Alina Uribe es psiquiatra perinatal. Su trabajo consiste, entre otras cosas, en abordar el complejo período perinatal de la mujer, que comprende la fertilidad, el embarazo y el posparto. ¿Cuáles son las señales de alerta que nos deben llevar a buscar ayuda psiquiátrica en este momento crucial?
La relación más intensa y duradera en la vida de una madre empieza de frente a un completo desconocido. Un nuevo ser indefenso que, además de ser un enigma, depende casi enteramente de esa madre. Y sentir esa responsabilidad, en medio de tanto desconocimiento, resulta muy abrumador.
Nos preparamos para atender sus necesidades de salud, alimentarlo, entretenerlo, asearlo y estar alerta todo el tiempo, pero desconocemos el proceso que se gestará en nuestra mente. La ambivalencia, la duda y el fluir extremo de las emociones son algo que no se logra dimensionar ni anticipar. Cada una responde a ese nuevo reto con las herramientas y los antecedentes que ha cosechado antes de convertirse en madre, un rol que parece, en principio, absolutamente dominante.
“Es que ahora soy mamá”, una sentencia que parece invisibilizar las otras definiciones que teníamos de nosotras. Ese tránsito, desde que estamos embarazadas hasta que vemos de nuevo un asomo de lo que éramos antes, puede tardar un buen tiempo. Y para muchas mujeres está acompañado de enfermedades mentales que no siempre son fáciles de diagnosticar, pues los síntomas pueden confundirse con la naturaleza variable del período perinatal. Hablamos con la psiquiatra perinatal Alina Uribe para despejar las dudas referentes al tema.
“La mujer, en el posparto, tiene un montón de cambios neurológicos, hormonales y físicos que hacen que nuestro estado de ánimo pueda fluctuar. Además, nos estamos conociendo como mamás, estamos conociendo un recién nacido y estamos privadas de sueño, y cuando uno no duerme, no está bien”.
¿Qué es trauma perinatal?
Es cualquier situación que te marca o que rompe tu vida de alguna forma y tiene un efecto en ti. Entran aquí la infertilidad, los duelos neonatales, los casos de violencia obstétrica, las complicaciones de madres o bebés en gestación, una paciente que tiene antecedentes de trauma que se reactiva durante el embarazo, el parto o la crianza. La terapia EMDR, de Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares, que se enfoca en el trauma, puede ayudar a reorganizar los recuerdos de esa experiencia para sanarla.
¿En qué etapa del período perinatal se presentan más trastornos en las pacientes?
Sabemos que la depresión puede presentarse tanto en el embarazo como en el postparto. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos las mujeres consultan en el posparto. Muchas de las que llegan a consulta afirman sentirse tristes o ansiosas desde el embarazo. Se normalizan los cambios emocionales durante el embarazo y el posparto, y hay mucho tabú frente a los síntomas emocionales durante esta época. Por eso las mujeres esperan tanto para venir a consulta psicológica o psiquiátrica. Hay un tabú muy grande frente a la depresión y la ansiedad y uno mayor frente a la posibilidad de ser medicada durante esta etapa.
¿La medicación psiquiátrica en el embarazo es riesgosa?
Muchos de los medicamentos que utilizamos en salud mental son seguros en el embarazo y durante la lactancia. La mayoría de medicamentos que se formulan para depresión y para ansiedad, que son los trastornos que más prevalecen, son seguros. En ocasiones, la severidad de los síntomas amerita tratamiento y, en estos casos, es mucho más riesgoso tener una paciente sintomática que la medicación. Muchas mujeres en embarazo, con antecedentes de enfermedades mentales, se enteran de su embarazo y suspenden la medicación por miedo. Esto aumenta casi al doble la posibilidad de tener una recaída. Es muy importante poder planear el embarazo con el psiquiatra tratante y, en caso de quedar en embarazo, hacer seguimiento para definir el mejor manejo durante el embarazo y el posparto.
Durante el posparto, ¿cómo puede evaluar una mujer si lo que está sintiendo es parte natural de este proceso o es un trastorno que debe atender con profesionales?
La mujer, en el posparto, tiene un montón de cambios neurológicos, hormonales y físicos que hacen que nuestro estado de ánimo pueda fluctuar. Además, nos estamos conociendo como mamás, estamos conociendo un recién nacido y estamos privadas de sueño, y cuando uno no duerme, no está bien. Pero hay signos de alarma. Uno: que estos cambios emocionales se presenten durante todo el día, todos los días. Es un signo de alarma sentirse triste, abrumado o culpable permanentemente. Dos: más de un mes de síntomas. Tres: la presencia de ideas de querer morir, de desaparecer. Cuatro: que los síntomas interrumpan el día a día, interfieran la toma de decisiones, el autocuidado o el cuidado del bebé. Lo que nos han vendido sobre la maternidad es que se espera que una mamá esté siempre feliz, que lo pueda hacer todo, que no se sienta mal, pero la maternidad viene con un montón de ambivalencias, emociones contradictorias, temores y duelos. Hablar de todo esto es fundamental para normalizar, desidealizar y romper estigmas frente a la maternidad y la forma en la que nos sentimos frente a este gran cambio de vida.
Es clave fortalecer la red de apoyo con quienes pueden ayudar en la crianza y quienes nos apoyan desde lo emocional. Maternamos mejor en comunidad. Y fomentar las prácticas de autocuidado es primordial.
¿Cuál es la clave para llevar un posparto tranquilo?
La transición de convertirse en madres es una de las situaciones de la vida de un ser humano más estresantes. Es muy importante saber que cuando nace un bebé nacen también unas madres. Estas madres deben conocerse en su nuevo rol, lleno de retos, desafíos, toma de decisiones y privación de sueño. Normalizar y desromantizar esta etapa es fundamental para poder hablar sobre cómo nos sentimos frente a estos retos.
A veces la soledad que siente una madre primeriza es difícil de llevar…
Mira, un bebé y una madre son dos desconocidos que se conocen, se aman y se conectan con el pasar del tiempo. Es clave fortalecer la red de apoyo con quienes pueden ayudar en la crianza y quienes nos apoyan desde lo emocional. Maternamos mejor en comunidad. Y fomentar las prácticas de autocuidado es primordial (una buena alimentación, actividad física, conectar con otros, prácticas de meditación y tener al menos cuatro horas de sueño seguidas). Hay suficiente evidencia científica sobre las prácticas de autocuidado para la prevención de depresión y ansiedad perinatal. Si la mamá está bien, el bebé también lo estará. Así funciona la salud emocional. La mente del bebé, durante los primeros años de vida, depende de su madre o cuidador principal. Cuidar de nuestra salud mental es cuidar de la salud mental de nuestros hijos. Finalmente, si se tienen antecedentes de enfermedad mental, es fundamental solicitar un control con su psiquiatra tratante para definir los cuidados y el tratamiento más seguro y oportuno durante esta etapa.
Encuentros de apoyo perinatal gratuitos
El Postpartum Support International ofrece una serie de encuentros de apoyo virtual para abordar las diversas dimensiones de la vida familiar en la etapa perinatal. Estos encuentros son gratuitos y las usuarias pueden encontrar apoyo para el embarazo y el posparto, resignificar el parto o la cesárea, afrontar una pérdida o duelo, vivir los retos de la fertilidad, entre muchos otros. Haga click aquí.
Este artículo hace parte de la edición 198 de nuestra revista impresa.
Encuéntrela completa aquí.
Dejar un comentario