Reconciliarse con el periodo revela nuevas posibilidades. Entre charlas y lecturas, comprendemos que el cuerpo siempre puede reescribirse y sanar.
Reconciliarme con el ciclo menstrual implica encontrar en el dolor y la entrega al vacío la posibilidad de algo más profundo. Proviene de largas conversaciones con amigas, en las que entre risas compartimos nuestros descubrimientos en medio de la crisis, especialmente esos momentos en los que todo cobra sentido porque el dolor resuena desde lo más profundo, y el conocimiento de que es transitorio alivia y aligera. También nace de la lectura de Simone Weil y Paul B. Preciado, quienes me han ayudado a comprender que un cuerpo siempre puede escribirse de nuevo.
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