El coordinador de ciencia de The Nature Conservancy fue uno de los expertos que acompañó el proceso para convertir esta zona del Meta en el nuevo parque nacional de Colombia. De esta forma el país contribuye al objetivo global de conservar el 30% de la biodiversidad del planeta antes del 2030.
Desde diciembre de 2023 Colombia cuenta con un nuevo parque nacional: la Serranía de Manacacías, en el departamento del Meta. La declaración de este parque fue noticia mundial porque las 68 mil hectáreas que lo conforman protegen la conexión entre el paisaje llanero y el bosque amazónico, un ecosistema crucial que según The Nature Conservancy (TNC) no estaba representado en el sistema de áreas protegidas del país.
Por ser un corredor entre la Orinoquía y la Amazonía, la diversidad biológica en la Serranía de Manacacías es incomparable. De acuerdo con Parques Nacionales Naturales de Colombia, allí existen más de mil especies de plantas y es posible encontrarse con diferentes mamíferos, crustáceos, peces y una gran variedad de aves. Además, se han encontrado dos nuevos registros de mariposas para Colombia y posiblemente dos nuevas especies para la ciencia.
Thomas Walschburger, coordinador de ciencia de TNC, una de las organizaciones que apoyó el proceso de declaratoria del parque, habla con entusiasmo de la riqueza biológica de la Serranía de Manacacías y destaca el diálogo que se entabló con los habitantes de la región, paso clave para que viera la luz el parque nacional número 61 en Colombia.
El proceso para esta declaratoria fue largo y complejo, de casi diez años de trabajo.
¿Cuáles son las características que hacen tan especial al Parque Nacional Natural Serranía de Manacacías?
El parque está muy bien ubicado porque es un conector entre la Orinoquía y la Amazonía. Además de eso, el parque está muy cerca de la Serranía de la Macarena, que hace parte del piedemonte andino, entonces tiene una riqueza muy especial. Allá nace el río Manacacías, que es un afluente directo del río Meta. Tiene planicies inundables que son importantes como corredor de conexión con la Amazonía, entonces hay una fauna única: se pueden ver jaguares, dantas, diferentes tipos de monos como el aullador, el maicero; también osos hormigueros, osos mieleros y más de 450 especies de aves.
Otro ecosistema importante es el de las sabanas onduladas que tienen bosques especialmente en la zona de los valles en los que se puede ver fauna llanera, pero también propia del Amazonas. Dentro de las sabanas onduladas también hay morichales y esteros con peces ornamentales, garzas y, en general, mucha avifauna.
¿Por qué la declaración del parque fue tan importante en Colombia y a nivel internacional?
Crear un parque nacional es un aporte grande, no solo para el país sino para la humanidad. Creo que la declaratoria de este parque es de las que más ha recibido publicidad y tal vez haya sido así por la cantidad de organizaciones que estuvieron involucradas, como The Nature Conservancy, a la que pertenezco, WWF, la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Parques Nacionales Naturales de Colombia y varios ministerios; el Instituto Humboldt, la Universidad Nacional y diferentes entidades nacionales y departamentales, entre muchas otras.
También fue muy importante el apoyo recibido del fondo Re:Wild que fundó el actor Leonardo DiCaprio. Esta organización donó fondos para la compra de algunos de los terrenos que hoy conforman el parque y él le hizo ‘bombo’ a la declaratoria en sus redes sociales y eso, obviamente, ayudó a que el parque se volviera una noticia internacional.
Sin embargo, más allá de la publicidad, hay que decir que el parque Serranía de Manacacías es único por su diversidad y porque tuvo un proceso muy juicioso de declaratoria en el que se resolvieron todos los conflictos sociales porque la zona en la que está ubicado era propiedad privada y no se quería afectar a los ganaderos que llevaban años viviendo allá. El proceso fue tan largo y complejo… de casi diez años.
Precisamente, para la creación del parque fueron muy importantes el trabajo y el diálogo con la comunidad que habita esa zona. ¿Por qué?
Hay parques en Colombia que se crearon delimitando un polígono sobre un mapa y la declaratoria se hacía desde Bogotá. Aquí no se podía hacer eso porque había varios propietarios que llevaban años allí. Por otro lado, era muy difícil declarar el parque sin tener en cuenta el pasado. Esa zona del departamento del Meta fue muy golpeada por el conflicto armado, a muchos propietarios los expulsaron a la fuerza, los obligaron a vender, entonces la filosofía de Parques Nacionales fue no generar un impacto negativo.
Se logró una negociación dueño con dueño y también hay que decir que por ser una zona tan aislada eran pocas las familias que vivían allí. La compra fue justa, se pagó un precio ajustado a los valores comerciales y los propietarios que querían seguir con la ganadería tuvieron la posibilidad de salir con su ganado y buscar otra finca fuera del parque a donde pudieran llevarlo para no generar un desarraigo total.
También hay propietarios como la familia Reyes, que era ganadera, pero que se vincularon al parque; uno de los hijos ahora es guardaparque, entonces es interesante ver cómo la siguiente generación se incorpora a otras visiones del territorio.
En el parque habitan jaguares, dantas, monos como el aullador y el maicero; también osos hormigueros, osos mieleros y más de 450 especies de aves.
Dado el interés que ha generado el parque, muchos querrán visitarlo. ¿Es posible conocer la Serranía de Manacacías?
Por ahora, el parque va a ser un área de conservación estricta, es decir, que lo único que se permite es investigación científica. Como se declaró hace poco, todavía falta elaborar el plan de manejo que es donde realmente se define qué se puede hacer dentro del parque y qué no. El interés de TNC sí es que se pueda trabajar con los ganaderos alrededor del parque porque creemos que la ganadería puede ser una actividad compatible con la conservación.
La idea a futuro es ver si en la zona de amortiguación del parque se pueden realizar otras actividades, pero para eso también se necesitan recursos; hay que construir infraestructura porque no la hay. Sería interesante que la gente que vive alrededor del parque se pueda beneficiar del turismo porque es una zona muy interesante para observadores de aves, por ejemplo.
A pesar de la declaración del parque persisten riesgos para la conservación del medio ambiente en la región. ¿Cuáles son?
No solo en el parque, sino en muchas fincas alrededor hay un riesgo de invasión de tierras, que ha sido un problema persistente en el llano. Hay otros temas como el manejo del fuego, que es controversial porque las sabanas de los llanos han evolucionado con el fuego, pero, al mismo tiempo, las quemas indiscriminadas pueden dañar el parque. Debería haber un balance porque excluir el fuego 100% es también un riesgo. Otros problemas son los cultivos de palma que siguen avanzando y otras actividades forestales como la siembra de eucalipto y acacia en la zona norte del parque.
El parque está muy bien ubicado porque es un conector entre la Orinoquía y la Amazonía.
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