Las relaciones atraviesan momentos difíciles, y cuando el silencio pesa más que las palabras, es momento de buscar ayuda. En esta columna gráfica exploramos cómo la terapia de pareja puede transformar la forma en que nos relacionamos y ayudar a que el amor crezca con nuevas bases.
- La primera grieta. No recuerdo la discusión, pero sí el peso del silencio que vino después. Cada palabra silenciada se convertía en un muro invisible.
- ¿Quién tiene la razón? Creíamos que ganar las discusiones era lo importante, pero, al final, el “nosotros” se perdía un poco más con cada victoria individual.
- No era orgullo, era miedo. Miedo a no entendernos nunca más. Y mientras tanto, nos estábamos separando, sin saber cómo volver a unirnos.
- El silencio siempre es más fácil… pero muy peligroso… Y aunque no fue fácil, la terapia de pareja fue el primer paso hacia el entendimiento.
- La terapia de pareja se volvió ese espacio en el que dejamos de estar a la defensiva y entendimos que detrás de cada reproche había una necesidad no expresada. Nos volvimos a ver.
- Y descubrimos que el amor también es elegir, hablar, escuchar, y comprender que amar no siempre es natural, que muchas veces hay que aprender a hacerlo mejor.
- Aprender a escucharnos en pareja también implica pedir ayuda no para responder, sino para entender. Y la terapia de pareja es ese espacio para ver al otro de nuevo, con todas sus transformaciones.
- Pedir ayuda para salvar una relación no es un fracaso, es un acto valiente. Y aunque no siempre lo resuelve todo, puede mucho más cuando decidimos cuidarlo juntos.
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