Primeros auxilios psicológicos: claves para prevenir el suicidio

Las ideas suicidas no están condicionadas a las enfermedades mentales, también surgen en momentos de dificultad. Como lo explica el doctor Muñoz, “hay muchos casos de adolescentes o adultos jóvenes que pueden tener una idea suicida en un momento de crisis, como consecuencia de un acto impulsivo, o bajo la influencia de una sustancia psicoactiva como el alcohol que genera cambios en el pensamiento, desinhibe y los pone en riesgo”. Sin embargo, la gran mayoría de las personas que tienen ideas suicidas pueden tener algún trastorno o condición emocional que no ha sido diagnosticada y que los hace más vulnerables.

Conocer y detectar las señales de alerta del suicidio ayuda a formular estrategias para pevenirlo. Para esto es fundamental la ayuda de un profesional en salud mental que pueda hacer un diagnóstico de la situación, identificando factores de riesgo como: 

- ¿Por cuánto tiempo ha tenido estas ideas suicidas?
- ¿Tiene otros síntomas asociados a este estado emocional?
- ¿Reconoce algún factor desencadenante?
- ¿La idea ha sido intermitente o recurrente?
- ¿Hay un plan detrás de esta idea? 
- ¿Se han presentado intentos previos?
- ¿Tiene alguna condición de vulnerabilidad biológica, genética, social o física que pueda incentivar esta idea?

Para prevenir el suicidio es importante mitigar los factores de riesgo. Una buena forma de lograrlo es potenciar factores de protección, tales como: mantener relaciones interpersonales sólidas, apegarse a las creencias religiosas o espirituales, trabajar en el manejo de las emociones y realizar prácticas positivas de bienestar. De esta manera promovemos maneras de afrontar las dificultades desde la resiliencia y ayudamos a reducir las tasas de suicidio.