La soltería, a menudo vista con estigmas y miedos, es una etapa que puede ofrecer oportunidades valiosas para el crecimiento personal y el autodescubrimiento. Lejos de ser solo una fase transitoria, es una oportunidad para reflexionar, conocerse mejor y desarrollar el bienestar emocional.
La soltería es una etapa que, para muchas personas, está envuelta en estigmas y miedos. Como una romántica irremediable que aprecia enormemente la vida en pareja y las conexiones profundas, durante mucho tiempo vi la soltería como fase transitoria que sólo tiene sentido mientras se encuentra a alguien más, o como un estado indeseable que debe solucionarse cuanto antes. Sin embargo, lejos de esta idea, que es más frecuente de lo que parece, la soltería es una oportunidad invaluable para el crecimiento personal, la autorreflexión y el bienestar.
Contrario a ser un estado de "espera", estar soltero puede ser una elección consciente o circunstancial que fomenta la libertad personal y el desarrollo emocional, según el enfoque que se le de. La idea de que una vida sin pareja es incompleta está siendo desafiada a través de nuevas perspectivas sobre la individualidad, el autodescubrimiento y la construcción de relaciones más auténticas, tanto con uno mismo como con los demás.
Desmitificando la soltería
La psicóloga Viviana Zapateiro, adscrita a Colsanitas, destaca cómo los estereotipos que rodean la soltería afectan de mayor manera las mujeres, señalando que, “siempre se ha visto con mucho más recelo, con mucho más juicio, con un ojo más crítico la soltería en mujeres que en los hombres”. Estos prejuicios pueden llevar a conclusiones erróneas sobre las personas que eligen estar solteras. A menudo se las tacha de emocionalmente inmaduras o incapaces de mantener una relación, cuando la realidad es mucho más compleja.
En muchos casos la decisión de permanecer soltero se basa en el deseo de alcanzar un mayor autoconocimiento antes de compartir la vida con otra persona. Además, según Zapateiro “también es fundamental comprender que no todas las personas tienen como meta de vida formar una familia o mantener una relación romántica en todo momento de la vida”. Para estas personas, las redes de apoyo social, la amistad y los vínculos familiares son pilares fundamentales para su bienestar emocional, y no necesariamente dependen de una pareja.
Este proceso de deconstrucción de los estereotipos también lo refleja el trabajo de Efren Martínez, psicólogo, conferencista y experto en bienestar emocional, quien subraya la importancia del autoconocimiento antes de entrar en una relación. Según Martínez “para ser dos, hay que ser uno primero. Un gran error es no conocerse ni un poquito y de un momento a otro ya estar en pareja”. Esto refuerza la idea de que las relaciones interpersonales saludables no pueden construirse desde la dependencia o el desconocimiento propio, sino desde la plenitud personal.
La soltería como viaje de autodescubrimiento
Estar soltero ofrece una oportunidad única para la introspección y el autoconocimiento. Pasar tiempo a solas, algo que muchos evitamos por miedo a confrontarnos con nosotros mismos, puede ser increíblemente revelador. La soledad nos da el espacio necesario para reflexionar sobre nuestras prioridades, valores y deseos. Esto, a su vez, permite una conexión más profunda con nuestras emociones y necesidades.
En un estudio de 2022 sobre el bienestar emocional publicado en la revista Evolutionary Psychological Science, se comprobó que la auto-conexión mejora la calidad de vida en varios aspectos, incluidos el bienestar psicológico y el sentido de pertenencia. Durante la soltería, esta auto-conexión se vuelve más accesible, ya que no se está invirtiendo tiempo y energía en las demandas de una relación. “La clave más importante del autoconocimiento es la aceptación radical de lo que hay, hacerse dueño de sí mismo en todos los aspectos”, afirma Martínez, quien subraya la importancia de aceptar tanto nuestras virtudes como nuestras sombras.
Este proceso de autodescubrimiento también puede estar acompañado de prácticas como el mindfulness, la escritura reflexiva o la exploración de nuevas actividades e intereses. La soltería es un espacio a explorar sin presión, a experimentar nuevos hobbies y pasatiempos y a descubrir facetas de nosotros mismos que tal vez desconocíamos. En lugar de ser una fase de vacío, este puede ser un periodo enriquecedor y lleno de posibilidades.
En palabras de Zapateiro “necesitamos aprender a gestionar las emociones y a convivir con la soledad porque es un estado que atravesaremos en diferentes etapas de nuestra vida”. Este enfoque destaca que, aunque las relaciones interpersonales son fundamentales, también lo es aprender a estar bien con uno mismo. Así, cuando llegue el momento de vincularse emocionalmente con otra persona la relación será más sólida, equilibrada y saludable.
Soltería: libertad y creación de vínculos significativos
Otro aspecto valioso de la soltería es la posibilidad de disfrutar de la libertad personal, mientras se mantienen vínculos profundos y significativos con amigos, familia o comunidades. En lugar de depender de una relación romántica como fuente primaria de apoyo, las personas solteras pueden encontrar una mayor riqueza en las relaciones sociales y familiares. Viviana Zapateiro reflexiona sobre este punto al señalar que “siempre es importante vincularse y crear redes de apoyo poderosas que permitan cumplir con esa necesidad de asociación, de vinculación, de afecto y de apego sano”.
La soltería no implica aislamiento ni desconexión. En cambio, puede ser una etapa que fomenta la creación de relaciones más auténticas y satisfactorias. Al no tener la presión de ajustarse a las expectativas de una relación de pareja, las personas solteras pueden enfocarse en crear y fortalecer relaciones una red de apoyo que aporte a su bienestar emocional. A medida que las personas solteras aprenden a estar bien consigo mismas, también se abren a la posibilidad de formar relaciones más saludables y equilibradas con los demás.
Efren Martínez resalta la importancia de las conexiones humanas verdaderas y profundas, más allá de las relaciones fugaces que, muchas veces, se buscan por miedo a la soledad. “Le tenemos mucho miedo a la soledad pero al mismo tiempo tenemos una ‘insoportitis’ para convivir y tener vínculos auténticos, no tejemos vínculos en profundidad”. La soltería permite el tiempo y el espacio necesarios para desarrollar habilidades interpersonales que fomenten relaciones más duraderas y enriquecedoras a largo plazo.
Una elección consciente para el crecimiento personal
Por todo esto, para muchas personas la soltería es una elección deliberada y valiosa, una decisión que va más allá de ser una simple circunstancia. Zapateiro subraya la importancia de aceptar esta elección de manera consciente, “es necesario hacer esta reflexión, uno puede ser soltero porque no se ha presentado la persona ideal o porque definitivamente no quiere tener una pareja en el momento”. Al final, la soltería puede ser una opción tan válida como cualquier otro estilo de vida, y el bienestar personal no depende únicamente de la compañía de otro.
En conclusión, la soltería, cuando se vive de manera plena y consciente, se convierte en una fuente de bienestar emocional y mental. Es una etapa que nos invita a cuestionar las expectativas sociales, a abrazar nuestra individualidad y a construir una vida que realmente nos satisfaga, con o sin pareja. Además, es un espacio para cultivar el amor propio, desarrollar habilidades interpersonales y prepararse, si así se desea, para futuras relaciones que se basen en el respeto mutuo, la comprensión y el crecimiento conjunto. Pero, más allá de eso, es un recordatorio de que la felicidad no depende exclusivamente de estar con alguien más, sino de cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.
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