual para gestionar su salud reproductiva e identificar cualquier problema o alteración hormonal que pueda requerir atención médica.
Una buena higiene menstrual depende del acceso a información clara y precisa sobre los cuidados necesarios durante todo el ciclo, así como de productos menstruales adecuados a las necesidades de cada persona. Sin embargo, según Flavia Bustreo, Subdirectora General de la OMS para la Salud de la Familia, la Mujer y el Niño, “para los adolescentes de muchos países es más fácil acceder a pornografía a través de internet o teléfonos móviles que hablar con un adulto de confianza o recibir asesoramiento de un médico o una enfermera”.
¿Qué es la salud menstrual
La salud menstrual se refiere al estado de bienestar físico, mental y psicosocial relacionado con el ciclo menstrual que incluye no solo la ausencia de enfermedades o trastornos menstruales, sino también la capacidad de manejar la menstruación de manera segura y digna, sin vergüenza ni estigmatización. Los aspectos clave de la salud menstrual incluyen:
- Conocimiento y educación: comprender el ciclo menstrual, los productos de higiene disponibles y sus usos correctos.
- Acceso a productos menstruales: tener acceso a productos seguros, asequibles y apropiados para transitar la etapa de la menstruación.
- Servicios de salud: recibir atención médica y apoyo profesional para solucionar dudas, problemas menstruales y condiciones de salud relacionadas.
- Condiciones salubres: acceder a instalaciones higiénicas adecuadas para cambiar y desechar los productos menstruales de manera segura.
- Apoyo emocional y social: superar el estigma, la vergüenza y los mitos asociados con la menstruación.
A causa de la desinformación sobre la menstruación, existen múltiples mitos que afectan la salud de las mujeres, lo que se convierte en uno de los factores que desfavorecen el acceso a productos menstruales que pone en riesgo su vida, recreación y desarrollo personal y profesional. Por ejemplo, en Colombia, el 1,2 % de las mujeres (lo que equivale a 45.000) usó telas, ropa vieja, calcetines, papel higiénico o servilletas durante su menstruación, según cifras del DANE.
La ginecóloga Anyhely Bustos, médica adscrita a Colsanitas, señala que “una mujer sana, con menstruaciones regulares y sin problemas hormonales o estructurales como endometriosis, pólipos o miomas, no necesita cuidados excesivos durante la menstruación”. Lo importante es que pueda elegir productos diseñados específicamente para su menstruación, como protectores, toallas, tampones, copas menstruales o ropa interior absorbente, y que los cambie según las indicaciones del fabricante, asegurándose de lavar adecuadamente los métodos reutilizables.
La doctora Bustos sugiere que las toallas sean cambiadas en un lapso de cuatro horas, dependiendo de la cantidad de flujo menstrual. En el caso de la copa, lo ideal es hacerlo cada seis horas, cuando el flujo sea abundante.
Mitos más comunes sobre la higiene menstrual
De la mano de la doctora Bustos, despejamos algunas de las dudas que más se repiten en consulta ginecológica con respecto a la salud e higiene menstrual.
- El sangrado menstrual es sucio y requiere una limpieza estricta
Falso. La menstruación es una sustancia compuesta por células de la sangre: eritrocitos, células muertas del endometrio, lípidos, proteínas y agua. Al pasar por la vagina, la acidez vaginal empieza a degradar la proteína que contiene la sangre y que produce ese olor característico de la menstruación, así como su color oscuro. Cuando el flujo no es excesivo, no es necesario extremar los cuidados de higiene, pues al contrario, pueden producir sequedad y alergias. En caso de un sangrado abundante, lo ideal es cambiar con mayor frecuencia la toalla, tampón, copa o ropa interior absorbente y lavar con abundante agua cuando se genere incomodidad; no con jabones íntimos.
Según la Clínica Mayo, se debe consultar al médico cuando:
- El sangrado vaginal es tan abundante que empapa al menos una toalla higiénica o un tampón por hora durante más de dos horas seguidas.
- El sangrado se da entre periodos o es inusual.
- El sangrado vaginal aparece después de la menopausia.
- No se debe hacer ejercicio durante la menstruación
Falso, parcialmente. Diferentes estudios demuestran que el ejercicio mejora el dolor menstrual en algunas mujeres. Por ejemplo, una publicación de la Universidad de La Salle de España explica que “el ejercicio de intensidad moderada a alta puede reducir el dolor al aumentar las citocinas antiinflamatorias (proteínas que reducen la inflamación), y reducir el flujo menstrual, que disminuye la cantidad total de prostaglandinas liberadas. El ejercicio menos intenso puede reducir los niveles de la hormona cortisol, y a su vez, la producción de prostaglandinas”.
Sin embargo, es importante considerar los hábitos y la condición física de cada mujer. Para aquellas que son deportistas o hacen ejercicio regularmente, puede resultar más natural continuar con sus rutinas, ajustando la intensidad según su comodidad. La recomendación general es evitar ejercicios que generen presión intraabdominal porque pueden acelerar el sangrado y causar incomodidad.
- No se recomiendan los alimentos lácteos o cítricos durante la menstruación
Depende. Ningún alimento está contraindicado durante la menstruación. Los lácteos pueden afectar a algunas personas más que a otras, y algunas personas pueden encontrar que los lácteos no afectan sus síntomas, pero no hay evidencia científica concluyente que demuestre que empeoran los cólicos menstruales. La tolerancia a los lácteos es individual. La clave está en escuchar el cuerpo y ajustar la dieta según lo que nos haga sentir mejor.
- Cuando las mujeres pasan mucho tiempo juntas, su periodo menstrual se sincroniza
Sin evidencia científica suficiente. Esta idea se popularizó a raíz de un estudio realizado en 1971 por la psicóloga Martha McClintock y publicado en la revista Nature. Allí se observó a 135 mujeres que vivían juntas en una residencia universitaria y que parecían tener ciclos menstruales similares con el tiempo. Sin embargo, la evidencia fue vaga, pues los ciclos no se sincronizaban entre compañeras muy cercanas y tampoco se tuvo en cuenta la posibilidad de que la sincronicidad se diera al tener ciclos de diferentes duraciones que eventualmente podrían coincidir.
Muchas mujeres en el mundo afirman que este fenómeno es más que una coincidencia, por lo cual se necesita un estudio riguroso que contraste la interacción de distintos factores en este fenómeno social.
- Las mujeres no pueden lavar su cabello durante la menstruación
Falso. No hay ningún riesgo asociado. Puede ser una preferencia personal de quienes sienten incomodidad o frío al tener el cabello mojado durante la menstruación.
- Los tampones pueden perderse dentro del cuerpo
Falso. Los tampones no llegan a otros órganos ni navegan dentro del cuerpo. Lo que sí puede ocurrir es que las mujeres olviden que lo tienen puesto; esto representa un riesgo para la salud.
La vagina tiene una función sexual y reproductiva y no pertenece a la vía urinaria; se acompañan, se sostienen, se relacionan, pero la vía urinaria es independiente a la vaginal. Para favorecer la inserción del tampón, es muy importante estar en una posición cómoda: puede ser sentada, acostada, con una pierna levantada y con los músculos de piso pélvico relajados para poder permitir la introducción del aplicador.
- El uso de toallas sanitarias es más higiénico que los tampones o las copas menstruales
Falso. Aunque la toalla higiénica es el mecanismo de gestión menstrual más usado en el momento, esto no la convierte en el método más higiénico, pues la higiene menstrual depende del cuidado que tenga cada una. Al ser desechable, la toalla genera mayor contaminación que otros productos como la copa menstrual, un mecanismo de gestión menstrual que se considera más ecológico en el tiempo. Sin embargo, todo depende de las preferencias de cada persona y los síntomas que puedan generar los productos.
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