¿El cuidado de adultos mayores enfrenta desafíos biológicos y psicoafectivos?
La especialista en geriatría Brenda Gómez responde.
El cuidado de los adultos mayores es una labor que nos compete a todos. Las enfermedades crónicas y las patologías neuropsiquiátricas, como las demencias y la depresión, son prevalentes en esta población. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó en el 2023 que, aproximadamente, el 14% de las personas de 60 años o más presentan algún trastorno mental, siendo la depresión y la ansiedad las más frecuentes. Pero además muchos adultos mayores deben enfrentarse al aislamiento social y la discapacidad, por lo que requiere cuidadores permanentes.
“A edades más avanzadas, la salud mental viene determinada no solo por el entorno físico y social, sino también por los efectos acumulativos de las experiencias de vida anteriores y los factores estresantes específicos relacionados con el envejecimiento. La exposición a la adversidad, la pérdida significativa de la capacidad intrínseca y una disminución de la funcionalidad pueden provocar angustia psicológica”, expone la OMS.
La Doctora Brenda Gómez es geriatra y directora del Programa de Adulto Mayor de la Clínica Sebastián de Belalcázar, de Cali. Ella explica que el programa ofrece un enfoque integral centrado en el paciente, su familia y cuidadores. Su objetivo es identificar tempranamente a los adultos mayores en riesgo de declinación funcional y complicaciones hospitalarias, implementando intervenciones tempranas para minimizar estos riesgos y mantener su funcionalidad, autonomía y calidad de vida.
La especialista explica que los adultos mayores suelen enfrentar una variedad de problemas de salud como:
- Enfermedades crónicas no transmisibles (afecciones de larga duración que no se transmiten de persona a persona, por ejemplo la diabetes o la hipertensión).
- Trastornos neuropsiquiátricos (demencias y depresión).
- Discapacidad crónica persistente (condición prolongada que limita de manera continua la capacidad funcional y la independencia de una persona).
- Síndromes geriátricos: fragilidad, incontinencia, osteoarcopenia (combina osteoporosis y sarcopenia, afectando tanto la densidad ósea como la masa y fuerza muscular, aumentando el riesgo de fracturas y caídas recurrentes).
Las enfermedades en esta etapa pueden presentar comportamientos, síntomas y evoluciones diferentes a las de los adultos jóvenes. Los objetivos de manejo también varían según el estado de fragilidad. Los médicos geriatras son expertos en identificar y manejar integralmente a esta población, adaptando el tratamiento a sus necesidades específicas.
El bienestar de los cuidadores es fundamental para los adultos mayores
Cuidar a un adulto mayor es una tarea que suele llegar rápidamente a las familias. Más allá de conocer el manejo de las enfermedades a las que se exponen, es vital conocer estrategias que aseguren un buen acompañamiento. La doctora Gómez explica que para mantener el bienestar del adulto mayor es fundamental brindarle apoyo emocional y psicológico. Sin embargo, descuidar el propio bienestar puede ser perjudicial tanto para el cuidador como para el adulto mayor. Este rol exige una considerable fortaleza psicológica y física, por eso el autocuidado es primordial.
Para fomentar el autocuidado en las personas que acompañan al adulto mayor, la médica recomienda realizar actividades que promuevan su bienestar personal, como ejercicio, alimentación saludable, buen descanso y actividades de ocio; y buscar ayuda profesional en caso de presentar el síndrome del cuidador, una condición de cansancio físico, emocional y mental que puede presentarse en personas que atienden a familiares o seres queridos con enfermedades crónicas, discapacidades u otras situaciones que necesitan cuidado continuo. Este síndrome es frecuente entre quienes brindan cuidado prolongado, ya sea de manera profesional o como una obligación familiar.
Consejos para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores
- Después de tener en cuenta el bienestar del cuidador, es importante considerar que para mantener la independencia y autonomía en adultos mayores, especialmente aquellos con condiciones crónicas, es crucial realizar chequeos médicos regulares con especialistas en geriatría. Detectar e intervenir tempranamente cualquier afección que pueda causar una declinación funcional o discapacidad catastrófica es vital.
- Una dieta balanceada es vital para prevenir la sarcopenia y la malnutrición, condiciones comunes en adultos mayores que se asocian con un mayor riesgo de fragilidad y discapacidad física.
- La médica explica que se pueden utilizar métodos no farmacológicos como la fisioterapia, la actividad física regular, la meditación, la terapia cognitivo-conductual, el yoga y la terapia ocupacional para aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida del adulto mayor.
- La actividad física es fundamental para un envejecimiento saludable, impactando positivamente en la salud cardiovascular, la fuerza muscular, el control del peso, la salud ósea, la salud mental y la calidad del sueño. Esta reduce la probabilidad de sarcopenia, discapacidad y depresión.
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