Con más de 60 años de historia, la Fundación Ideal abre puertas laborales para personas con discapacidad, brindándoles formación integral y apoyo psicológico para una inclusión sostenible.
En Colombia, entre 2020 y el primer semestre de 2024, se han certificado 350.732 personas con discapacidad, según el Boletín Técnico del Ministerio de Salud. De ellas, el 11,1 % afirma que trabaja, el 68,2 % no trabaja y el 20,7 % no está definido. Sin embargo, gran porcentaje de quienes trabajan, lo hacen de manera informal o por cuenta propia.
Este panorama está relacionado con las dificultades que enfrenta la población con discapacidad para acceder a la educación formal, debido a obstáculos como la situación económica y la falta de servicios de apoyo en las instituciones. En este contexto, que resalta la brecha laboral y la necesidad de inclusión de las personas con discapacidad en nuestro país, la Fundación Ideal abre sus puertas para ofrecer un espacio de formación que promueva el empleo y facilite su integración laboral.
En 1962, las fisioterapeutas Jeannette Perry y Judith Gutterman fundaron Ideal con el propósito de ofrecer oportunidades ocupacionales a pacientes con discapacidad del Hospital San Juan de Dios, en Bogotá. Sus primeras actividades tuvieron lugar en un pequeño garaje, donde los alumnos aprendían oficios en talleres de tejido, confección, carpintería, zapatería ortopédica, relojería y electricidad. En 1968, la fundación se estableció en el sector de Barrios Unidos (Cra. 57b # 67A - 69), donde continúa su labor hoy en día.
Con una misión centrada en la formación integral de personas con discapacidades físicas, cognitivas leves y moderadas, psicosociales y con hipoacusia, la fundación trabaja para promover su inclusión social, familiar y laboral. Su operación depende del apoyo de empresas que aportan parte de sus procesos productivos, permitiendo que los beneficiarios participen en simulacros de trabajo con actividades que replican una rutina laboral real. Además, la fundación alquila áreas de sus instalaciones a otras empresas para generar ingresos adicionales.
Los beneficiarios participan en tres etapas: admisión, adaptación e inclusión. La admisión está abierta a personas mayores de 18 años, quienes suelen ser referidas por hospitales, terapeutas ocupacionales o recomendaciones de voz a voz. En esta etapa inicial, los participantes reciben un diagnóstico completo que incluye una revisión de sus habilidades, experiencia laboral, hábitos y necesidades financieras. Durante el proceso de admisión, que no suele tardar más de dos semanas, el equipo evalúa la concentración, la motricidad y el autoconocimiento de cada aspirante para determinar si el programa es adecuado para sus necesidades.
“A menudo, quienes ingresan a la fundación enfrentan el riesgo de ser despedidos rápidamente de un empleo por la falta de competencias en las rutinas y los hábitos laborales. Por ello, enfatizamos la importancia del proceso de formación, que les ayudará a lograr una inclusión laboral más exitosa a largo plazo”, dice Martha Galeano, coordinadora de admisión.
Es importante aclarar que la Fundación Ideal no actúa como una empresa contratante, sino que ofrece un entorno de formación en el que los beneficiarios se preparan para ingresar al mundo laboral. Para ello, se realiza una revisión detallada de la historia de cada aspirante, incluyendo su experiencia laboral, hábitos y actitudes. Además, se lleva a cabo una evaluación de ingreso que recoge información sobre su trayectoria académica, habilidades para seguir instrucciones, concentración y autoconocimiento (por ejemplo, si conocen los medicamentos que toman y su función). También se hace una pequeña actividad para observar la motricidad del aspirante y se estudia la situación financiera de cada caso para determinar su capacidad de pago.
Destacado: El proceso de admisión no tarda más de dos semanas, si el aspirante es aceptado para el ingreso a la fundación, todo el equipo de trabajo de Ideal tendrá la información necesaria para su formación en el programa.
La etapa de adaptación integral tiene como objetivo que los beneficiarios aprendan habilidades clave para facilitar su inserción laboral, como comprender la estructura de una línea de producción y la importancia de cumplir con horarios internos, incluyendo descansos y pausas activas. También se imparten conocimientos sobre educación financiera, ya que muchos participantes no están familiarizados con el funcionamiento de cuentas bancarias o las diferencias entre tarjetas de débito y crédito. Además, se hace énfasis en el respeto en las interacciones laborales, independientemente del rol de la persona, sea jefe, compañero o miembro administrativo.
El papel del acompañamiento psicológico
El psicólogo organizacional Robinson Palomino acompaña a cada beneficiario en su proceso de adaptación. “Muchas veces, las familias también limitan las posibilidades de las personas con discapacidad. Aquí fomentamos el desarrollo del control y la inteligencia emocional, dándoles herramientas para manejar diversas situaciones en el entorno laboral y familiar”, detalla Palomino.
La Fundación mantiene comunicación constante con las familias, informándoles sobre los avances de los beneficiarios y áreas de mejora. Palomino comparte el caso de un joven con discapacidad cognitiva que, tras siete meses de formación, mejoró su memoria y aprendió a seguir rutinas, alcanzando un nivel de funcionamiento operativo.
Kevin Cadena Nieto es egresado de Ideal. Tiene un diagnóstico de discapacidad intelectual y psicosocial, y actualmente se encuentra vinculado laboralmente, luego de hacer parte de la formación en Ideal. “Llegué remitido desde el Hospital de la Victoria; mi doctora me dio el contacto de la fundación y así los conocí. Cuando fui admitido pude encontrar un lugar seguro: aprendí a trabajar en equipo, a ser sociable con mis compañeros y a comprenderlos. Reconocí el valor y el sentido de mi vida”, dice Kevin.
Según Kevin, sus compañeros se convirtieron en sus amigos y de ellos aprendió mientras compartían. Además, recibió las herramientas y competencias necesarias para desenvolverse en un trabajo. “Mi calidad de vida ha mejorado, se ha transformado. Me siento muy feliz y orgulloso de haber recibido esta oportunidad de vida y trabajo. Agradezco profundamente a los profesores, a los doctores y a todo el equipo de la fundación por todo lo que me enseñaron.”
La inclusión en el mundo laboral
En la etapa final de inclusión, la Fundación Ideal se vincula con empresas para promover la contratación de personas con discapacidad que hayan recibido formación en su programa y desmitificar las creencias erróneas sobre la contratación de personas con discapacidad cognitiva o auditiva. Y luego hace un proceso de selección para emparejar las necesidades de las empresas con las habilidades de los beneficiarios y asegurar una transición laboral adecuada.
“Seguimos innovando y adaptándonos a los desafíos del entorno para continuar siendo una ventana a los sueños de las personas con discapacidad”, expresa la Fundación Ideal.
Se lleva a cabo un proceso de selección en el que se emparejan las necesidades de la empresa con las habilidades del beneficiario. Posteriormente, los candidatos pasan por entrevistas y procesos de contratación con las mismas oportunidades, derechos y responsabilidades que cualquier otro trabajador. La Fundación Ideal sigue en comunicación constante con la empresa para supervisar el desempeño del trabajador y brindar apoyo adicional si es necesario, promoviendo una integración laboral exitosa.
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