El fin de año es sinónimo de comida en abundancia y también de desperdicio. Con algunas recomendaciones es posible disfrutar de las fiestas y evitar que los alimentos terminen en la basura.
La navidad es una de las épocas más esperadas del año, pero también una de las más propensas al desperdicio de alimentos. Entre cenas tradicionales y exceso de platos para invitados, es común que las sobras queden olvidadas o se tiren. Sin embargo, con prácticas responsables, es posible disfrutar las festividades sin que la comida termine en la basura.
María Hernández Carrión, ingeniera química y profesora de la Universidad de los Andes, ofrece recomendaciones para optimizar el almacenamiento y aprovechamiento de alimentos navideños: “Aprovechar lo que preparamos no solo es sostenibilidad, sino también creatividad y conciencia”. Según la FAO, un tercio de los alimentos producidos globalmente se desperdicia, con un pico durante las fiestas. A continuación, cinco pasos esenciales para evitarlo.
1. Almacenar correctamente los alimentos
Para conservar los platillos navideños, manteniendo su calidad y sabor, es clave almacenarlos bien. “Guarda los alimentos en envases herméticos o cubiertos para evitar que absorban olores”, explica Hernández. Refrigerarlos en las dos horas posteriores a la cocción y dividirlos en porciones pequeñas acelera el enfriamiento. Según la FAO, la temperatura de refrigeración debe estar por debajo de 4°C para prevenir bacterias.
2. Conocer el tiempo de conservación de cada plato
Cada alimento tiene un tiempo de conservación distinto. “Las carnes cocidas, como el pavo o el cerdo, duran de tres a cuatro días, pero pierden calidad”, dice Hernández. Las salsas pueden durar entre tres y cinco días, y los postres, de tres a siete días, siempre que no contengan frutas frescas ni lácteos. Se recomienda etiquetar con fechas de almacenamiento para evitar consumirlos fuera del tiempo recomendado.
3. Congelar alimentos eficientemente
Congelar platillos es ideal para evitar desperdicios, pero no es adecuado para todos los alimentos. “Carnes cocidas, sopas y guisados duran hasta tres meses congelados, igual que postres como galletas o pasteles sin cremas”, explica Hernández. Evita congelar salsas cremosas, vegetales de hoja o papas cocidas, que pierden calidad. Usa envases herméticos para prevenir quemaduras por congelación y conservar sabor y textura.
4. Reutilizar las sobras de manera creativa
Las sobras son perfectas para crear nuevos platillos. “Las carnes pueden usarse en sándwiches o ensaladas, y los vegetales en sopas o caldos que pueden congelarse”, sugiere Hernández. Las salsas son ideales para pastas o guisos, y los postres, como acompañamiento de helados o rellenos de crepes. Reutilizarlas no solo reduce el desperdicio, sino que también es una opción económica y creativa en la cocina.
5. Cocinar con menos desperdicio desde el inicio
Evitar desperdicios comienza con planificar el menú. “Elegir ingredientes de temporada y calcular porciones según los invitados es clave para evitar excesos”, dice Hernández. Usar cáscaras de verduras o huesos para caldos aprovecha al máximo los ingredientes. Además, una lista de compras detallada basada en el menú ayuda a evitar compras innecesarias y reduce el desperdicio de alimentos.
Implementar estas recomendaciones no solo permitirá reducir el desperdicio de comida durante las festividades, sino que también fomentará un consumo más responsable y consciente. Cocinar con menos desperdicio es un acto de respeto hacia los recursos y hacia quienes comparten nuestra mesa.
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